Redacción Farmacosalud.com
Las compañías Abbott y Coroventis han desarrollado el primer sistema cardiovascular diseñado para el diagnóstico de la disfunción microvascular coronaria (DMC) a través de sensores de temperatura y de flujo sanguíneo. Gracias a su asociación con Coroventis, Abbott es la única compañía del sector capaz de emplear estos indicadores para el diagnóstico de la disfunción microvascular coronaria. La DMC es una de las posibles causas más comunes de la angina de pecho asociada con un flujo sanguíneo reducido al corazón. El origen de esta dolencia se produce cuando las pequeñas arteriolas que se ramifican desde las arterias principales del corazón no pueden regular adecuadamente la distribución de la sangre que fluye al corazón.
La disfunción microvascular coronaria es una enfermedad infradiagnosticada debido a la falta de sistemas de diagnóstico que sean capaces de detectarla de manera precisa. En la actualidad, el 59% de los pacientes que ingresan en el laboratorio de cateterismo para ser intervenidos tienen poca o ninguna obstrucción coronaria. Esto se produce porque las pruebas de diagnóstico no invasivo que se realizan no tienen la capacidad de descifrar el origen de las enfermedades relacionadas con el flujo sanguíneo en las arterias coronarias. A partir de ahora, los cardiólogos intervencionistas podrán diagnosticar de manera más exhaustiva y con gran precisión tanto esta dolencia como la enfermedad epicárdica.
Los sensores miden la rapidez con la que la sangre fluye a través de la arteria
El novedoso sistema que acaba de aterrizar en Europa, siendo España el primer país en implantarlo, es el resultado de la unión de dos tecnologías únicas: PressureWire X de Abbott y el sistema de Coroventis CoroFlow. El Pressure Wire X es la única guía de presión de fisiología con un sensor de temperatura integrado que se utiliza para medir el flujo sanguíneo con el método de termodilución. Con este método, los sensores miden la rapidez con la que la sangre fluye a través de la arteria inyectando suero salino a temperatura ambiente. De esta forma, es capaz de medir dos parámetros necesarios para el diagnóstico de la disfunción microvascular coronaria: la Reserva de Flujo Coronario (CFR) y el Índice de Resistencia Microvascular (IMR).
Por otro lado, CoroFlow es una tecnología de Coroventis que ha sido diseñada en exclusiva para trabajar con el dispositivo de Abbott. Se trata del componente de hardware CoroHub, que recibe señales inalámbricas del PressureWireX y de la WiBox de Abbott, y un software CoroFlow que se encarga de analizar la microcirculación y recopilar los datos de IMR y CFR para que el profesional especializado pueda interpretarlos con mayor precisión y desarrollar una estrategia de diagnóstico óptima y personalizada para cada paciente. De esta forma, este sistema de Abbott es el único disponible en el mercado que permite diagnosticar la disfunción microvascular coronaria a través de la medición de estos dos parámetros.
A través de este novedoso y único procedimiento de detección, se cubre la necesidad que reclamaban tanto los pacientes como los cardiólogos intervencionistas de mejorar el diagnóstico de la enfermedad para poder detectarla de manera más temprana y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
La llegada de este sistema de diagnóstico supone una revolución para los especialistas y una bocanada de esperanza para las personas con una disfunción microvascular coronaria, quienes ven que cada año fallecen en todo el mundo más de 17,5 millones de pacientes con una enfermedad cardiovascular como la suya. Este tipo de patologías son la primera causa de muerte en España1.
Referencias
1. Instituto Nacional de Estadística (INE)