Redacción Farmacosalud.com
El Centro Médico Teknon (Barcelona), del grupo Quirónsalud, pone en funcionamiento el Instituto de Neurociencias Teknon, instalación que dispondrá de equipos para la realización de cirugía de ablación cerebral por láser, una técnica novedosa que se utiliza para el tratamiento de la epilepsia principalmente, pero que también permite tratar una larga lista de tumores y de lesiones neurológicas. Una de las grandes ventajas de la ablación por láser es que recorta considerablemente los períodos de hospitalización postoperatoria (hasta 4 días) y de retorno a las actividades cotidianas del paciente (hasta tres semanas), lo que permite iniciar antes procedimientos de radioterapia y quimioterapia.
El Instituto de Neurociencias Teknon desarrollará terapias para patologías complejas ofreciendo un circuito rápido y ágil para sus usuarios. El centro contará no sólo con las instalaciones y tecnologías más innovadoras, sino también con un equipo de profesionales de reconocido prestigio. Así, el Dr. Gerardo Conesa, especialista en neurocirugía, será quien dirija el nuevo Instituto, en el que se llevarán a cabo tratamientos para todo tipo de enfermedades del sistema nervioso central y la columna vertebral.
Gliomas, metástasis cerebrales, meningiomas…
La apuesta decidida del Grupo Quirónsalud por la inversión en alta tecnología permitirá que el nuevo centro cuente con el mejor equipamiento disponible en la actualidad para el tratamiento de los pacientes, lo que posibilitará mejorar notablemente la seguridad de los procedimientos y, al mismo tiempo, incrementar el tipo de patologías a abordar. Uno de sus principales puntales es la capacidad de realizar cirugía de ablación cerebral por láser. “Esta es una técnica novedosa que se está utilizando para el tratamiento de la epilepsia principalmente, pero que también nos permitirá tratar una larga lista de tumores y de lesiones por radioterapia. Es un abordaje totalmente novedoso en nuestro país para la neurooncología, en el que seremos pioneros”, comenta mediante un comunicado el Dr. Conesa, quien señala también que con toda esta tecnología de última generación se pueden realizar con gran seguridad cirugías cerebrales y espinales.
Aparte de la epilepsia, la ablación con láser sirve también para abordar tumores cerebrales como gliomas, metástasis cerebrales, meningiomas, patología vascular como los angiomas cavernosos, y algunos casos de radionecrosis postradioterapia.
Hasta ahora, la cirugía convencional para afecciones cerebrales se ha venido llevando a cabo mediante microcirugía con apertura craneal (craneotomía), y radiocirugía o radioterapia muy focalizada, que “son alternativas en las que participamos activamente los neurocirujanos. En unos seis meses, aproximadamente, ponemos en marcha en el Instituto de Neurociencias los tratamientos de radioterapia intraoperatoria para recidivas de gliomas y para metástasis, principalmente”, explica Conesa.
Cirugías híbridas para superar las limitaciones de cada técnica
“No está bien establecido que la cirugía con ablación láser sea superior a la microcirugía convencional mediante microcirugía y craneotomía -admite el experto-. Sin embargo, el acceso a la lesión es completamente distinto en ambos procedimientos, con limitaciones también con frecuencia complementarias. Por ello, se están llevando a cabo también cirugías híbridas, en las que las partes más profundas se ablacionan con láser y se realiza una exéresis de la parte más superficial. Con estos abordajes híbridos se evitan edemas postoperatorios importantes y se accede a tumores de mayor tamaño”, remarca el Dr. Conesa. Uno de los inconvenientes de la ablación láser es la limitación del volumen de tratamiento, medida que persigue evitar la formación de edemas severos, dado que el aumento de temperatura puede favorecer la apertura de barrera hematoencefálica y el edema cerebral.
De todos modos, Conesa destaca que la cirugía de ablación cerebral por láser presenta “un postoperatorio de hospitalización y de reanudación de actividades acortado, que suele ser de unas 48 horas y de una semana aproximadamente, contra los 6 días y un mes” de las técnicas quirúrgicas clásicas. Todo ello facilita el hecho de poder “iniciar antes los procedimientos de radioterapia y quimioterapia. Los riesgos de la cirugía láser son similares a los de la cirugía convencional en términos de función neurológica, estando relacionados con la ubicación del tumor y la zona de ablación o extirpación. Los riesgos de infección y hemorragia quirúrgica son algo menores con la cirugía láser”, señala el facultativo a través de www.farmacosalud.com.
12 Unidades Funcionales
El nuevo centro estará compuesto por unidades funcionales, una especie de estructuras organizativas donde habrá profesionales centrados en un aspecto concreto de la patología y en el paciente que la sufre. “El objetivo es que se integren las distintas informaciones y visiones multidisciplinares para enriquecer el diagnóstico y el tratamiento”, detalla. De igual modo, se busca implementar protocolos, agilizar circuitos asistenciales, crear bases de datos, revisar y actualizar la información científica relevante e implementar nuevos procedimientos y nuevas tecnologías. En total, el Instituto de Neurociencias Teknon contará con doce unidades funcionales: Columna Compleja y Escoliosis, Memoria, Epilepsia, Neuromodulación Quirúrgica de Trastornos Mentales, Neurocirugía Pediátrica, Cirugía de Base de Cráneo, Neurovascular, Neurooncología Quirúrgica, Enfermedad de Parkinson y Trastornos del Movimiento, Cefaleas y Dolor Craneofacial y Cirugía del Sistema Nervioso Periférico. Al frente de cada una de estas unidades funcionales habrá un director, que será siempre un especialista de reconocido prestigio.
La nueva instalación, además de ofrecer un servicio asistencial de primer orden en patologías neurológicas de alta complejidad, basará también su actividad en programas de investigación y docencia con el propósito de avanzar en las formas de prevenir, tratar y combatir las enfermedades tanto de la columna como del sistema nervioso central. “Para llegar a la excelencia, no basta sólo con disponer de los mejores profesionales o realizar las operaciones más complejas. La investigación y la docencia son también necesarias. En el nuevo Instituto de Neurociencias será posible que los profesionales que en él se integren lleven a cabo también su labor de investigación, y realicen ensayos clínicos que nos permitan avanzar en la aplicación de nuevos tratamientos”, declara.
En escena, la plataforma robotizada Kinevo
El Instituto de Neurociencias dispone asimismo de una plataforma robotizada Kinevo, desarrollada por la marca Zeiss. Se trata de un innovador sistema robotizado de visualización de alto rendimiento que ofrece nuevos niveles de precisión gracias a la incorporación de las últimas innovaciones en un sistema totalmente integrado. Esta plataforma, que combina asistencia de movimiento de última generación, capacidades de visualización digital 2D y 3D con calidad 4K y una herramienta integrada de microinspección, da la oportunidad de visualizar estructuras que antes no se podían observar. Todos estos avances permiten ampliar el tipo de intervenciones quirúrgicas de neurocirugía que se llevarán a cabo, e incorporar también nuevas técnicas de resección tumoral.
Por último, la posibilidad de llevar a cabo cirugías en el quirófano híbrido posibilita la realización de procedimientos mixtos endovasculares y de microcirugía de aneurismas cerebrales, malformaciones arteriovenosas (MAVs) cerebrales y fístulas arteriovenosas (FAV). También se puede comprobar el cierre microquirúrgico del aneurisma operado y de la MAV extirpada o FAV interrumpida, ya en el mismo quirófano.
“Solamente con la tecnología no es suficiente. Es de destacar el enorme valor del equipo profesional que compondrá el Instituto de Neurociencias Teknon. Ellos son los que harán posible sacar el mayor beneficio posible de toda esta tecnología, e ir ampliando los servicios que podremos ofrecer a nuestros pacientes”, apunta Conesa. Asimismo, en un futuro a corto plazo se espera empezar con programas de radioterapia intraoperatoria, y también tratamientos de enfermedades psiquiátricas como el trastorno obsesivo compulsivo o la depresión, que se pondrán en marcha gracias a la colaboración con el ITA, una red asistencial especializada en salud mental.