Redacción Farmacosalud.com
El doctor David Castro, presidente de la Sociedad Iberoamericana de Neurourología y Uro Ginecología (SINUG), ha destacado varios avances en el terreno de la neurourología y la uro ginecología aprovechando la celebración este mes de septiembre en San Sebastián-Donostia del XIII Congreso SINUG. Desde el punto de vista farmacológico, ha citado mirabegron, la presentación transcutánea de oxibutinina y la actualización en el uso de toxina botulínica para el tratamiento de la disfunción del tracto urinario inferior. Asimismo, el doctor ha comentado que en el ámbito de la cirugía “se han presentado procedimientos de máxima actualidad, y también ha habido una presentación muy interesante sobre el empleo de cabestrillos ajustables para el tratamiento de la incontinencia masculina postquirúrgica”.
En el siguiente vídeo, Castro ha hecho hincapié en el alto nivel de algunos de los participantes en dicho congreso.
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De hecho, en el encuentro de la SINUG se han presentado 40 comunicaciones libres, se han realizado talleres de trabajo y se ha visto un programa científico que cubría “prácticamente todos los aspectos de la urología funcional, la neurourología y la uro ginecología con temas como la incontinencia masculina y femenina, prolapso de órganos pélvicos, dolor vesical, cistitis intersticial, fisioterapia de suelo pélvico, etc.”, ha puesto de relieve el doctor. “El nivel científico ha sido bastante alto, así como la asistencia y la participación (más de 200 participantes)… estamos muy satisfechos y contentos con los resultados. Ha habido una cirugía en directo muy ilustrativa y con un contenido docente importantísimo porque las encuestas de valoración han mostrado la satisfacción de todos los participantes”, ha añadido.
Puesta al día de la neuromodulación sacra
Por otra parte, Castro ha aludido a la neuromodulación de raíces sacra, que consiste básicamente en la colocación de un electrodo en el foramen sacro S3 para estimular los nervios responsables de la inervación del tracto urinario inferior y del suelo pélvico. Ese electrodo se conecta a un generador de impulsos eléctricos que, al estimular eléctricamente las raíces nerviosas, modula y restablece el necesario equilibrio entre los impulsos que conducen a la contracción de la vejiga y los impulsos inhibitorios de esta contracción. “Hay evidencias de alto nivel que demuestran que es una terapia útil con escasos acontecimientos adversos y con resultados que se mantienen en el tiempo”, ha argumentado el presidente de SINUG, quien ha añadido que “entre un 70-80%” de pacientes “continúa expresando respuestas y satisfacción con la terapia”.
En declaraciones a www.farmacosalud.com, Castro ha abordado el hecho de un 20% de mujeres tenga que operarse por un prolapso de órganos pélvicos: “Hoy en día se consideran indicada la intervención en los prolapsos sintomáticos de estadios dos o superior (de los 4 grados o estadios existentes). Hay diversas técnicas… la cirugía clásica para reposicionar el órgano en su sitio; en ocasiones, se pueden emplear mallas en pacientes en las que el prolapso ya haya sido intervenido, y en las ocasiones en que el riesgo de recurrencia tras la cirugía es muy alto se puede emplear una malla para aumentar o mejorar la efectividad del tratamiento. El problema es que las mallas, si bien son útiles, pueden posibilitar acontecimientos adversos que no deseamos”, ha explicado.