Redacción Farmacosalud.com
A tenor de lo descrito por la presidenta del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid, Cristina Municio, la sanidad española y ciertos estamentos públicos tendrían -en términos de logopedia- un problema de audición, en tanto que los logopedas no se sienten del todo escuchados: “Lo que demandamos desde la profesión, y desde hace tiempo lo pide el Consejo General de Colegios de Logopedas y así lo ha reflejado en un documento entregado a los políticos parlamentarios, es la creación del área de conocimiento específica de Logopedia, una Facultad de Logopedia que nos permita profundizar de forma específica en la investigación de nuestra disciplina”.
Según Municio, “quizá falte información sobre la dimensión real de la práctica logopédica. Y no sólo en la sociedad, sino también entre los profesionales de la medicina, la asistencia social o la educación”. Como botón de muestra, asegura que “actualmente no hay logopedas en el sistema educativo” y que su presencia en centros geriátricos es “prácticamente inexistente”, a pesar de que su tarea podría “ahorrar recursos a la Sanidad Pública”. A juicio de la logopeda, “no somos un personal accesorio, somos tan importantes como lo pueda ser el resto” de profesionales de la salud.
-¿Qué profesional de la salud está mejor entrenado para ser logopeda: un psiquiatra, un psicólogo, un neurólogo, un otorrinolaringólogo…?
El profesional que está mejor entrenado y formado para ejercer la Logopedia es, sin duda, el logopeda, que es quien ha recibido una formación específica, quien posee una titulación universitaria y quien ha adquirido las competencias profesionales necesarias para ello a través de su proceso de formación, que viene regulado por la orden CIN /726/2009 de 18 de Marzo. La Logopedia es una disciplina aplicada que realiza actividades de diagnóstico, prevención, evaluación y recuperación de los trastornos de la audición, fonación y el lenguaje. Trata los problemas, disfunciones o retrasos que se presentan en los campos del habla, del lenguaje, de la voz y de la comunicación, además de la deglución y otros ámbitos como la evaluación y el tratamiento de los trastornos de la lectoescritura. Para ello, se trabaja desde el campo cognitivo, físico y fisiológico.
Es importante subrayar que la Logopedia es una disciplina profesional específica, no una práctica puntual, y que son los profesionales de la Logopedia los que poseen los conocimientos apropiados para ejercerla con eficacia. Un psiquiatra, un psicólogo, un neurólogo o un otorrinolaringólogo pueden apreciar desde su conocimiento profesional una parte de la dimensión de este tipo de problemas, pero solo el logopeda posee los conocimientos para realizar una apreciación integral de los mismos.
-¿Es necesario un abordaje multidisciplinar de estos pacientes?
En múltiples ocasiones, sí.
-¿Qué es más difícil, tratar a un niño o a un adulto que presenten este tipo de problemas?
No es cuestión de edad, ni de patología… cada persona tiene su dificultad. La labor del logopeda es conocer y valorar las técnicas e instrumentos de evaluación y diagnóstico en Logopedia, así como los procedimientos de la intervención logopédica que debe utilizar. Alrededor del 15% de las personas van a necesitar atención logopédica en algún momento de su vida y ésta puede ser necesaria desde la niñez a la edad adulta en función de las problemáticas que se presenten.
-El logopeda previene, diagnostica y trata las dificultades de la comunicación y de la deglución en adultos y en niños. ¿Por qué se suele asociar a estos profesionales sólo a los problemas de tartamudez y de dicción, y no a los problemas de deglución?
Quizá falte información sobre la dimensión real de la práctica logopédica. Y no sólo en la sociedad, sino también entre los profesionales de la medicina, la asistencia social o la educación. Este es uno de los propósitos inmediatos que nos proponemos desde el Colegio: divulgar las competencias y ámbitos de actuación de la LOGOPEDIA.
-Los logopedas pueden detectar problemas en la infancia imperceptibles para los padres como la deglución atípica, alteración que, corregida a tiempo, podría ahorrar al menor el uso de ortodoncia en un futuro. ¿Qué es la deglución atípica, cómo se detecta y cómo se trata?
La labor preventiva que se podría hacer en esta área por parte del Logopeda es importante. La simple observación de un niño en el que se aprecia una respiración bucal o una boca entreabierta de forma continua nos puede hacer suponer una postura inadecuada de la lengua y una deglución incorrecta. Por ello, una de las cuestiones que planteamos con más insistencia como colectivo profesional es que no se nos permita tener presencia en los centros escolares, porque actualmente no hay logopedas en el sistema educativo.
-Como usted remarcaba, alrededor de un 15% de la población necesitará la atención de un logopeda en algún momento de su vida. ¿En la sociedad moderna hay más problemas de este tipo, menos, o bien la incidencia se mantiene estable con respecto a otras épocas?
Lo que sí podemos asegurar es que el alargamiento de la esperanza de vida conlleva una alta incidencia en trastornos de la comunicación y, especialmente, de la deglución, y que los medios existentes en los centros residenciales de mayores son claramente insuficientes para atender estas circunstancias, ya que la figura del logopeda es prácticamente inexistente en estos lugares. La atención de las dificultades en neonatos y la atención temprana ayudan de forma clara al desarrollo del lenguaje y las habilidades comunicativas, evitando en múltiples ocasiones la suma de otras dificultades. La implementación de los equipos de orientación escolar con la figura del logopeda beneficiaría los diagnósticos del lenguaje. Las intervenciones logopédicas después de las operaciones de cáncer de cuello o en la cavidad orofaríngea mejoran la calidad de vida de los pacientes.
-Actualmente hay 35 logopedas en los hospitales de la Comunidad de Madrid y 10 centros base en los que se ofrece este tipo de servicios, unas cifras que para ustedes son muy limitadas. ¿Cuál es la situación en el resto de España? ¿La logopedia es una de las ‘hermanitas pobres’ de la sanidad española?
Oficialmente no disponemos de datos de lo que ocurre en otras comunidades autónomas, pero por lo que nos comentan nuestros compañeros que trabajan en esos servicios creemos que las cifras son similares. Creemos que existe un cierto desconocimiento entre los estamentos públicos de la labor del logopeda. El logopeda puede tratar a pacientes con: daño cerebral sobrevenido, víctimas de ictus cuya afección les ha generado problemas de habla o comunicación, cáncer de laringe, cirugías que afectan a la boca, neonatología, apneas obstructivas del sueño… el logopeda tiene una función esencial en la mejora de la calidad de vida de los pacientes y en el campo de la prevención puede realizar una tarea que a medio plazo puede ahorrar recursos a la Sanidad Pública porque puede evitar la aparición de problemas a posteriori. No somos un personal accesorio, somos tan importantes como lo pueda ser el resto.
-Usted ha criticado la posible creación de un Doble Grado en Psicología y Logopedia por parte de la Universidad Complutense de Madrid porque detrás del proyecto hay “razones mercantilistas”, ya que se “pretende ofrecer un 2 por 1 en títulos para conseguir más matriculaciones” ¿No es mejor que exista un Doble Grado como este a que no exista nada nuevo centrado en la logopedia?
Actualmente ya existe una Titulación de Grado en Logopedia, titulación que goza de reconocimiento y que queremos que se mantenga así, puesto que pensamos que la formación tanto teórica como práctica se verá reducida con el Doble Grado. Lo que demandamos desde la profesión, y desde hace tiempo lo pide el Consejo General de Colegios de Logopedas y así lo ha reflejado en un documento entregado a los políticos parlamentarios, es la creación del área de conocimiento específica de Logopedia, una Facultad de Logopedia que nos permita profundizar de forma específica en la investigación de nuestra disciplina y que permita que la formación de Logopedia sea impartida por logopedas.
-¿A la hora de tratar a alguien con problemas de comunicación y deglución, cuándo se impone la terapia psicológica, cuándo la farmacológica y cuándo la combinación de ambas?
Eso dependerá del diagnóstico. Deberá valorarse en cada persona de forma individual y acudir a consultas interprofesionales si fuese necesario.
-¿Puede ser necesaria incluso una intervención quirúrgica?
Según el diagnóstico. Algunos otorrinos están recomendando una intervención logopédica previa antes de recurrir a la operación de algunas patologías y parece que esto facilita la recuperación y acorta la intervención logopédica después de la operación. En intervenciones previas a una laringectomía también parece que se acusa mejoría con una intervención previa.