Redacción Farmacosalud.com
Según un nuevo estudio publicado en ‘The Journal of the American Medical Association’ (JAMA), lonafarnib, un inhibidor de la farnesiltransferasa (FTI), ha ayudado a prolongar la supervivencia en niños con el síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford (SPHG) o progeria, una enfermedad ultra-rara y mortal que provoca el envejecimiento prematuro en niños. Los niños con esta patología viven un promedio de 14 años y medio y mueren debido a cardiopatía generalmente asociada a una edad avanzada. Los autores del Hospital Infantil de Boston y de la Brown University hicieron un seguimiento de más de 250 niños procedentes de seis continentes para demostrar la asociación entre el tratamiento con lonafarnib y la prolongación de la supervivencia.
La progeria está causada por una mutación genética que tiene como resultado un exceso de la proteína denominada progerina. La acumulación de progerina dentro de una célula generalmente se observa dentro de un proceso normal de envejecimiento, pero la tasa de acumulación está muy acelerada en el caso de esta enfermedad, provocando un daño celular progresivo y dando lugar a cardiopatía aterosclerótica.
El tratamiento inhibe la farnesiltranserasa
Lonafarnib, originalmente desarrollado por Merck Sharp & Dohme como posible tratamiento para el cáncer, inhibe la farnesiltranserasa, una enzima que facilita la producción de progerina. La inhibición de la farnesiltransferasa impide que la proteína mutante se incorpore en la pared celular, donde provoca gran parte de su daño. En el ensayo clínico, 27 niños con progeria recibieron lonafarnib oral (150 mg/m2) dos veces al día en monoterapia. El grupo de control de este estudio consistió en niños con progeria con edades, sexo y continente de residencia similares a los de los pacientes tratados que no participaron en el ensayo clínico y que, por consiguiente, no recibieron lonafarnib. Los resultados demostraron que el tratamiento con lonafarnib en monoterapia en comparación con la no administración del tratamiento estaba asociado con una tasa de mortalidad significativamente menor (3,7% frente a 33,3%) después de una mediana de 2,2 años de seguimiento.
El estudio fue financiado por la Fundación para la Investigación de la Progeria (PRF), una organización sin ánimo de lucro. “Mi laboratorio llevó a cabo parte de la investigación original sobre los modelos celular y en ratón que demostraron un posible beneficio de esta clase de fármacos para la progeria”, señala el director de los Institutos Nacionales de Salud, el Dr. Francis S. Collins. “Fue muy alentador ver estos resultados traducidos en un ensayo clínico. Demostrar la eficacia de los tratamientos en esta pequeña población de niños con esta rara y mortal enfermedad es ya todo un reto. Por lo tanto, me siento particularmente esperanzado al ver estos resultados finales”, indica el Dr. Collins.
Una enfermedad que se da en una de cada 20 millones de personas
“Este estudio publicado en JAMA muestra por primera vez que podemos empezar a poner freno al rápido proceso de envejecimiento de los niños con progeria”, comenta el Dr. Leslie Gordon, co-fundador y director médico de PRF y autor principal del estudio. “Estos resultados proporcionan una nueva promesa y optimismo a la comunidad que sufre progeria”, apunta el Dr. Gordon. Hasta la fecha, la PRF ha financiado cuatro ensayos clínicos y cientos de estudios científicos destinados a descubrir nuevos tratamientos y la cura para los niños con la patología. Trabajos previos patrocinados por PRF habían asociado lonafarnib con mejoras en los criterios de valoración clínicos asociados con la aterosclerosis y el ictus, dos signos distintivos de la progeria.
La progeria se da en una de cada 20 millones de personas, estando identificados cerca de 110 niños en el Registro Internacional de Progeria de la PRF (https://www.progeriaresearch.org/international-progeria-registry/). Se estima que en todo el mundo existen más de 250 niños sin diagnosticar. El objetivo de la PRF es contribuir a encontrar y ayudar a todos los niños con esta afección. “En la PRF, estamos trabajando incansablemente para encontrar nuevos avances científicos para los niños que sufren progeria. Este estudio nos muestra que los ensayos clínicos realizados hoy en día son nuestra mejora esperanza para salvar las vidas de estos niños en el futuro”, señala Meryl Fink, presidente y director ejecutivo de PRF. “A partir de los prometedores resultados de este estudio con lonafarnib, sentimos una sensación de urgencia como nunca antes. El hito de hoy marca un nuevo comienzo para estos niños y sus familias. Cada día y cada momento cuenta. El objetivo de la PFR es encontrar la cura de la progeria y este estudio nos acerca un paso más a este objetivo”, dice Fink.