Redacción Farmacosalud.com
Brivaracetam (cuyo nombre comercial es Briviact) viene a ser el medicamento ‘velocista’ en el ámbito de la epilepsia: eficaz desde la primera toma (algo que lo diferencia del resto de fármacos antiepilépticos), rápido en llegar al cerebro y, en principio, con una buena capacidad para detener las crisis de una forma precoz. Brivaracetam, de la compañía UCB, es un nuevo antiepiléptico que ya puede ser usado en España tras el visto bueno concedido por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), informa la compañía UCB. El fármaco reduce significativamente la frecuencia de las crisis epilépticas como tratamiento adyuvante para las crisis de inicio parcial en adultos[1]. “Existen datos en ensayos clínicos de doble ciego en los que se muestra una clara ventaja en la reducción de crisis y pacientes sin crisis durante el periodo de estudio. Como característica única, brivaracetam fue diseñado para que la eficacia del fármaco sea patente desde la primera toma”, explica el doctor Manuel Toledo, neurólogo y epileptólogo del Hospital Vall d’Hebron (Barcelona), y uno de los investigadores en los estudios clínicos sobre Briviact.
En epilepsia existen, básicamente, dos tipos de crisis:
1-Las de inicio parcial, que son aquellas que se generan en una región del cerebro y a partir de ésta se pueden extender a otras regiones
2-Las generalizadas, que son las que desde el inicio implican a todo el cerebro.
Brivaracetam está indicado como tratamiento adyuvante de las crisis epilépticas de inicio parcial con o sin generalización secundaria (es decir, con o sin propagación a ambos hemisferios cerebrales después de la crisis inicial) en adultos y adolescentes mayores de 16 años que padecen epilepsia[2] “Una crisis epiléptica de inicio parcial puede permanecer restringida en una región del cerebro, o bien propagarse a todo el cerebro, fenómeno que se designa como generalización secundaria. Por eso, brivaracetam está indicado como tratamiento de las crisis parciales cuando ha fracasado una terapia previa, independientemente de si las crisis tienen una generalización secundaria o no”, detalla Toledo. De hecho, se calcula que más del 30% de la población mundial que padece epilepsia es refractaria a los tratamientos disponibles hasta ahora.
En epilepsia, terapia adyuvante implica tratamiento añadido
En cuanto a las propiedades adyuvantes del nuevo fármaco, el neurólogo del Hospital Vall d’Hebron señala que, en epilepsia, “terapia adyuvante implica tratamiento añadido. Es decir, cuando un paciente con epilepsia no responde o tiene mala tolerancia a un tratamiento antiepiléptico, se debe añadir otro tratamiento. Por lo tanto, el brivaracetam se debe utilizar cuando un paciente no consigue controlar su epilepsia a pesar del uso de al menos un fármaco antiepiléptico previo”.
Los tratamientos antiepilépticos se deben iniciar a dosis bajas para ir subiéndolas poco a poco hasta dosis terapéuticas en función de su eficacia y tolerabilidad en cada paciente. Precisamente ahí es donde brivaracetam adquiere gran ventaja, ya que, a diferencia de otros antiepilépticos, con brivaracetam no hace falta iniciar la terapia a dosis bajas para ir incrementándolas hasta alcanzar la eficacia y tolerabilidad adecuadas para el enfermo. O sea, el nuevo fármaco empieza a dar resultados desde el primer día de administración. “Efectivamente -asiente el doctor en declaraciones a www-farmacosalud.com-, los resultados de eficacia del brivaracetam en los ensayos clínicos son alentadores respecto a la probabilidad del control de crisis. Sin embargo, hay otras ventajas significativas del fármaco que aportan un gran valor para la calidad de vida del paciente. Como bien se plantea, brivaracetam es efectivo desde la primera dosis del fármaco y no se debe esperar un tiempo de incremento de dosis para esperar resultados. Además de esta ventaja sobre su precursor, el levetiracetam, el nuevo fármaco tiene un tiempo de llegada al cerebro mucho más rápido y una afinidad por el mecanismo de acción superior, lo que en principio le conferirá una buena capacidad para detener las crisis de una forma precoz”.
Así pues, como novedad, brivaracetam permite iniciar el tratamiento directamente con una dosis efectiva, de modo que los pacientes pueden beneficiarse de su acción terapéutica desde el día 1 de tratamiento. A partir de aquí, los clínicos podrán aumentar o reducir las dosis en función de la respuesta y tolerabilidad de cada enfermo. Según UCB, Briviact® presenta, además, las siguientes credenciales:
• Perfil de eficacia y seguridad mejorado respecto a otras alternativas terapéuticas (con un porcentaje de retención del 80% a los doce meses)[1].
• Mejor perfil de interacciones siendo un fármaco limpio y cómodo para combinar con otra terapia antiepiléptica.
• Amplio rango de formas farmacéuticas bioequivalentes e intercambiables entre sí (comprimidos, solución oral y formulación intravenosa)[2].
Efectos adversos de fácil manejo por parte de los neurólogos
Para Toledo, el perfil de seguridad del nuevo antiepiléptico “es uno de los aspectos en los que se muestra como un fármaco en el que se puede confiar. Los efectos adversos que con mayor frecuencia se han mostrado son los genéricos de la clase farmacológica, es decir, somnolencia, mareo… Además, son efectos adversos de fácil manejo por parte de los neurólogos. Uno de los datos que afortunadamente tenemos los clínicos sobre el brivaracetam es la larga experiencia acumulada: existen pacientes expuestos al fármaco durante más de 10 años y no se prevén efectos adversos acumulativos del fármaco a medio plazo”.
En concreto, indica UCB, los acontecimientos adversos más frecuentes registrados (≥ 5%) con este fármaco han sido somnolencia (15,2%), mareo (11,2%), cefalea (9,6%) y fatiga (8,7%)[3]. En los ensayos realizados con este medicamento se han incluido a más de 3.000 personas.
En un futuro brivaracetam podría tener indicación para niños epilépticos
El doctor Toledo remarca que, hasta ahora, brivaracetam “solo está indicado en pacientes con epilepsia con crisis de inicio parcial mayores de 16 años”. De acuerdo con el epileptólogo, “no existe ninguna contraindicación formal” para este fármaco en el sentido de que haya “un incremento de riesgo de salud para el paciente. No obstante, no está recomendado por falta de experiencia en epilepsia generalizada, mujeres gestantes, status epilepticus o edad pediátrica”.
Con todo, el especialista no descarta que, en un futuro, brivaracetam pueda tener una indicación para niños epilépticos: “No hay nada que haga pensar que existen riesgos asociados al uso de brivaracetam en población pediátrica. Pero nuestra obligación es ejercer la medicina basada en la evidencia, es decir, se deben hacer los ensayos correspondientes del fármaco en la población que interesa para demostrar que, en este caso los niños, se pueden beneficiar del uso de brivaracetam. En este sentido, creo que la compañía propietaria de la molécula está haciendo avances para que también los niños se puedan beneficiar de su utilización”.
El nuevo medicamento, disponible en tres formulaciones
Briviact® es una proteína ligando selectiva de alta afinidad de la vesícula sináptica 2A (SV2A). Está disponible en tres formulaciones (comprimidos recubiertos con película, solución oral y solución para inyección/infusión)[2], lo que permite una mayor facilidad de administración. La aprobación del medicamento por parte de la Comisión Europea se ha basado en los datos combinados de tres estudios fundamentales de fase III (N01252, N01253 y N01358), en los que Briviact® ha demostrado reducciones estadísticamente significativas en la frecuencia de crisis de inicio parcial durante 28 días con respecto a placebo (19,5%, 24,4% y 24,0% para BRIVIACT® 50, 100 y 200 mg/día, respectivamente, p < 0,01)[3]. La proporción de pacientes con una reducción del 50 por ciento o superior en la frecuencia de crisis de inicio parcial fue del 34,2 por ciento (a dosis de 50 mg/día), 39,5 por ciento (con 100 mg/día) y de 37,8 por ciento (con 200 mg/día), frente al 20,3 por ciento con placebo (p < 0,01 para todos los grupos)[3].
La epilepsia es un trastorno neurológico crónico que afecta a aproximadamente 65 millones de personas en el mundo, 7 millones de ellas en Europa. En España, se calcula que esta patología puede afectar a más de 500.000 personas. Aunque la epilepsia puede estar ligada a diversos factores, cualquiera puede desarrollar esta enfermedad.
El misterio de las crisis epilépticas y Pokémon
Por otro lado, un estudio recientemente publicado ayuda a entender el fenómeno ocurrido en los años 90, en el que cientos de niños japoneses sufrieron ataques epilépticos mientras veían un capítulo de ‘Pokémon’, informa la Universidad Pompeu Fabra (UPF). En 1997, las luces parpadeantes de un episodio de Pokémon provocaron ataques epilépticos en casi 700 niños japoneses. Estos brotes espontáneos en menores aparentemente sanos se vincularon con la llamada ‘epilepsia fotosensitiva’, un tipo de epilepsia en el que ciertos estímulos visuales provocan las convulsiones. Ahora, investigadores de la UPF, la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC)[Barcelona] y la Universidad de Exeter (Reino Unido) proponen una explicación a la aparición de las convulsiones epilépticas ante la exposición a ciertos estímulos. Los resultados del estudio aparecen en la revista ‘NeuroImage’.
Según la investigación, la estimulación visual con frecuencias cercanas a los ritmos alfa (presente en el episodio de Pokémon) puede interferir con la actividad alfa natural de la corteza visual del cerebro, llevando a un aumento de la amplitud de las descargas y pudiendo desencadenar convulsiones epilépticas. Para entender este fenómeno, podemos compararlo con lo que sucede cuando empujamos a un niño en un columpio. Si lo empujamos a la misma frecuencia que la frecuencia de balanceo, el columpio oscilará con mayor amplitud y el niño subirá más y más, hasta el punto que podría incluso caer. Esta caída es una analogía a la crisis epiléptica que puede ocurrir en el cerebro cuando se expone a la estimulación con unas frecuencias determinadas. En la serie de dibujos Pokémon, las luces destellaban a una frecuencia de 12Hz. “El ritmo alfa del cerebro es de 8-12Hz y los dibujos animados estaban mostrando exactamente la frecuencia alfa de 12Hz. Este fenómeno coincide con los resultados de nuestra investigación,” comenta el autor del estudio, Maciej Jedynak.
Referencias
1. Toledo M, Whitesides J, Schiemann J, et al. Safety, tolerability, and seizure control during long-term treatment with adjunctive brivaracetam for partial-onset seizures. Epilepsia. 201607;57(7):1139-1151.
2. Ficha técnica de BRIVIACT® (Brivaracetam) Rev.00 (Sep/2016)
3. Ben-Menachem E, Mameniškienė R, Quarato PP, Klein P, Gamage J, Schiemann J, Johnson ME, Whitesides J, McDonough B, Eckhardt K. et al. Neurology. 2016 Jul 19;87(3):314-23.