Redacción Farmacosalud.com
LETI Pharma pone en el mercado OraQuick, la primera prueba que utiliza muestras de fluido oral para el autodiagnóstico de VIH (virus causante del SIDA). Se trata de un test diagnóstico in vitro para uso doméstico que permite la detección de anticuerpos frente al VIH, proporcionando los resultados en 20 minutos con una precisión superior al 99%. La compañía refuerza así su apuesta por la detección precoz del VIH como la mejor vía para el control y el tratamiento de la enfermedad. A diferencia de otros tests de autodiagnóstico del VIH, no requiere una muestra de sangre por pinchazo en el dedo. Se trata de una prueba indolora y fácil de aplicar, que analiza la respuesta del organismo a la infección por VIH, a través de la detección de anticuerpos específicos frente al virus (VIH-1 y VIH-2) en una muestra de fluido oral que se obtiene mediante un barrido de la encía superior e inferior.
Las pruebas de detección de dicho patógeno son muy precisas pero ninguna puede generar un resultado positivo inmediatamente después de la infección. Los tests de anticuerpos buscan la presencia de anticuerpos frente al VIH en muestras de sangre o de fluido oral. Pueden transcurrir entre 23 y 90 días hasta encontrarse en el organismo niveles detectables de anticuerpos frente al VIH, por medio de estas pruebas. Si se utiliza OraQuick antes de que transcurran 3 meses desde la última exposición de riesgo, y el resultado es negativo, se debe repetir de nuevo una vez transcurridos los 3 meses.
Si la prueba inicial del VIH es un test rápido o de autodiagnóstico y es positiva, la persona debe acudir a un centro de atención sanitaria para que le hagan pruebas confirmatorias o de seguimiento.
“Con tratamiento, la carga viral se reduce muchas veces a niveles indetectables”
Casi el 40% de las nuevas infecciones por el VIH son transmitidas por personas que no saben que tienen el virus. La prueba es el primer paso para que puedan mantener una vida saludable y prevenir la transmisión de dicho patógeno. Varios estudios indican que ser diagnosticado a tiempo supone una clara ventaja para la salud y permite comenzar el tratamiento de forma precoz. En este sentido, el director médico del Centro Sanitario Sandoval, Jorge Del Romero, asegura que “saber que una persona tiene VIH es muy importante porque con el tratamiento la carga viral se reduce muchas veces a niveles indetectables, mejora la situación inmunológica y no desarrollará el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) y, por otra parte, para la salud de los demás porque una persona diagnosticada que recibe tratamiento no sólo no desarrolla la enfermedad, sino que tampoco transmite el VIH a sus parejas sexuales, por lo que también tiene mucha importancia para la salud colectiva”.
Las personas seropositivas que conocen su estado serológico deben recibir tratamiento frente al VIH de modo inmediato, denominado terapia antirretroviral, y de ese modo, mantenerse con una esperanza de vida similar a la población general. Los estudios demuestran que cuanto antes se inicie el tratamiento tras el diagnóstico, más se beneficiarán de esta terapia. El tratamiento con antirretrovirales reduce la carga viral del VIH hasta llegar a niveles indetectables, reduce las afecciones relacionadas con el VIH y evita la transmisión sexual o vertical. Los pacientes que toman la medicación para el VIH tal y como se les ha prescrito y consiguen una carga viral indetectable de forma mantenida (o se mantienen viralmente suprimidas) no corren ningún riesgo de transmitir el VIH a sus parejas sexuales seronegativas, ni las mujeres a sus hijos (transmisión materno-infantil).
En el caso de las personas con riesgo de contraer el VIH, la toma de un medicamento llamado profilaxis previa a la exposición (PrEP) es muy eficaz para prevenir la infección por el virus. Según Del Romero, “debe realizarse un test a cualquier persona que realice prácticas sexuales de riesgo, sea hombre, mujer o transexual. Según las guías, a las personas que reciben PrEP se les recomienda realizarse una serología de control 4 veces al año (1/3 meses)”.
El VIH ataca a las células que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones, haciendo que la persona sea más vulnerable a otras patologías infecciosas y enfermedades. Se transmite por el contacto con determinados fluidos corporales de una persona infectada por el VIH que no recibe tratamiento antirretroviral supresivo, sobre todo durante las relaciones sexuales sin protección, al compartir equipos de inyección de drogas o durante la gestación, el parto o la lactancia maternal.
Sin medicación para el VIH, la supervivencia media de los que desarrollan el SIDA es menor de dos años
Si no se trata, el VIH puede provocar el SIDA. No existe una cura eficaz y, por tanto, una vez que se ha contraído este virus es de por vida. Sin embargo, tomando antirretrovirales las personas con VIH pueden vivir una vida larga y saludable. Además, existen métodos eficaces para prevenir el contagio del VIH como son: la correcta utilización de los preservativos, evitar el uso compartido de jeringuillas y otros utensilios para la venopunción, el diagnóstico precoz y el tratamiento antirretroviral supresivo de todas las mujeres con deseo reproductivo, la profilaxis previa a la exposición (PrEP) y la profilaxis posterior a la exposición (PEP).
Sin los medicamentos para el VIH, la supervivencia media de las personas que desarrollan el SIDA es menor de dos años. Una vez que la persona infectada desarrolla una enfermedad oportunista peligrosa, la esperanza de vida sin tratamiento cae a aproximadamente 1 año. Los antirretrovirales pueden seguir ayudando a las personas en esta fase de la infección e incluso pueden salvarles la vida. No obstante, los pacientes que inician la terapia antirretroviral poco después de contraer el VIH experimentan más beneficios; por eso es tan importante la detección precoz del VIH mediante las pruebas disponibles y el tratamiento antirretroviral supresivo inmediato.