Redacción Farmacosalud.com

Alicante acogerá los próximos 10 y 11 de mayo el I Congreso Nacional de Farmacia Rural, un evento que marcará un antes y un después en la historia del sector farmacéutico de estas zonas en España por constituir un aparador de las particularidades y necesidades de las farmacias ubicadas en áreas poco pobladas, aisladas, etc. De entrada, Jaime Espolita, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR), reivindica recibir una remuneración por la prestación de los denominados Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales, que son todas aquellas actividades que realizan los farmacéuticos y que van encaminadas a mejorar la salud de los pacientes y optimizar los resultados de los tratamientos. En esta línea, Espolita reclama que, en el ámbito rural, se contemple la gratificación de esta clase de asistencia a cambio de que el precio de los medicamentos dispensados tenga un menor peso en las retribuciones que reciben los profesionales.

Los Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales son actividades muy variadas, dado que incluyen la propia entrega de fármacos al usuario, la indicación farmacéutica, servicios de urgencia, seguimiento de la adherencia terapéutica, deshabituación tabáquica, cribado de enfermedades, etc.

“Lamentablemente, en la actualidad esos servicios no están remunerados, ya que en los conciertos sólo se tiene en cuenta la dispensación (se nos paga exclusivamente un porcentaje del PVP* de los medicamentos dispensados), de ahí que nuestra remuneración sólo tenga en cuenta criterios de cantidad (número de pacientes) y no de calidad (servicios prestados). Este sistema nos perjudica gravemente, dado que las farmacias rurales atienden a un menor número de pacientes y, además, no se tiene en cuenta la importancia de la labor sanitaria que desarrollan estos establecimientos. Dar menos peso al precio de los medicamentos y, a cambio, remunerar los servicios asistenciales, sería un balón de oxígeno para estas farmacias”, comenta el presidente de SEFAR.

*PVP: Precio de Venta al Público

“Dejar caer a la farmacia rural será un craso error”
Las farmacias VEC (viabilidad económica comprometida) son todas aquellas cuya facturación está por debajo de lo habitual. En su inmensa mayoría, están ubicadas en zonas rurales. Para compensar esa baja facturación, se les aplica una corrección que asume la Administración. A este respecto, Espolita no se muestra partidario de recibir más ayudas económicas -por ejemplo, viendo mejorada en favor de la farmacia esa corrección-, por cuanto que “en SEFAR no somos amigos de ayudas o subvenciones… creemos que nuestro sector, al gozar ya de una adecuada salud económica, no debería requerir de ayudas por parte de la Administración”.

“Lo que creemos es que, por diversas causas, en los últimos años se ha producido un desequilibrio insalvable entre unos tipos de farmacia y otros, de modo que aquéllas que son las que garantizan el acceso universal al medicamento (las farmacias de zonas rurales o áreas aisladas o deprimidas, por tanto, nuestro modelo farmacéutico) se han vuelto inviables desde el punto de vista económico y de conciliación personal de sus titulares", comenta.

"Lo que pedimos es que se reconozca la esencial labor sanitaria y social de la farmacia rural, pero no adoptando el modelo retributivo que la está ahogando, sino que avancemos en modelos que retribuyan su trabajo. Dejar caer a la farmacia rural será un craso error que pagarán los pacientes, las Administraciones y el propio sector”, advierte Espolita desde www.farmacosalud.com.

De hecho, además de la falta de rentabilidad, la continuidad de estos establecimientos sanitarios también se ve comprometida por el problema del relevo generacional, la despoblación de las áreas no urbanas y el envejecimiento de los habitantes de dichas zonas. Según el informe ‘La aportación de valor del modelo de farmacia a la cohesión territorial y al reto demográfico’, elaborado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), en la actualidad muchas farmacias rurales tienen dificultades para mantenerse abiertas debido a la falta de población y a las bajas rentabilidades.

“Es crucial implementar medidas de apoyo para evitar que los ciudadanos de dichas zonas pierdan este servicio esencial. Es urgente encontrar soluciones que garanticen la continuidad de las farmacias rurales, como incentivos económicos, apoyo gubernamental y modelos de negocio más flexibles. Necesitamos integrar la farmacia rural en los nuevos modelos de atención sanitaria optimizando su conexión con el sistema de salud mediante la digitalización y otros sistemas”, sostiene Espolita mediante un comunicado.

‘Farmacia Rural: es pueblo, es vida’
Con el propósito de abordar los desafíos y oportunidades del sector, mejorar el modelo de atención que se dispensa a los usuarios y aportar estrategias e ideas innovadoras que optimicen la asistencia farmacéutica, SEFAR y la Asociación de Farmacéuticos Rurales de la Provincia de Alicante (AFARPA) organizan el I Congreso Nacional de Farmacia Rural bajo el lema ‘Farmacia Rural: es pueblo, es vida’.

Tal y como explica Irene González Orts, secretaria de AFARPA, “los farmacéuticos rurales buscamos compartir experiencias de trabajo que, aunque a menudo aisladas geográficamente, puedan inspirarnos mutuamente. Además, en un entorno de aprendizaje colaborativo, esperamos enriquecernos a nivel formativo con herramientas que nos permitan fortalecer aún más la atención farmacéutica que ofrecemos”.

En el programa preliminar de la reunión hay una sesión dedicada a la Inteligencia Artificial (IA). “Siempre hemos creído que la tecnología es una gran aliada para la farmacia rural teniendo en cuenta que, en nuestras poblaciones, apenas queda ya ningún servicio presencial. Por ello, desde SEFAR hemos apostado por proyectos -como Telémaco o ComuniFar- que consiguen acercar esos servicios a nuestras farmacias aprovechando los actuales avances tecnológicos. En el caso de la IA, si bien es aún un campo por explorar, creemos que su aportación puede ser muy interesante en labores como la mejora de la adherencia o la conciliación de medicamentos, la formación, la comunicación con nuestros pacientes o el acceso a información sanitaria o sobre nuevos tratamientos, por ejemplo”, señala Espolita.

Venta fraudulenta de fármacos de uso animal
Asimismo, en el encuentro está previsto hablar de salud animal. “El tema de los medicamentos de uso animal -remarca a renglón seguido este experto- es una vieja reivindicación de la farmacia rural, puesto que hay que tener en cuenta que en muchas de estas poblaciones es donde se encuentran las explotaciones ganaderas. El medicamento, de uso humano o animal, ha de ser dispensado siempre en una farmacia, tal y como recoge nuestra legislación. Sin embargo, ha habido un abandono en este ámbito desde hace años que ha promovido la venta de fármacos de uso animal de forma fraudulenta en diferentes establecimientos ajenos a la farmacia. Ello ha comportado un descontrol absoluto en la distribución, prescripción, dispensación y uso de esos medicamentos, siendo esta una de las causas del actual problema de resistencias antimicrobianas”.

“Frente a este abandono, consideramos que es necesario formar e informar a las farmacias sobre el uso de tales fármacos y sobre la legislación que los regula con el fin de que, como debe ser, el medicamento de uso animal retorne a las farmacias”, apunta Espolita.

Atención personalizada, educación en salud…
Los establecimientos farmacéuticos situados en comunidades aisladas o con poca densidad de población desempeñan un papel crucial en la salud de las personas porque, aparte de proporcionar fármacos, también ofrecen atención personalizada, asesoramiento y, en muchos casos, el único acceso a servicios sanitarios, contribuyendo con ello a la educación en salud, la prevención de patologías y el seguimiento de tratamientos en colectivos vulnerables.

“La farmacia rural esencial, que es aquella que se encuentra en poblaciones inferiores a 1.500 habitantes, desempeña un rol esencial garantizando la accesibilidad a los medicamentos en igualdad de condiciones para toda la población. Además, tiene muchas otras funciones como la prevención de enfermedades o la facilitación de información de interés en lo que se refiere a atención sanitaria, calendario vacunal, etc., así como la realización de controles de parámetros clínicos por falta de centros sanitarios en tales zonas”, afirma Manuel Olivert, presidente de AFARPA.

Además, las farmacias rurales se posicionan como una infraestructura sanitaria que, además de generar empleo de calidad, contribuye a la fijación de población en el territorio y al desarrollo socioeconómico del mismo. A juicio de Olivert, son establecimientos que, por su estatus de “servicio sanitario de calidad y estratégico”, actúan no sólo como garantes de la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud a los ciudadanos, sino que también se erigen como un “importante factor de desarrollo socioeconómico para el entorno rural y para la equidad sanitaria, así como para la cohesión social y territorial”.

Premio a la ‘Farmacia Hospitalaria Verde’

Por otro lado, el Hospital Universitario Ramón y Cajal, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, ha sido galardonado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos por el proyecto ‘Farmacia Hospitalaria Verde’ en la categoría medioambiental de farmacéuticos, correspondiente a la tercera edición de los ‘Premios a la Innovación Social: Farmacéuticos y ODS’. El proyecto premiado es un plan de mejora de la sostenibilidad del uso del medicamento que se lleva a cabo en dicho centro hospitalario.

‘Farmacia Hospitalaria Verde’ consta de diferentes estrategias para reducir el impacto de los fármacos, como es la minimización del proceso de reenvasado gracias a una mejora en la selección de los medicamentos. “En el hospital -explica el profesional del Servicio de Farmacia Manuel Vélez Díaz-Pallarés- se reenvasan más de medio millón de unidades al año y en tan sólo un año hemos logrado disminuir la cifra en un 9%, lo que supone más de 6 kilómetros de plástico de reenvasado y con un peso de 33kg”. También se ha agrupado a los pacientes con tratamientos de corta estabilidad y de alto impacto económico en el hospital de día médico, con el fin de elaborar en un mismo día las mezclas individualizadas para cada enfermo y maximizar así el aprovechamiento de los viales empleados.

Apuesta por mantener el prospecto en papel de los fármacos

A todo esto, la Organización Médica Colegial de España (OMC), el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF), la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) han unido sus voces para expresar su profunda preocupación ante la posible eliminación del prospecto en papel de los medicamentos dispensados en farmacias comunitarias. “Sustituirlo exclusivamente por formatos digitales no sólo generaría barreras de acceso a la información, sino que pondría en riesgo la salud de millones de personas, especialmente de los colectivos más vulnerables”, han asegurado durante una rueda de prensa conjunta.

Asimismo, según recoge el posicionamiento suscrito por tales entidades, el plazo de 5 años marcado en estos momentos por la directiva europea para la eliminación del prospecto en papel es insuficiente para cerrar una brecha digital tan profunda como la que afecta a millones de ciudadanos. De acuerdo con el manifiesto, la adaptación a un modelo exclusivamente electrónico requiere más tiempo para que nadie quede atrás. La transformación digital en el ámbito sanitario debe ser progresiva y realista, teniendo en cuenta que superar desigualdades de este calibre exige un horizonte temporal más amplio y estrategias integrales que aseguren una transición inclusiva y efectiva, agregan los firmantes del mencionado posicionamiento.