Redacción Farmacosalud.com
Un ensayo clínico internacional coordinado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en colaboración con el Instituto Mario Negri de Milán (Italia), ha demostrado que los betabloqueantes, fármacos utilizados para tratar diversas patologías cardiacas, no aportan beneficio alguno a los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio no complicado, es decir, con función contráctil del corazón intacta. Los resultados, que se publican simultáneamente en las revistas ‘The New England Journal of Medicine’ y ‘The Lancet’, representan un cambio de paradigma en el tratamiento de estos cuadros, hasta el extremo de que modifican una práctica médica vigente desde hace más de 40 años, informa el CNIC mediante una nota de prensa.
El ensayo REBOOT (Treatment with Beta-Blockers after Myocardial Infarction without Reduced Ejection Fraction), ha incluido a 8.505 enfermos en 109 hospitales de España e Italia, quienes fueron asignados aleatoriamente a recibir o no betabloqueantes tras el alta hospitalaria. Todos los participantes recibieron el tratamiento estándar actual y fueron seguidos durante un período medio de casi cuatro años. Los resultados no mostraron diferencias significativas en las tasas de mortalidad, reinfarto o ingreso por insuficiencia cardiaca entre ambos grupos.

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Los betabloqueantes pueden provocar fatiga, bradicardia…
Si bien se trata de medicamentos generalmente seguros, los betabloqueantes pueden provocar efectos secundarios como fatiga, bradicardia (frecuencia cardíaca baja) o disfunción sexual. “REBOOT va a cambiar el tratamiento en estos casos en todo el mundo, ya que hasta ahora más de un 80% de los pacientes con este tipo de infarto no complicado son dados de alta con tratamiento con betabloqueantes”, afirma el Dr. Borja Ibáñez, investigador principal del estudio, director científico del CNIC, cardiólogo en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid) y jefe de grupo en el CIBER de enfermedades cardiovasculares (CIBERCV). “Los resultados de REBOOT representan uno de los avances más significativos en la estrategia terapéutica del infarto agudo de miocardio en las últimas décadas”, añade.
Después de un infarto, la función contráctil del corazón puede deteriorarse de forma significativa (fracción de eyección del ventrículo izquierdo inferior al 40%), reducirse moderadamente (entre el 40% y el 50%) o mantenerse conservada (por encima del 50%). Actualmente, la mayoría de los individuos infartados (aproximadamente el 70%) sobreviven al ataque al corazón con la función cardíaca conservada; alrededor del 20% presenta una función moderadamente reducida y un 10%, una disfunción claramente marcada.
El estudio REBOOT incluyó a los dos primeros grupos, ya que no existían evidencias claras sobre los beneficios de los betabloqueantes en este tipo de pacientes. Si bien los resultados del ensayo no mostraron beneficios significativos del tratamiento en la población general del estudio, sí se observó un posible efecto positivo en el subgrupo con función contráctil moderadamente reducida. Sin embargo, este subgrupo constituía una proporción relativamente pequeña de la población del estudio, y el reducido tamaño de la muestra impidió al equipo extraer conclusiones firmes sobre dicho subgrupo.

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El Dr. Xavier Rosselló, investigador del CNIC, cardiólogo en el Hospital Universitario Son Espases de Mallorca y uno de los líderes del ensayo REBOOT y del meta-análisis, explica: “estos dos trabajos conjuntos demuestran de manera contundente que los pacientes post-infarto con función contráctil normal (fracción de eyección por encima del 50%) no se benefician del tratamiento con beta-bloqueantes, mientras que aquellos con alteración moderada o mayor (fracción de eyección por debajo del 50%) sí obtienen beneficio”.
Posicionamiento de SEMERGEN: hay que contextualizar los resultados
A todo esto, desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) se apunta que los resultados de este estudio ‘aportan información útil y podrían suponer una mejora sobre el uso de los fármacos betabloqueantes tras el infarto agudo de miocardio’. No obstante, ‘este ensayo no modifica las recomendaciones sobre el uso de betabloqueantes en pacientes con una fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) reducida (≤ 40%), pues su uso está bien establecido por las guías y diferentes estudios’.
Además, y ‘aunque se trata de un ensayo muy relevante, es importante contextualizar sus resultados, ya que se centra en un grupo concreto de pacientes: personas con infarto de miocardio no complicado, sin antecedentes de insuficiencia cardíaca y con una FEVI mayoritariamente preservada’.
Bibliografía
• Rosselló X, Prescott E, Kristensen AM, Ibanez B, et al. (2025). Beta-blockers after myocardial infarction in patients without heart failure. The New England Journal of Medicine. Advance online publication. https://doi.org/10.1056/NEJMoa2505985
• Rosselló X, Prescott E, Kristensen AM, Ibanez B, et al. (2025). Beta-blockers after myocardial infarction with mildly reduced ejection fraction: An individual patient data meta-analysis of randomised controlled trials. The Lancet. Advance online publication. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(25)01592-2