Redacción Farmacosalud.com
Kyowa Kirin lanza Crysvita® (burosumab) en España para el tratamiento de la hipofosfatemia ligada al cromosoma X (XLH) en adultos y la osteomalacia inducida por tumor (TIO). “En población adulta, el tratamiento con burosumab ha demostrado que es capaz de normalizar la concentración sérica de fosfato -corrigiendo así la hipofosfatemia crónica propia de este síndrome- y mejorar de esta forma el abordaje de las alteraciones en mineralización ósea. Además, los estudios realizados han mostrado una significativa mejoría en la calidad de vida de estos pacientes”, asegura en declaraciones a www.farmacosalud.com el Dr. Manuel Muñoz Torres, catedrático de Medicina de la Universidad de Granada y especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada.
La XLH es una enfermedad rara que afecta aproximadamente a 1 de cada 20.000 personas1,2. Estos sujetos viven con una patología crónica, progresiva y debilitante que causa dolor y que afecta a la movilidad y la calidad de vida3. La XLH, además, muestra una amplia variabilidad fenotípica, lo que puede dificultar la detección de la patología en edades no pediátricas, tal y como apunta el Dr. Muñoz Torres: “la variabilidad en la expresión clínica de este síndrome hace bastante probable que la enfermedad, en población adulta, esté infradiagnosticada. Para abordar este problema deberíamos disponer de algoritmos estandarizados destinados a evaluar la hipofosfatemia crónica en los hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS)”.
Un anticuerpo monoclonal frente al factor FGF-23
Burosumab es un anticuerpo monoclonal frente al factor FGF-23. La presencia de niveles elevados de FGF-23 es la causa de las alteraciones bioquímicas y las manifestaciones clínicas de las personas afectadas por la XLH. “La llegada de este fármaco supone disponer de un tratamiento específico para el origen del problema. De esta forma es posible mitigar las alteraciones que sufren los pacientes y prevenir las complicaciones relacionadas con el tratamiento convencional inespecífico, que era la única opción disponible en la actualidad”, remarca el facultativo.
Los síntomas no resueltos de la XLH y las afecciones sufridas en la infancia provocan complicaciones importantes en la edad adulta, surgiendo también otros problemas adicionales a medida que progresa la enfermedad3. “Más del 90% de pacientes presenta dificultad para caminar, el 86% tiene dolor asociado y el 80% presenta limitaciones para actividades diarias como el cuidado personal, con síntomas asociados de ansiedad y/o depresión en un 65% de los casos”, comenta la Dra. Pilar Peris, especialista en Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona.
En concreto, los pacientes de XLH experimentan una amplia variedad de síntomas debilitantes que afectan a la mayoría de las áreas del cuerpo. El deterioro del desarrollo esquelético durante la infancia conduce a problemas como fracturas, pseudofracturas, artrosis de aparición temprana, rigidez articular, dolor musculoesquelético, debilidad muscular y fatiga3. “Esta entidad puede causar un amplio rango de manifestaciones clínicas que incluye deformidades en extremidades inferiores, alteraciones dentales, pérdida auditiva, artrosis vinculada a las deformidades esqueléticas, entesopatías con estenosis secundaria del canal medular y el desarrollo de fracturas, entre otras. En los adultos, estas alteraciones suelen tener un impacto relevante en la funcionalidad y en la calidad de vida, requiriendo intervenciones del aparato locomotor, especialmente artroplastias de sustitución”, añade la Dra. Peris.
Una segunda oportunidad para un cierto perfil de pacientes adultos
Por su parte, el Dr. Pedro Arango Sancho, miembro del Servicio de Nefrología Pediátrica en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, comenta que la aprobación de burosumab para las franjas etarias adultas “va a permitir que pacientes con una muy buena respuesta en la edad pediátrica puedan seguir beneficiándose de los efectos del fármaco una vez se llegue al cese del crecimiento óseo”. De igual modo -señala a renglón seguido Arango Sancho-, también pueden beneficiarse “otros pacientes adultos con mal control de su enfermedad a pesar de las terapias previas, a los que puede darse una segunda oportunidad". "Creo que, teniendo en cuenta la buena experiencia de respuesta que hemos evidenciado con el fármaco en la edad pediátrica", la ampliación de la indicación "es una gran noticia de salud y esperanza para los pacientes de XLH adultos”, agrega el especialista.
Crysvita es el primer tratamiento biológico dirigido a la fisiopatología de la enfermedad4. En los últimos 40 años, la XLH se ha manejado utilizando suplementos de fosfato oral y análogos de vitamina D activa. Sin embargo, esta terapia convencional no aborda completamente las necesidades de estos enfermos3,5. “El tratamiento convencional presenta importantes limitaciones, falta de mejoría de la capacidad funcional y desarrollo de hipercalcemia o hipercalciuria. Otra complicación añadida es la aparición de hiperparatiroidismo secundario o terciario que requiere un tratamiento específico”, explica mediante un comunicado el Dr. Muñoz Torres.
En los ensayos clínicos en adultos, burosumab normaliza el manejo renal de fosfato y sus concentraciones séricas, aporta una mejoría significativa en la curación de fracturas y genera una tendencia favorable frente a la rigidez, el dolor y la capacidad funcional. Estos efectos se objetivan en estudios a medio y largo plazo con un seguimiento de hasta dos años. Además, los beneficios terapéuticos se obtienen sin efectos adversos significativos. “La mejoría en la curación de fracturas, así como en la capacidad funcional en pacientes tratados con Crysvita, a largo plazo, ha demostrado una mejoría significativa de la calidad de vida de estas personas, evaluada mediante cuestionarios específicos”, establece Muñoz Torres.
Retos en la transición del paciente pediátrico al paciente adulto
Según los expertos, la transición del paciente pediátrico con XLH a la edad adulta es un proceso gradual y paulatino mediante el cual se capacita al enfermo para comprender su afección y tomar parte en su auto-cuidado, algo que no siempre se realiza de forma adecuada, por lo que ese tipo de formación se convierte en un gran reto para todos los profesionales implicados. “El hecho de que los pacientes y su familia demanden que los profesionales de la medicina generemos un clima de confianza en este proceso de transición nos ayudará a entender la necesidad progresiva de empoderarlos, acompañarlos y humanizar el cuidado, transmitiendo adecuadamente los eventos de la evolución de los pacientes y sus características personales a todos los profesionales implicados en el mismo en su nueva etapa adulta”, sostiene Arango Sancho.
La nueva terapia supone un cambio cualitativo, puesto que es un anticuerpo monoclonal totalmente humano frente a FGF-23 que va dirigido esencialmente a restaurar la reabsorción renal de fosfato6. La evidencia sugiere que el restablecimiento de la homeostasis del fosfato mejora o evita la progresión de muchas de las manifestaciones clínicas asociadas a la hipofosfatemia crónica7.
Los ensayos clínicos demostraron que, en pacientes con XLH, el tratamiento continuado con burosumab se tolera bien y conduce a una corrección sostenida de los niveles séricos de fósforo, a la consolidación de fracturas y pseudofracturas, y a una mejora sostenida de los principales trastornos musculoesqueléticos y en la deambulación8-10.
Referencias
1. Beck-Nielsen SS, et al. Incidence and prevalence of nutritional and hereditary rickets in southern Denmark Eur J Endocrinol 2009 Mar;160(3):491-497.
2. Beck-Nielsen SS, et al. FGF23 and its role in X-linked hypophosphatemia-related morbidity Orphanet J Rare Dis. 2019;14(1):58.
3. Skrinar A, Dvorak-Ewell M, Evins A, et al. The Lifelong Impact of X-Linked Hypophosphatemia: Results From a Burden of Disease Survey. J Endocr Soc. 2019;3(7):1321-1334. Published 2019 May 7. doi:10.1210/js.2018-00365
4. Brandi ML, et al. Efficacy of Burosumab in Adults with X-linked Hypophosphatemia (XLH): A Post Hoc Subgroup Analysis of a Randomized Double-Blind Placebo-Controlled Phase 3 Study. Calcif Tissue Int. 2022 Oct;111(4):409-418. doi: 10.1007/s00223-022-01006-7.
5. Glorieux FH, et al. Potential influences on optimizing long-term musculoskeletal health in children and adolescents with X-linked hypophosphatemia (XLH). Orphanet J Rare Dis. 2022;17(1):30.
6. Haffner D, Emma F, Eastwood DM, et al. Clinical practice recommendations for the diagnosis and management of X-linked hypophosphataemia. Nat Rev Nephrol. 2019;15(7):435-455. doi:10.1038/s41581-019-0152-5
7. Aljuraibah F, et al. An Expert Perspective on Phosphate Dysregulation With a Focus on Chronic Hypophosphatemia. J Bone Miner Res. 2022;37(1):12–20.
8. Insogna KL, et al. A Randomized, Double-Blind, Placebo-Controlled, Phase 3 Trial Evaluating the Efficacy of Burosumab, an Anti-FGF23 Antibody, in Adults With X-Linked Hypophosphatemia: Week 24 Primary Analysis. J Bone Miner Res. 2018;33(8):1383–1393.
9. Portale AA, et al. Continued Beneficial Effects of Burosumab in Adults with X-Linked Hypophosphatemia: Results from a 24-Week Treatment Continuation Period After a 24-Week Double-Blind Placebo-Controlled Period. Calcif Tissue Int. 2019;105(3):271–284.
10. Briot K, et al. Burosumab treatment in adults with X-linked hypophosphataemia: 96-week patient-reported outcomes and ambulatory function from a randomised phase 3 trial and open-label extension. RMD Open. 2021;7(3):e001714.