Redacción Farmacosalud.com
Evitar que los investigadores sean confundidos con otros, facilitar la localización de sus trabajos e impulsar su visibilidad, así como fomentar el saber y favorecer las redes de conocimiento entre profesionales son los retos que persigue una campaña dirigida a los científicos, emprendida recientemente por la Fundación Docencia e Investigación MútuaTerrassa (Barcelona). En el caso concreto de las investigaciones, “propiamente no es que cueste localizar los trabajos, es que no siempre se pueden recuperar de la misma forma. Las fuentes de información no siempre identifican claramente a los autores de los trabajos científicos, por lo que se hace necesario un instrumento que nos permita normalizar la firma científica”, explica Conxi Caro Benito, documentalista del Hospital Universitario MútuaTerrassa (Terrassa, en Barcelona).
Así, el objetivo de la iniciativa es sensibilizar a los investigadores para que obtengan un identificador único y sostenible que permita establecer vínculos entre todas las actividades profesionales de un mismo autor. Entre otras ventajas, esta estrategia “evita la confusión de su nombre con el de otros profesionales de nombre similar permitiendo una correcta atribución de los trabajos de un investigador. Aspira a ser el identificador universal para los autores e instituciones”, remarca Caro.
Según la documentalista, los problemas de identificación de investigadores y de localización de sus trabajos no obedecen “exactamente” a que haya un registro incorrecto de los profesionales en las plataformas científicas, sino “a la similitud de los nombres, por un lado, y la identificación y registro de las diversas fuentes de información, por otro”. De hecho, los recursos documentales y/o bibliográficos no siempre sistematizan la entrada de los autores de la misma manera, por lo que la recuperación de la información de manera conjunta no siempre ofrece los mismos resultados.
Un ejemplo y una solución clarificadores
Caro ejemplifica a continuación un posible caso problemático y, a renglón seguido, una propuesta a modo de solución ideal, como sería la plataforma de registro ORCID. Pongamos por caso que un investigador firma sus trabajos científicos y/o académicos de la siguiente manera:
Jose A. Fernández- Martínez
Las diferentes fuentes de información (bases de datos, páginas webs, artículos científicos…) no siempre introducen su nombre de la misma manera (acción automatizada), por lo que sus publicaciones pueden aparecer bajo diferentes entradas a nivel de firma científica (autoría), como por ejemplo:
Fernandez-Martinez JA
Martinez JAF
AMartinez-Fernandez J
Fernandez MJA
“En este caso -destaca-, el vínculo relacional trabajo-autoría no se produce. Si se está registrado en una plataforma de identificación de investigadores, el nombre se convierte en un identificador numérico, único y permanente en el tiempo que unifica toda la producción científica y académica de un profesional”. Ej: Plataforma de registro ORCID
“Se recomienda que los ID ORCID se incorporen siempre a la firma del investigador”, señala Caro.
Uso de Realidad Virtual Inmersiva (RVI)
Con el fin de instar a los científicos a registrarse correctamente y de manera única en las plataformas de identificación de investigadores como ORCID u otras, desde la Biblioteca-Espacio del Conocimiento de MútuaTerrasa se les invita a disfrutar de una sesión de scape room con Realidad Virtual Inmersiva (RVI), mediante la que se evidencia el cómo y por qué se tienen que registrar. Bajo el título ‘Sumérgete, aprende y relájate: experiencias interactivas de Realidad Virtual’, se trata de una experiencia sensorial.
Según la experta, “los serious games (o videojuegos cuyo propósito es la formación por encima del entretenimiento), unidos a la tecnología de Realidad Virtual Inmersiva (RVI), se están convirtiendo en un medio muy eficaz para incrementar el engagement y facilitar la adquisición de competencias técnicas y transversales. En particular, la RVI nos permite cambiar nuestro sentido de presencia y procesar la información por diferentes canales a la vez (auditivo, visual y cinestésico). Es decir, la RVI genera emoción... y, el cerebro, para aprender, necesita emocionarse. Intentando aprovechar los beneficios de los serious games y la nueva tecnología virtual, se pone en marcha este proyecto en la Biblioteca (Fundació Docencia i Recerca MutuaTerrassa) para los investigador@s del Hospital Universitari MútuaTerrassa”.
La iniciativa, pionera a nivel de las bibliotecas especializadas del territorio, fue presentada recientemente en la segunda edición de los ‘Serious Games Camp’, un encuentro -que en esta ocasión se celebró en Terrassa- concebido para mejorar la calidad de vida de las personas mediante videojuegos. El pasado mes de mayo también fue presentada a nivel estatal en las XVI Jornadas Españolas de Información y Documentación, así como en las III Jornadas de Bibliotecas y Salud de Cataluña promovidas por Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña.