Redacción Farmacosalud.com
El Ministerio español de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha dado luz verde a Ocrevus® (ocrelizumab), de la compañía Roche, el primer fármaco que ha demostrado ser eficaz en las formas con brotes de la enfermedad, como son la remitente-recurrente (EMRR) y secundaria progresiva con brotes (EMSP), así como en la primaria progresiva (EMPP). Para la forma primaria progresiva de la patología, subtipo que representa el 10% de los casos y que evoluciona rápidamente hacia una incapacidad irreversible, ocrelizumab se erige como la primera y única opción terapéutica con indicación aprobada. Así, en el ámbito de la EMPP, el nuevo medicamento consigue ralentizar la progresión de la discapacidad en un significativo porcentaje de pacientes y en algunos de ellos incluso logra mejorarla, hasta el extremo de conseguir devolver la facultad de correr.
A modo de ejemplo concreto y real, figura una persona que había debutado joven en la patología y que presentaba un cuadro de 2-3 años de debilidad en la pierna. Este paciente fue incluido en un ensayo clínico tras comprobarse fehacientemente que padecía esclerosis múltiple primaria progresiva. “Tenía debilidad en la pierna, lo que le hacía cojear al caminar y le impedía correr, pero con el tratamiento ha ido adquiriendo fuerza en la extremidad y ahora puede jugar al fútbol con sus hijos”, explica a www.farmacosalud.com el Dr. Ángel Pérez Sempere, jefe de sección de Neurología del Hospital General Universitario de Alicante. “Tampoco hay que crear falsas expectativas… simplemente hay que decir que, en algunos pacientes de EMPP, ocrelizumab puede mejorar la discapacidad”, recuerda el galeno.
Medicamento autorizado y reembolsado por el Sistema Nacional de Salud
Conocida como la enfermedad de las mil caras, la esclerosis múltiple (EM) afecta en España a 47.000 personas y es la principal causa de discapacidad no traumática en adultos jóvenes. Ocrelizumab se administra por vía intravenosa cada seis meses, sin que sea necesario efectuar controles de rutina entre dosis. La nueva molécula supone, además, un cambio de paradigma en el abordaje de la EM gracias a su innovador mecanismo de acción, dado que es el primer fármaco modificador de la enfermedad que actúa selectivamente eliminando las células B CD20+, un tipo específico de células del sistema inmunológico que tienen un papel clave en la patogenia de la EM y que contribuyen al daño de la mielina y los axones, causando discapacidad en los afectados.
Ocrelizumab ha sido autorizado y reembolsado por el Sistema Nacional de Salud como tratamiento para pacientes adultos con formas recurrentes de esclerosis múltiple con enfermedad activa definida por características clínicas o de imagen, y para aquellos con la forma primaria progresiva en fase temprana, en referencia a la duración de la patología y al nivel de la discapacidad, y que presenten actividad inflamatoria en las pruebas de imagen.
Cuando se habla de fase temprana de EMPP, se alude a personas con edades no avanzadas -por debajo o hasta los 55 años- y que tengan entre 10-15 años de evolución de la afección, según el grado de discapacidad. “En este grupo de pacientes se ha visto que el fármaco es claramente eficaz. Eso no quiere decir que en pacientes con edades más avanzadas o con formas no tan tempranas de la enfermedad no pueda ser eficaz, pero -en EMPP- el ensayo clínico sólo ha demostrado su eficacia en ese grupo”, precisa el Dr. Pérez Sempere.
Según Federico Plaza, director de Corporate Affairs de Roche Farma España, “el desarrollo de Ocrevus® es una muestra más del compromiso de Roche por dar respuesta a necesidades médicas no cubiertas, aportando enfoques innovadores fruto de su decidida apuesta por la investigación y por el conocimiento de la biología molecular de enfermedades, como la esclerosis múltiple, con un importante impacto en el día a día de quienes las padecen”. “La aprobación de Ocrevus® en España supone un importante avance -asegura-, ya que estamos poniendo a disposición de los pacientes con EMPP el primer fármaco que ha demostrado ser eficaz en esta forma de la enfermedad, en la que la discapacidad avanza más rápido. Y, en el caso de las formas recurrentes, estamos proporcionando una nueva forma muy eficaz de controlar la actividad y progresión de la enfermedad, con un buen perfil de seguridad”.
Sobre los ensayos OPERA y ORATORIO
La autorización de Ocrevus® se ha basado en los resultados de tres ensayos clínicos fase III del programa de investigación ORCHESTRA, que ha contado con la participación de 19 hospitales españoles, y en el que se ha evaluado a 2.388 pacientes que alcanzaron el objetivo primario y la mayoría de los secundarios. Los datos de dos ensayos clínicos fase III idénticos en pacientes con EM con brotes (OPERA I y OPERA II), mostraron que Ocrevus® presenta una eficacia superior con alrededor de un 80% de pacientes libres de brotes y una progresión significativamente más lenta de la afección en comparación con dosis altas de interferón β-1a durante el período de tratamiento controlado de 96 semanas. Ocrevus® también incrementó significativamente la probabilidad relativa de los pacientes de alcanzar la ausencia de actividad de la enfermedad (NEDA) (lesiones cerebrales, brotes y progresión de la discapacidad) en un 64% en el estudio OPERA I y en un 89% en el OPERA II comparado con dosis altas de interferón β-1a (p<0,0001 y p<0,0001).
En el ensayo clínico fase III en pacientes con EMPP (ORATORIO), Ocrevus® redujo significativamente la progresión de la discapacidad y los signos de actividad de la enfermedad (lesiones en Resonancia Magnética) en comparación con placebo a 120 semanas, siendo así, el primer fármaco que ha demostrado eficacia en pacientes con EMPP. Los pacientes tratados con Ocrevus® tuvieron un 24% menos de probabilidades de sufrir progresión de la discapacidad confirmada a 12 semanas y un 25% menos probabilidades de tener progresión de la discapacidad confirmada a 24 semanas (p=0,0321 y p=0,0365, respectivamente). Ocrevus® también ralentizó significativamente la progresión del deterioro de la marcha en un 29,4%, medido por el tiempo requerido para caminar 25 pies, en comparación con el placebo (p=0,0404).
“La llegada de Ocrevus® supone el cumplimiento de un anhelo que teníamos tanto las personas con EMPP como los neurólogos y científicos dedicados a la EM”, señala el Dr. Xavier Montalban, director del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña en el Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona), catedrático de la Universidad de Toronto, director de la División de Neurología de Toronto y del BarLo MS Centre, líder del estudio en EMPP en España y primer firmante del trabajo publicado en la más prestigiosa revista en medicina, el ‘New England Journal of Medicine’. “Podemos decir -prosigue- que la lucha contra la EMPP ha completado su primera victoria al modificar de forma positiva el curso natural de la enfermedad con los beneficios que ello conlleva para la vida de miles de personas que hasta ahora experimentaban una progresión de la enfermedad. La siguiente gran victoria será conocer con exactitud las causas y los mecanismos de la EM, de manera que podamos prevenirla y, eventualmente, erradicarla, así como identificar estrategias neuroprotectoras y neuroregeneradoras”.
A juicio del Dr. Montalban, “el tratamiento de la EM llega, con Ocrevus®, a la mayoría de edad. Y lo hace, además, mediante una forma de administración que implica tan solo 2 días al año. Esto permite a las personas que viven con EM llevar una vida laboral y familiar con mínima interferencia causada por la pauta terapéutica. El abanico de opciones de tratamientos para la EM, podemos afirmar, es ahora más completo para todos los perfiles de esta enfermedad de las mil caras, dando un sentido profundo al concepto de medicina personalizada”.
Para el Dr. Pérez Sempere, la novedosa terapia aporta tres ventajas al paciente con esclerosis múltiple: la primera es una alta eficacia; la segunda es la seguridad, es decir, una baja incidencia de efectos secundarios avalada por la experiencia clínica del seguimiento durante varios años en los ensayos clínicos, y la tercera, la comodidad, en el sentido de que el tratamiento interfiere poco en la vida cotidiana del paciente. Asimismo, a través de un comunicado de Roche, el especialista insiste en el hecho de que es el único medicamento “que ha demostrado su eficacia tanto en la esclerosis múltiple en brotes como en la esclerosis múltiple primaria progresiva”.
“Comparado con otros tratamientos, es difícil encontrar otro fármaco que reúna las tres características mencionadas: alta eficacia, seguridad y comodidad. Hay fármacos que son cómodos de administrar, pero con dudas acerca de su seguridad a largo plazo, y otros fármacos que también son eficaces, pero con mayor riesgo de efectos secundarios y que requieren controles muy frecuentes”, especifica Pérez Sempere.
Efectos secundarios y contraindicaciones
Los principales efectos secundarios asociados a ocrelizumab son básicamente de dos tipos:
• Reacciones a la infusión. Ocrelizumab se administra en el Hospital de Día vía infusión intravenosa, y puede haber reacciones a la infusión. “De hecho, para prevenirlas, los pacientes se premedican con una combinación de fármacos (paracetamol, antihistamínico y dosis bajas de corticoides). Con esta premedicación, el riesgo de sufrir dichas reacciones es muy bajo”, afirma el Dr. Pérez Sempere.
• Un mayor riesgo de infecciones. No obstante, ese mayor riesgo se ha visto que es muy bajo porque “el fármaco es muy selectivo, es decir, actúa sólo sobre linfocitos B, por lo que en la mayoría de los pacientes la cifra de neutrófilos o de linfocitos T se mantiene normal”, apunta el experto.
Por lo que respecta a las contraindicaciones de ocrelizumab, son las siguientes:
• Tener una neoplasia activa (por si la inmunodepresión pudiera influir negativamente en el paciente con cáncer)
• Infecciones activas (por poner un ejemplo, no se puede tratar con ocrelizumab a pacientes con hepatitis B activa, hasta que no se haya controlado la hepatitis)
Un fármaco con historia
Tal y como relata Federico Plaza, Ocrevus® es, además, “un fármaco con una historia de intuición y extraordinario esfuerzo investigador detrás”. Su desarrollo tiene su origen cuando el actual jefe de Neurología de la Universidad de California en San Francisco, Stephen Hauser, solo era un residente y atendió a una joven a la que la EM, en poco tiempo, había paralizado la mitad de su cuerpo. Conmovido por este caso, Hauser decidió dedicar su carrera a buscar nuevas opciones terapéuticas que permitieran tratar de una manera eficaz la EM. Sus investigaciones hace 20 años demostraron que las células T no eran la única causa posible de la enfermedad y determinaron el importante papel que juegan las células B en su patogenia.
“Ante esta situación, Hauser decidió buscar apoyos para investigar nuevas moléculas que atacasen las células B y Roche asumió el riesgo con él. Sus investigaciones han permitido desarrollar Ocrevus® y han logrado demostrar que actuar sobre las células B puede ayudar a muchos pacientes a frenar la actividad y la progresión de la enfermedad, y evitar así el avance de la discapacidad. Gracias a ello, hoy podemos ofrecer una opción eficaz a casi todos los pacientes con cualquier forma de EM”, subraya el director de Corporate Affairs de Roche.
Sobre Ocrelizumab
Ocrelizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado diseñado para actuar selectivamente sobre los linfocitos B CD20+. Estos linfocitos son un tipo específico de células inmunitarias que podrían contribuir de forma clave al daño en la mielina (que aísla los impulsos eléctricos de las células nerviosas o neuronas) y en los axones (una parte de las neuronas), lo que puede provocar discapacidad en las personas con EM. Estudios preclínicos indican que ocrelizumab se une a la proteína CD-20 presente en determinadas células B, pero no en células madre hematopoyéticas ni plasmáticas, con lo que se mantiene intacta la capacidad de reconstitución y memoria del sistema inmunológico.
Ocrelizumab se administra por perfusión intravenosa cada seis meses; la primera dosis, en dos perfusiones de 300 mg administradas con dos semanas de diferencia, y las posteriores, en una única perfusión de 600 mg.