Redacción Farmacosalud.com
El Hospital Universitario de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona) pone en marcha una Unidad Funcional Multidisciplinaria PostCovid-19 que nace para responder a las necesidades asistenciales que se prevén puedan tener los pacientes que han pasado una infección por COVID-19. De hecho, se cree que las secuelas que sufrirán podrían prolongarse durante meses. El nuevo servicio, que es pionero en España como grupo multidisciplinar que se dedica a abordar los efectos del coronavirus, engloba profesionales de diferentes áreas hospitalarias y de Atención Primaria. El equipo de la Unidad PostCovid-19 está integrado por profesionales médicos y de Enfermería de los servicios de Neumología, Rehabilitación, Urgencias, Enfermedades Infecciosas, Medicina Interna, Farmacia y Radiodiagnóstico del hospital, y de Atención Primaria.
“Es necesario dar una respuesta y el soporte asistencial adecuado a un relativamente alto porcentaje de pacientes que siguen con síntomas después de pasar la fase aguda del COVID-19. La mayor parte de los pacientes se recuperan completamente, sobre todo si no han requerido ingreso hospitalario. Los que no lo hacen, entre la sintomatología que manifiestan después de haber pasado la fase aguda destaca en mayor o menor grado la falta de aire, el cansancio general y cuadros de tipo miopáticos y/o psicológicos. No sabemos la evolución que van a seguir, el tiempo de recuperación y si es necesario algún tipo de tratamiento específico. Por eso queremos hacer un seguimiento de los pacientes que continúan con síntomas respiratorios o alteraciones en la radiografía pasado un tiempo desde el alta hospitalaria”, explica a www.farmacosalud.com la Dra. Salud Santos, jefa del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Bellvitge.
Las personas que han necesitado de ingreso hospitalario por neumonía grave derivada del coronavirus son las que tienen más números a la hora de desarrollar algún tipo de secuela tras haber superado el COVID-19. "Se trata de un volumen de pacientes que puede ser alto y en el que podemos encontrar consecuencias negativas del COVID-19 a nivel pulmonar o de intersticio, y también otras de carácter sistémico, como afectaciones musculares o la llamada debilidad asociada a la UCI", explica la Dra. Santos a través de un comunicado del centro hospitalario de Bellvitge. En cuanto a las patologías intersticiales asociadas al coronavirus, se han detectado por tomografía diferentes alteraciones pulmonares, desde cambios organizativos inflamatorios en el parénquima pulmonar, hasta fibrosis pulmonar o bronquiolitis. En ocasiones son sólo cicatrices o retracciones.
Los tratamientos previstos para las secuelas derivadas del COVID-19 se escogerán en función de las alteraciones detectadas. En el caso de las alteraciones a nivel pulmonar, “si se observan focos inflamatorios-organizativos se podrían tratar con corticoides sistémicos durante un período de tiempo, con esperable buena evolución. Si aparece fibrosis, se valora iniciar antifibróticos pulmonares, pero esto ha de ser en el marco de un ensayo clínico que demuestre su eficacia. Respecto a las alteraciones musculares, de entrada habría que potenciar la fisioterapia y rehabilitación dependiendo del grado de afectación”, precisa la Dra. Santos.
Muchos de los pacientes ingresados requerirán más de 15 días hasta su completa recuperación
Tal y como se ha apuntado anteriormente, el cansancio es una de las secuelas más habituales que se presentan tras haber padecido un cuadro de COVID-19. En concreto, muchos afectados refieren que, una vez con el alta hospitalaria en la mano, se encuentran ‘cansados’, ‘chafados’ o ’agotados’. “El cansancio después de un ingreso más o menos prolongado por neumonía grave, aunque no fuera por COVID-19, estaría dentro de la evolución natural de la enfermedad. Sin embargo, hay que intentar diferenciar si este cansancio es por falta de aire y si no mejora con el tiempo, porque eso es lo que puede indicar que se está desarrollando algún tipo de secuela pulmonar tras el COVID-19”, señala Santos.
Para la experta, todo parece indicar que de ahora en adelante habrá bajas laborales derivadas del COVID-19 que se prolongarán durante meses: “Con sinceridad, muchos de los pacientes que han estado ingresados requerirán más de 15 días hasta su completa recuperación, sobre todo los que han precisado Unidades de Semicríticos o de Cuidados Intensivos. Habrá que valorar de manera individual aquellos casos que persistan con sintomatología pasados los 30 días del ingreso. Por supuesto, en los pacientes más graves pueden quedar secuelas a más largo plazo, incluso de varios meses”.
Doble circuito de prevención y detección
El nuevo equipo multidisciplinar articulará su trabajo en un doble circuito de prevención y detección. Como punto de partida del primer circuito, dirigido a las personas tratadas en el hospital, el Servicio de Neumología de Bellvitge ya está actuando de forma proactiva para la detección precoz de posibles secuelas de la pandemia. El procedimiento se inicia con una consulta telemática con los pacientes 30 días después de recibir el alta, que sirve para hacer un primer balance global de su estado. Posteriormente, a los 2 meses, se realiza un control tomográfico-clínico con pruebas radiológicas y funcionales (neumología y rehabilitación) para ver la evolución y la presencia de posibles secuelas. Finalmente, a los 6 meses un último control establece si el paciente está en condiciones de recibir el alta definitiva o si necesita derivación a una unidad o servicio específico.
La segunda ‘pata’ del circuito es específica para la Atención Primaria y se despliega en base a las interconsultas virtuales entre los médicos de familia y diferentes profesionales de la nueva Unidad Funcional, con el fin de coordinar la detección y seguimiento de casos de personas que no hayan sido atendidas en el centro, incluidas las que viven en las residencias de ancianos.
Por otro lado, y como parte también del trabajo de la Unidad PostCovid-19, el Hospital de Bellvitge lidera un estudio multicéntrico estatal que pretende identificar personas con predisposición genética a desarrollar fibrosis postCovid frente a otras que recuperan correctamente el funcionamiento pulmonar. El estudio también se enfocará en el papel de la rehabilitación en la recuperación de los pacientes de COVID-19. Los resultados de la investigación pueden ser básicos ante la posibilidad de que se produzcan futuros brotes del coronavirus. El trabajo se desarrollará en diferentes centros de Madrid y Barcelona, integrados estos últimos en el Barcelona Respiratory Network.