Redacción Farmacosalud.com
El Ministerio de Igualdad español quiere que todos los hospitales públicos con servicio de Ginecología y Obstetricia cuenten con profesionales que puedan practicar una interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Para el Dr. José Gutiérrez Alés, presidente de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), lo que se pretende con esta propuesta es homogeneizar este tipo de intervención: “Hasta ahora, las demandas de IVE se gestionan en cada comunidad autónoma (CCAA) de distinta manera. En unas se atienden directamente en centros públicos hasta la resolución; en otras las mujeres se derivan a clínicas privadas acreditadas con las que se establecen conciertos, e incluso hay CCAA que no han establecido respuesta propia y derivan los casos a una comunidad distinta. Yo creo que lo que pretende el Ministerio es acabar con esta falta de equidad por una parte, y por otra, normalizar la prestación, incluyéndola en el lugar donde se resuelven las demandas en cualquier ámbito de la salud -para cualquier persona que vive en España-, que son los centros públicos de salud y los hospitales públicos”.
El Dr. Gutiérrez Alés aclara que “la IVE es una intervención médica, o quirúrgica, dirigida a interrumpir un embarazo en curso, mientras que el aborto es espontáneo, y sin intervención médica salvo para su evacuación”.
“La posición moral y/o religiosa del profesional no debe influir en la atención prestada a la mujer”
La SEC y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) han elaborado una propuesta encaminada a conciliar el respeto a la objeción de conciencia médica y la garantía de la prestación de la IVE. Uno de los puntos del nuevo documento aboga por ‘fomentar dentro de las organizaciones sanitarias una cultura del respeto a la autonomía de la mujer que desea acogerse a la prestación de la IVE, y evitar actitudes paternalistas o dirigistas, de forma que se preserve en todo momento su dignidad y libertad para tomar sus decisiones en el terreno de la salud sexual y reproductiva’.
A este respecto, Gutiérrez Alés afirma que “la posición moral y/o religiosa del profesional no debe influir en la atención que se le presta a una mujer que pide una IVE. Si se creara un registro de objetores, se podría acabar con este problema, porque estas actitudes paternalistas o dirigistas no se producirían, ni tampoco los profesionales tendrían que participar en demandas que les hacen chirriar los oídos, ni las mujeres serían cuestionadas desde la moralidad y/o religión del profesional”.
“A los médicos que no objetamos para la IVE se nos coloca rápidamente el calificativo de aborteros”
De hecho, la intención de la cartera ministerial de Igualdad es la de crear un registro de profesionales objetores que afiance el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo en todos los casos. Por su parte, la SEC y la SEGO propugnan, desde su consenso, ‘evitar la desconsideración y estigmatización hacia los profesionales sanitarios que se declaren objetores a la IVE y, de la misma manera, hacia los que deciden practicarla para facilitar la prestación a la mujer, en el entendimiento de que, más allá de las convicciones personales, ambas posturas son absolutamente legítimas y respetables en nuestra sociedad’.
“Los médicos que no objetamos para la IVE no solemos estigmatizar a los objetores; sin embargo, al revés, se nos coloca rápidamente el calificativo de aborteros”, sostiene el Dr. Gutiérrez Alés.
En el nuevo documento, asimismo, se dice que hay que ‘informar y concienciar a los profesionales sanitarios objetores a la IVE de que la mujer, en caso de que tenga una complicación de salud derivada o no de la intervención, debe ser tratada como una paciente más que se encuentre en riesgo, sin que en modo alguno la condición de objetor pueda justificar dejarla desatendida, especialmente en los supuestos de urgencia o grave riesgo para su salud o integridad física’. En cualquier caso, el presidente de la SEC quiere dejar muy claro que, en España, los facultativos objetores a la interrupción voluntaria del embarazo no están incurriendo en esa clase de desatención médica.
Y, para reforzar sus palabras de la forma más contundente posible, describe ejemplos extremos -sin que tengan nada que ver con la IVE- que recuerdan las obligaciones que tienen los profesionales de la medicina con respecto a la sociedad, sea cual sea la tipología de paciente que tengan que atender: “los médicos sabemos que tenemos una obligación de tratar las situaciones vitales que se nos presenten, independientemente de si nuestro/a paciente es un delincuente, un terrorista, un pederasta, etc.”