Readacción Farmacosalud.com
Para prevenir los efectos del neumococo existe un perfil de vacunas clásicas, las polisacáridas, que se usan “frente a 23 serotipos (del neumococo), y una vacuna con aspectos mucho más novedosos y más interesantes desde el punto de vista de calidad de la respuesta inmunógena, que son las vacunas conjugadas: hay una de 10 serotipos y otra frente a 13 serotipos”, comenta el doctor Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV). “Las vacunas conjugadas, sin lugar a dudas, son una aportación tremendamente estimulante en cuanto a la calidad de respuesta preventiva que podemos dar a la infección de este microorganismo”, es decir, “suponen una innovación importante en cuanto a la calidad de la respuesta inmunógena”, añade el doctor. Entre las virtudes de las vacunas conjugadas se encuentra la generación de “memoria inmunógena”, al tiempo que “tienen un perfil de administración a edades en las que era imposible actuar con las vacunas polisacáridas”, por lo que “se pueden aplicar en calendarios vacunales en el primer año de vida, cosa que no era posible realizar con las vacunas polisacáridas”.
En el vídeo que sigue a continuación, el presidente de la AEV precisa quién debe recibir la vacuna antineumocócica conjugada trece-valente, un preparado que “claramente debería estar incluido en los calendarios vacunales”.
“El neumococo, con responsabilidad evidente en numerosas muertes”
Según el experto, “el neumococo es un microorganismo bacteriano que tiene una responsabilidad evidente como causa de enfermedad y como responsable de la mortalidad de numerosos ciudadanos, sobre todo en las dos edades extremas de la vida: la primera infancia y las edades finales del desarrollo vital de las personas”. En las primeras fases de la vida, el neumococo tiene una incidencia elevada pero una mortalidad menor que en las últimas fases de la vida, en las que la incidencia no es tan elevada como en las primeras fases pero la mortalidad es mayor. El neumococo se caracteriza por tener varios serotipos.
En cuanto a las pautas vacunales, el doctor García Amos detalla que, en niños, si el preparado está incluido en los calendarios vacunales de un país, “las pautas serán dos dosis en el primer año de vida y una dosis de recuerdo en el segundo año de vida”. “Si la vacuna no está incluida en los calendarios vacunales de un país -continúa el doctor- y por lo tanto forma parte de la prescripción privada que hace un profesional o una prescripción desde el sector público que hace un profesional concreto a un niño concreto, en este caso necesitaría tres dosis en el primer año de vida y una dosis de recuerdo en el segundo año de vida. La pauta vacunal en población adulta depende de varios factores: si se ha recibido anteriormente una vacuna polisacárida frente a los 23 serotipos o no. Desde esa perspectiva, las posibilidades de implementación de la vacuna dependen de varios factores. En cualquier caso, está perfectamente protocolizado y los profesionales sanitarios saben y tienen meridianamente claro qué pauta deben seguir en la población adulta en función de los antecedentes vacunales o no que tenga ese adulto con respecto a una vacuna frente al neumococo que se pudiera haber administrado anteriormente… en este caso estoy hablando de la polisacárida versus conjugada”.