Redacción Farmacosalud.com
Una encuesta elaborada por la Societat Catalana de Cirurgia Plàstica Reparadora i Estètica (SCCPRE) [Sociedad Catalana de Cirugía Plástica Reparadora y Estética] revela que hasta un 90% de los cirujanos plásticos han tenido que corregir una intervención realizada por un médico no especializado en cirugía estética. “Mayoritariamente, las operaciones que hay que subsanar son cirugías de liposucción y cirugías de mama (mamoplastias)”, asegura la Dra. Ana Margarita Torres, presidenta de SCCPRE. Pero es que, además, en ocasiones “el perjuicio causado es difícil de reparar”, afirma la Dra. Torres, de ahí que haya algunos casos en los que no pueda disimularse del todo el daño causado en la operación inicial.
-Una encuesta de SCCPRE revela que el 90% de los cirujanos plásticos han tenido que corregir un tratamiento o intervención realizada por un médico desprovisto de las competencias necesarias para este ámbito de la salud. ¿Mayoritariamente, qué clase de intervenciones se tienen que enmendar?
Los cirujanos plásticos catalanes elaboramos una encuesta a través de nuestra Sociedad y nos llamó mucho la atención que el 90% de nuestros afiliados aseguraran que habían tenido que corregir como mínimo un caso de complicación o mal resultado generado por un facultativo no especializado en cirugía plástica, reconstructiva o estética. Esto realmente es grave… hay que hacer algo, hay que avisar a la población de que aquí está pasando algo. Mayoritariamente, las operaciones que hay que subsanar son cirugías de liposucción* y cirugías de mama (mamoplastias).
* liposucción: técnica de remodelado de la silueta mediante extracción de grasa o tejido adiposo de diversas zonas del cuerpo
-¿Esas correcciones llegan a buen puerto, es decir, se consigue que ‘no se note nada’? ¿O, dicho en otras palabras, se logra que no se perciba la defectuosa operación anterior?
Buena pregunta. A veces sí, y a veces no. En ocasiones, el perjuicio causado es difícil de reparar. Mejorar el resultado sí se puede, pero a veces una cicatriz que ha dañado a los tejidos, o una quemadura, e incluso un implante que ha quedado mal puede ser más difícil de arreglar. En general, se puede optimizar el resultado inicial, si bien habrá casos en los que ‘se note algo’… es inevitable.
-Según la organización científica que usted preside, alrededor del 50% de las cirugías estéticas no están realizadas por cirujanos plásticos. ¿Eso ocurre sobre todo en las operaciones llevadas a cabo en la sanidad privada? Recordemos que, en España, la Seguridad Social cubre algunas cirugías estéticas con fines reparadores, como por ejemplo una reconstrucción mamaria a causa de un cáncer...
Sí, ese 50% siempre se da en la sanidad privada y son cirugías puramente estéticas, no son intervenciones reparadoras.
-¿Mayoritariamente, qué operaciones de ese 50% no son ejecutadas por cirujanos plásticos?
Con frecuencia son liposucciones, operaciones de mama (tanto de aumento como de reducción, y mastopexias**), una lipotransferencia de grasa a la cara, cirugías para arreglar una cicatriz, etc. Cuando hablamos de lipotransferencia de grasa al rostro, hablamos de tratar secuelas de un accidente o secuelas cicatriciales; otros casos en los que se contempla la aplicación de este procedimiento son aquellos en los que se ha adelgazado por algún motivo y la persona afectada quiere recuperar los volúmenes faciales que presentaba antes del cambio registrado.
**mastopexia: elevación de pecho
-Actualmente en España existen másteres en cirugía estética que suelen tener como máximo un año de duración, pero ustedes consideran que esos cursos para facultativos de otras especialidades médicas no aportan ni la formación ni los conocimientos necesarios. ¿Así pues, y puesto que es legal realizar una intervención estética si un médico ha pasado por el citado máster, más que ‘intrusismo profesional’ estamos hablando de una insuficiencia profesional, por no disponer de los conocimientos necesarios?
Correcto, entramos en el terreno de lo que se conoce como ‘competencias’… es decir, cada especialidad médica tiene sus competencias y el médico debe tener acreditado que es docto en esas atribuciones. A menudo, los cursos que usted comenta -que ojalá duraran un año, porque muchas veces se imparten por espacio de un fin de semana o de un mes- no son suficientes para adquirir los conocimientos destinados a acometer una cirugía o una complicación derivada de una intervención quirúrgica. A menudo, el problema radica en la indicación de la cirugía, dado que el fallo viene motivado por no saber indicar una técnica… y es que a no todo el mundo se le puede aplicar un mismo procedimiento para un aumento de pecho o para una liposucción.
-¿Hay también casos en los que el facultativo ni tan siquiera está titulado (quizás no ha acabado su formación en cirugía estética y ya está operando), o bien es un médico que procede de otro país pero que no dispone de la homologación necesaria para trabajar en España?
Sí, esos casos existen. Estamos viendo una gran proliferación de centros de estética en los que se ofrecen cirugías participadas por profesionales que carecen de una titulación homologada. España mantiene convenios con países europeos en materia de equiparación, de tal modo que el médico que se ha formado en cirugía plástica, reconstructiva y estética en Italia o en Bélgica puede ejercer perfectamente en territorio español. Pero no hay convenios con naciones de otras zonas del mundo, como puede América Latina, por poner un ejemplo.
Así que, a menudo esos médicos sí que tienen los conocimientos, pero no la titulación homologada para poder trabajar en España. ¿Y qué ocurre? pues que esos facultativos están trabajando para multinacionales o empresas que operan bajo fondos de inversión y, claro, cuando pasa algo o surge un problema, no se da una justificación adecuada a las preguntas planteadas. También es verdad que, en ocasiones, hay un médico homologado que responde por ellos, pero ahí se encuentra el engaño: si bien el médico legal interviene en la cirugía, lo hace de manera testimonial, ya que quien lleva el peso del procedimiento es el profesional no homologado… y eso no es correcto.
-Sara Gómez fue una paciente que falleció tras someterse a una lipoescultura (remodelación corporal) en Murcia, practicada por un especialista en cirugía cardiovascular. ¿Este facultativo sólo había cursado el máster en estética anteriormente mencionado?
Por lo que yo sé, no tenía demasiada formación en lo que es la técnica de la liposucción. Sí que es cierto que era experto en cirugía cardiovascular y, por tanto, tenía conocimientos sobre cicatrización y otros aspectos, pero claro… la liposucción muchas veces no entra dentro de las competencias de un cirujano vascular.
-Sea como fuere, el caso de Sara propició la aprobación de una Proposición no de Ley conocida como la Ley Sara, destinada a evitar este tipo de sucesos. Así, el Ministerio de Sanidad quiere aprobar, antes de que acabe el año, un cambio normativo que clarifique que estas cirugías sólo pueden ser realizadas por especialistas que tengan las competencias dentro de sus programas oficiales formativos. ¿Es que siempre tiene que haber una tragedia para que las autoridades reaccionen?
Pues sí, es habitual que sea así. No es la primera vez que pasa algo parecido y, francamente, el caso de Sara, además de ser trágico, es éticamente desagradable, porque si vemos las fotos tomadas antes de la cirugía nos damos cuenta de que esa paciente no tenía ninguna indicación para ser sometida a una liposucción de alta definición.
-Sanidad también pretende crear un registro de centros de cirugía estética y de profesionales, de modo que el paciente pueda comprobar qué titulación tiene la persona que le atenderá. ¿Pero, eso no es cargar gran parte de la responsabilidad en el usuario? ¿No tendría que ser la Administración la encargada de impedir la obertura de un centro que no disponga de las garantías necesarias, o bien la que deba comprobar la titulación de sus profesionales (realización de labores de inspección)?
Estoy de acuerdo. Yo, por ejemplo, cuando abrí mi consulta tardaron dos años en homologar todos los papeles… y siempre me pedían alguna cosa más, tipo informes de arquitectos, ingenieros, etc. Todo ello, para poder empezar a ejercer mi actividad.
Entonces, no entiendo que no se le dé más relevancia a algo que es tan importante, como es el hecho de comprobar la cualificación profesional de los médicos y personal sanitario una vez que el centro ya lleva un tiempo operativo. Porque una cosa es la apertura de la consulta, pero luego están las inspecciones que deben garantizar que los profesionales que están ejerciendo dispongan de las competencias necesarias para poder tratar a los pacientes… no habría que cargar la responsabilidad de esas verificaciones en las personas que quieren operarse… hay que llevar a cabo un ordenamiento de los centros y examinar qué personas trabajan allí…