Redacción Farmacosalud.com
El LVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), celebrado recientemente en Málaga, ha puesto de manifiesto la necesidad de vertebrar las denominadas UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) de Resucitación. Estas unidades, dimensionadas según el tamaño de los hospitales, se encargan de la primera atención de los procesos relacionados con el enfermo traumático, el neurocrítico, el séptico, el cardiaco agudo, el intoxicado, etc. con el objetivo de lograr la estabilidad inicial del paciente. De acuerdo con el Dr. Mario Chico, responsable del Registro RETRAUCI de SEMICYUC, las UCI de Resucitación “no son un modelo muy extendido en nuestro país”.
Estos equipos plantean “muchos beneficios desde el punto de vista de la rápida actuación sobre el paciente crítico desde la urgencia, el medio prehospitalario u hospitales de otro nivel a hospitales terciarios de referencia. El que sea un modelo entre diferentes servicios de un hospital, con localizaciones en los servicios de urgencia, en muchos casos cortos de espacios y saturados, y con complejidad administrativa, asistencial y muy dinámicos, dificulta su comprensión por los gestores y, en ocasiones, su implantación”, sostiene el Dr. Chico a través de www.farmacosalud.com.
La motivación, factor esencial para poder trabajar en las UCI de Resucitación
Los especialistas que quieran trabajar en este tipo de unidades deben ser profesionales “especialmente motivados para la atención de emergencia de los pacientes críticos", remarca el facultativo. Deben ser profesionales, además, "seducidos por la toma de decisiones y el trabajo en equipo (que es característico del trabajo en la UCIs)” y a los que no les importe desarrollar su labor “en situaciones de especial complejidad y con la presión del tiempo”, precisa. Si bien las UCI de Resucitación no están muy extendidas en España, hay especialistas que, con la motivación y la formación adecuadas, “pueden adaptarse al trabajo en estas unidades. Desde luego, la especialidad de Medicina Intensiva, con la capacitación de sus profesionales y su mentalidad, es ideal”, afirma el miembro de SEMICYUC.
“Hablamos de unidades de alta rotación de enfermos, muy dinámicas en las estancias, en las que las cargas de trabajo son muy altas y exigen una importante capacidad formativa y competencias muy variadas”, tanto técnicas como humanas, todas ellas inspiradas por el concepto del trabajo en equipo, explica el Dr. Chico, a su vez responsable de la UCI de 'Trauma' del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid. “Se caracterizan por su dinamismo y su capacidad de adaptación a las demandas. Son la navaja suiza de las Unidades de Cuidados Intensivos, y su localización más frecuente e idónea son los departamentos de Urgencias”, detalla mediante un comunicado.
Dar respuesta a las nuevas demandas de atención y calidad asistencial
La pandemia de COVID-19 ha evidenciado la necesidad de establecer una nueva organización de los Servicios de Medicina Intensiva que permita planificar la asistencia más allá de las Unidades de Cuidados Intensivos convencionales. A este respecto, los intensivistas, como expertos en el paciente crítico, asumen la responsabilidad de dar respuesta a las nuevas demandas de asistencia y calidad que exigen profesionales, enfermos y familiares. Y dar la mejor respuesta pasa por impulsar una organización intra y extrahospitalaria en la que se definan los criterios de funcionamiento de, aparte de las UCI de Resucitación, las áreas de Cuidados Semi-Intensivos. También hay que establecer el papel que debe jugar Medicina Intensiva en los equipos de cirugía urgente y en los de respuesta rápida.
“Hay un cambio en nuestro modelo asistencial y necesitamos estratificar la asistencia con una coordinación eficiente con otros profesionales dentro y fuera del hospital, de cara a ofrecer circuitos más efectivos para el paciente grave y potencialmente grave”, explica el Dr. Álvaro Castellanos, presidente de SEMICYUC y jefe de Medicina Intensiva del Hospital Universitario La Fe (Valencia). “Una muestra de esta nueva organización es el papel creciente de los Sistemas de Respuesta Rápida, también conocidos como Servicios Extendidos de Medicina Intensiva. Gracias a ellos podemos establecer dispositivos de vigilancia y apoyo a los pacientes ingresados en las plantas de hospitalización que nos permiten anticipar el deterioro clínico potencial y aplicar lo antes posible una intervención adecuada”, prosigue Castellanos.
Esa detección precoz del deterioro clínico y el ingreso en el momento adecuado permiten optimizar los recursos hospitalarios, mejorar el trabajo en equipo y disminuir la mortalidad de los enfermos “fuera de la UCI”, señala el Dr. Jesús Caballero, jefe de Medicina Intensiva del Hospital Arnau de Vilanova (Lleida). La asistencia debe continuar “después del alta a planta, mediante un seguimiento intrahospitalario e incluso en consultas externas en algunos pacientes seleccionados”, apunta Caballero.
Es también el momento de fomentar la atención telemática en Medicina Intensiva. “La tecnología actual y futura nos puede ayudar a tomar decisiones mejores y más precoces, tanto dentro de la UCI como fuera de ella, tanto dentro del hospital como en centros periféricos y en los sistemas de emergencia extrahospitalaria”, indica el experto. En el caso de las UCI, el servicio telemático incluye la monitorización remota de enfermos, las videoconferencias clínicas de casos, las alarmas a distancia, la gestión de datos y la ayuda a la decisión con modelos predictivos de Inteligencia Artificial (IA).
Consolidación de las Unidades de Cuidados Semi-Intensivos
Otro de los puntos de esta nueva organización de los servicios es la consolidación de las Unidades de Cuidados Semi-Intensivos, también conocidas como Unidades de Cuidados Intermedios o de Semi-Críticos, destinadas a personas que no necesitan el alto nivel de monitorización o soporte de una UCI, pero que requieren más atención y supervisión que los sujetos ingresados en planta. “La Unidad de Cuidados Semi-Intensivos incluye una monitorización remota centralizada, una ratio personal/paciente más alta que en las plantas de hospitalización y acceso a cuidados especializados al contar con especialistas en medicina y enfermería intensiva, así como otros equipos enfocados al paciente crítico”, comenta el Dr. Josep Trenado, jefe de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Mútua Terrassa (Terrassa, en Barcelona).
Los equipos de Cuidados Semi-Intensivos pueden ser independientes de la UCI o integrarse en la misma estructura física. Independientemente del modelo por el que se opte, son servicios que "deben mantener una estrecha relación y contar con la implicación de los intensivistas en el cuidado de los pacientes”, y también ser gestionados “de forma integrada”, manifiesta el Dr. Trenado. El establecimiento de las unidades de Semi-Críticos “debe basarse en las necesidades de los pacientes del hospital y en la capacidad del centro para proporcionar el nivel necesario de atención y supervisión”, apostilla.