Redacción Farmacosalud.com
Un estudio establece que la diabetes gestacional aumenta la capacidad de formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) de las células madre precursoras fetales contenidas en la membrana amniótica, alteración funcional que se relaciona con una mayor susceptibilidad del bebé a sufrir enfermedades metabólicas en la edad adulta. No obstante, como contrapartida, el hallazgo abre la puerta también a la posibilidad de usar células progenitoras de la membrana amniótica de mujeres con diabetes gestacional para tratamientos de terapia celular dirigidos especialmente a casos donde sea necesario estimular la formación de vasos sanguíneos, como por ejemplo en el cierre de heridas y arraigo de injertos.
Este potencial angiogénico “es un aspecto que creemos que puede ser importante en el campo de la terapia celular. Hasta la fecha siempre teníamos la percepción de que las células madre obtenidas de sujetos con algún tipo de patología no eran tan eficientes como aquellas obtenidas de sujetos sanos. Nuestro estudio demuestra que las células obtenidas de mujeres con diabetes gestacional tienen una mayor capacidad angiogénica. Existen situaciones en las que favorecer la neovascularización en ciertos tejidos tiene efectos adversos, como es el caso de la retina. Por el contrario, favorecer la formación de vasos es beneficioso en otras situaciones, como por ejemplo para facilitar la curación de ciertas heridas”, explica la Dra. Sonia Fernández Veledo, investigadora del CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) y del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV, en Tarragona) [Instituto de Investigación Sanitaria].
“Se requieren estudios confirmatorios, pero nuestro trabajo sugiere que las células madre de las mujeres con diabetes gestacional podrían ser una buena opción en pacientes con problemas de cicatrización, para favorecer el cierre de ciertas heridas, o para que arraiguen algunos injertos”, apunta la experta en declaraciones a www.farmacosalud.com.
DMG: alteración metabólica, generalmente transitoria, que ocurre durante el embarazo
La Dra. Fernández Veledo, junto con la Dra. Ana Megía, jefa del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona, han liderado el nuevo estudio, que ha sido desarrollado por un equipo del CIBERDEM, del IISPV y de la Universidad Rovira i Virgili (URV, en Tarragona). El trabajo ha sido publicado en la revista ‘Stem Cell Research & Therapy’.
La diabetes gestacional (DMG) es una alteración metabólica, generalmente transitoria, que se produce durante el embarazo y que puede afectar al correcto crecimiento y desarrollo del feto, así como aumentar el riesgo de sufrir afecciones cardiovasculares y metabólicas durante el trascurso de la vida. Este tipo de diabetes afecta especialmente a la placenta -órgano encargado de suministrar al feto todas las sustancias para su correcto desarrollo-, y, en concreto, a las células progenitoras que residen en ella, especialmente en la membrana amniótica, una membrana que envuelve al bebé y que contiene el líquido amniótico. Dichas células llevan a cabo importantes funciones de recambio celular y de regulación del sistema inmunológico.
“Entender lo que pasa con estas células constituye, además, una manera indirecta de estudiar lo que ocurre en el feto durante el curso de esta enfermedad, permitiendo comprender mejor cómo los cambios que se producen podrían predisponer al bebé a un mayor riesgo de sufrir enfermedades en el futuro”, aduce Fernández Veledo mediante un comunicado.
Desde hace años existen evidencias epidemiológicas, clínicas y experimentales que relacionan las alteraciones nutricionales, ya sea la sobre o infranutrición, con la aparición de patologías metabólicas y cardiovasculares a largo plazo. En el caso de las mujeres con diabetes gestacional, la hiperglucemia no controlada durante el embarazo se ha asociado a un aumento de transferencia de nutrientes al feto y con un crecimiento acelerado. Existen también datos clínicos que sugieren que los hijos de madres con diabetes presentan más riesgo de obesidad y alteraciones del metabolismo hidrocarbonado con respecto a los que no están expuestos. “Sin embargo, los mecanismos fisiopatológicos/moleculares implicados no son conocidos. Nuestro estudio aporta nuevos datos que pueden ser claves para entender la fisiopatología de esta enfermedad y sus implicaciones en el feto”, destaca la investigadora.
La proteína PAI-1, potencial responsable del proceso angiogénico declarado en la membrana amniótica
Un trabajo previo de este grupo ya demostró que las células progenitoras de la membrana amniótica tenían alteradas algunas de sus características biológicas, y que dicha condición se relacionaba con parámetros metabólicos del bebé.
Ahora, la nueva investigación profundiza en las perturbaciones concretas que causa la diabetes gestacional sobre estas células de la membrana amniótica. Para ello, se caracterizaron de manera comparativa células madre procedentes de la membrana amniótica de 28 pacientes, 14 de ellas con DMG y 14 controles sanas. “Los resultados demuestran que la diabetes gestacional aumenta la capacidad de las células progenitoras de membrana amniótica de formar nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) e identificamos a la proteína PAI-1 como potencial responsable de esta alteración”, apunta la Dra. Fernández Veledo.
Además, el equipo investigador constató que este aumento de la capacidad angiogénica de las células madre se relacionó muy significativamente con parámetros metabólicos neonatales -como los niveles de insulina en la sangre del cordón o la adiposidad fetal- que se han vinculado con una mayor susceptibilidad para desarrollar enfermedades metabólicas durante la etapa adulta. “Nuestros hallazgos respaldan la hipótesis de que el ambiente del útero afecta al fenotipo fetal, y que las células progenitoras de la membrana amniótica deben considerarse un factor importante de esta conexión”, subraya. También “señalan la relación entre las alteraciones funcionales de las células precursoras fetales y una mayor predisposición a la aparición de patologías futuras”, añade Fernández Veledo.
En un futuro no muy lejano podría descubrirse un inhibidor de PAI-1 carente de toxicidad
La especialista no descarta que en un futuro no muy lejano pueda descubrirse un inhibidor de PAI-1, la proteína implicada en la perturbación angiogénica asociada a la diabetes gestacional: “Nuestro estudio está en una fase muy preclínica. Los datos son muy sólidos y concluyentes, pero es prematuro hablar de tratamientos que inhiban PAI-1 para evitar las consecuencias de la DMG en el feto. Además, hay que tener en cuenta que es una proteína que participa en múltiples vías metabólicas, por lo que debemos ser cautos a la hora de actuar sobre ella, especialmente en una gestante o en un feto. De hecho, se ha desestimado el uso de algunos de los inhibidores de PAI-1 por su toxicidad. No obstante, algunos de ellos están siendo explorados en otros contextos, por lo que no podemos descartar que en un futuro puedan ser utilizados para el tratamiento de algunas enfermedades metabólicas como la diabetes gestacional”.
“Por ejemplo, sabemos que hay investigadores trabajando con inhibidores de PAI-1 en pacientes con COVID y enfermedad cardiovascular. Son estudios que están en fase de reclutamiento y cuyos resultados tardarán algunos meses en conocerse”, detalla la Dra. Fernández Veledo.
Artículo de referencia:
Klid S, Algaba-Chueca F, Maymó-Masip E, Guarque A, Ballesteros M, Diaz-Perdigones C, et al. The angiogenic properties of human amniotic membrane stem cells are enhanced in gestational diabetes and associate with fetal adiposity. Stem Cell Res Ther. 2021;12, 608.