Redacción Farmacosalud.com
La vitamina D desempeña un papel fundamental en el organismo en procesos como la regulación de la absorción intestinal de calcio o el mantenimiento de la homeostasis ósea y muscular. Además, mediante acciones autocrinas y paracrinas, también contribuye a la regulación de la proliferación y la diferenciación celular. Pese a la importancia que la vitamina D tiene en el organismo, uno de cada dos españoles presenta déficit de este compuesto. Con el objetivo de ayudar a una detección precoz de un déficit de vitamina D por parte del profesional sanitario, llega ahora el ‘Manual de uso en la práctica clínica de vitamina D’.
“A través de este manual queremos sensibilizar a múltiples especialidades médicas en la detección y corrección del déficit de vitamina D en sus pacientes. La elaboración de este material ha supuesto una oportunidad para actualizar la evidencia científica generada en relación a las implicaciones que el déficit de vitamina D tiene sobre los pacientes y corroborar los beneficios que conlleva la corrección de este déficit a través de alimentos y suplementación farmacológica”, explica el Dr. Esteban Rubio, reumatólogo coordinador de formación en el Servicio de Reumatología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
El déficit de vitamina D se ha relacionado con enfermedades óseas, infecciosas o cardiovasculares, con tumores y con patologías autoinmunes o diabetes mellitus tipo 2. Factores como la pigmentación cutánea, la edad avanzada, el índice de masa corporal, la utilización de cremas protectoras, la estación del año o la contaminación, pueden favorecer niveles plasmáticos bajos de esta vitamina. La deficiencia de vitamina D también puede deberse a alteraciones en el metabolismo del calcio y de la propia vitamina D, originados por una malabsorción intestinal, o por alteraciones hepáticas o pancreáticas, como la celiaquía o la enfermedad inflamatoria intestinal.
Cómo lograr niveles plasmáticos óptimos de vitamina D
La prevención del déficit de vitamina D se puede conseguir prolongando la exposición a la luz solar, incluyendo alimentos fortificados en la dieta o utilizando suplementos. El nivel mínimo recomendado de ingesta de vitamina D diaria es de 600UI (15 µg) al día en personas menores de 70 años y 800UI (20 µg) en mayores de esa edad. La ingesta debe incrementarse al menos un 50% en personas susceptibles de padecer carencias de vitamina D y un 150% durante el embarazo y la lactancia.
La deficiencia de vitamina D es un problema de salud que afecta a uno de cada dos españoles. En este sentido, es importante que el profesional sanitario conozca las poblaciones de riesgo y recomiende a los pacientes una exposición solar adecuada, para incrementar la síntesis cutánea de la vitamina D y una mayor ingesta de alimentos ricos o enriquecidos en vitamina D. Sin embargo, ante la escasez de vitamina D presente en los alimentos, los expertos recomiendan el uso de suplementos que permitan conseguir niveles óptimos para la salud. “Los especialistas nos encontramos con pacientes que, pese a seguir una alimentación saludable y vivir en un país con una cuota de sol estacional privilegiada, necesitan añadir artificialmente un suplemento diario de vitamina D para lograr niveles óptimos para su salud”, determina el Dr. Rubio.