Redacción Farmacosalud.com
La Comisión de Salud Pública de España, en la que se encuentran representadas todas las comunidades y ciudades autónomas y el Ministerio de Sanidad, ha aprobado, tras el trabajo realizado por la Ponencia de Vacunas, la Actualización 5 de la Estrategia de Vacunación. En dicho documento se incluye la ampliación de la edad de utilización de la vacuna de AstraZeneca en el tramo de 55 a 65 años, así como la actualización de algunos de los grupos de riesgo a vacunar y los mensajes fundamentales a transmitir a la población, informa el Ministerio de Sanidad.
En la Actualización se recogen las características de la vacuna de Janssen. Cuando haya disponibilidad de dosis de esta vacuna, se podrá utilizar de forma paralela a las vacunas de ARNm para incrementar el ritmo de vacunación de los grupos etarios de mayor edad. Respecto a la vacuna de AstraZeneca, teniendo en cuenta la nueva evidencia científica y la ficha técnica autorizada, se amplía el límite etario. Con ella, se completará por tanto la inmunización de los grupos de población priorizados por su actividad esencial, como personal sanitario y sociosanitario que no es de primera línea y trabajadores de instituciones sanitarias y colectivos en activo con una función esencial en la sociedad como los de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o docentes por ejemplo (grupos 3 B y C y 6). Se continuará vacunando a personas de 56-65 años (grupo 8), comenzando por las de mayor edad.
Personas con condiciones de muy alto riesgo
Además, la Actualización incluye el apartado de las personas con condiciones de muy alto riesgo. El mismo, trabajado teniendo en consideración a las sociedades científicas agrupadas en FACME y las coordinadas desde el Plan Nacional sobre el SIDA, establece que estas personas se inmunizarán de manera simultánea al grupo de aquellas con edades comprendidas entre los 70 y los 79 años de edad. Se utilizarán vacunas de ARNm, con la finalidad de alcanzar la mayor protección en un periodo de tiempo menor.
De este grupo forman parte las personas con trasplante de progenitores hematopoyéticos, trasplante de órgano sólido y lista de espera para éste, sujetos en hemodiálisis y diálisis peritoneal, enfermedad oncohematológica, cáncer de órgano sólido en tratamiento con quimioterapia citotóxica, cáncer de pulmón en tratamiento con quimioterapia o inmunoterapia, infección con VIH inmunodeprimidos, pacientes con inmunodeficiencia primaria y personas con Síndrome de Down mayores de 40 años.
Personas con antecedente de infección
La Actualización 5 señala asimismo que la evidencia científica muestra que las personas priorizadas para vacunación que tengan antecedente de infección asintomática o sintomática, e independientemente de la gravedad, obtienen una respuesta inmune muy satisfactoria con una sola dosis, que no mejora con la administración de una segunda dosis. Por lo tanto, hay suficiente evidencia para administrar una única dosis en individuos de 65 o menos años de edad con antecedente de infección previa. Se mantiene, por tanto, la pauta de dos dosis para las personas de 65 o más años.
Se debe tener en cuenta, según el mismo documento, que la vacuna a administrar no puede ser a demanda o elección con el fin de no socavar los principios y valores éticos de la Estrategia. El preparado a aplicar debe basarse en la eficacia y la indicación de la o las vacunas para los diferentes grupos de población. Además, la pauta completa se administrará con la misma vacuna.
Las personas que residen en otras comunidades autónomas y las extranjeras residentes en España, recibirán la vacunación correspondiente en el lugar donde se encuentren residiendo cuando se priorizan para vacunar. Y, las personas priorizadas para vacunación por su trabajo se inmunizarán en la comunidad autónoma donde lo ejerzan. En el caso de residentes y grandes dependientes en los que hay varios tutores legales que no están de acuerdo en cuanto a la vacunación, prevalecerá la decisión que la ciencia apoya como mejor opción para estas personas, que es la vacunación, salvo que haya algún motivo clínico que justifique no hacerlo. Se garantizará asimismo la inmunización de todas las personas independientemente del tipo de aseguramiento (mutualidades).
En espacios al aire libre, obligatoriedad de llevar mascarilla
En paralelo, el Gobierno español ha dictaminado que las personas de seis años en adelante están obligadas a usar mascarillas en los siguientes supuestos:
a) en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público. (Por lo tanto, la utilización de este elemento de protección es obligatoria con independencia de la distancia física entre personas. Es decir, aunque haya un metro y medio o más de separación entre individuos, habrá que llevar la mascarilla puesta).
b) En los medios de transporte aéreo, marítimo, en autobús, o por ferrocarril, así como en los transportes públicos y privados complementarios de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor, si los ocupantes de los vehículos de turismo no conviven en el mismo domicilio. En el caso de los pasajeros de buques y embarcaciones, no será necesario el uso de mascarillas cuando se encuentren dentro de su camarote.
La obligación contenida en el apartado anterior no será exigible para las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla, o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización. Tampoco será exigible en el caso de ejercicio de deporte individual al aire libre, ni en los supuestos de fuerza mayor o situación de necesidad o cuando, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias.
Tenofovir disoproxil fumarato + emtricitabina podría proteger del COVID-19 en personas con VIH
Por otra parte, un estudio realizado por expertos de GeSIDA (Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica) y de CoRIS (Cohorte de la Red de Investigación en Sida) ha descrito por primera vez que una importante proporción de personas con VIH (virus causante del SIDA) con COVID-19 cursan de manera asintomática, al igual que ocurre con la población general.
El estudio también revela que el nacido en un país de América Latina y padecer hipertensión arterial se asocia a un mayor riesgo infección por SARS-CoV-2 en personas con VIH. En el análisis, ajustado por comorbilidades y otras variables, se pudo comprobar que tomar como tratamiento frente al VIH la combinación de tenofovir disoproxil fumarato más emtricitabina (TDF/FTC) puede prevenir la infección por SARS-CoV-2 entre las personas que portan el virus del SIDA.
Para la elaboración de este trabajo se recogieron entre el 1 de abril y el 30 de septiembre de 2020 muestras de plasma de 1.076 personas con VIH en seguimiento en CoRIS, de las cuales el 88% eran hombres al nacer, con una mediana de edad de 43 años. El 97,7% recibía tratamiento antirretroviral, con una mediana de linfocitos CD4 + 688 células/mm3 –por debajo de 500 se considera que el sistema inmunitario está debilitado– y un 91,4% presentaba carga viral indetectable del VIH.
Un 3,3% de casos graves
Una gran proporción de infecciones por SARS-CoV-2 entre personas con VIH fueron asintomáticas. Se detectó la presencia del virus del COVID-19 en 91 personas. De estas, el 45% tenían infección asintomática, la enfermedad fue leve en el 47,3%, moderada en el 4,4% y grave en el 3,3%. Las variables que asociaron la seropositividad con el SARS-CoV-2 fueron el hecho de ser oriundos de países de América Latina, presentar hipertensión arterial y tener como tratamiento antirretroviral frente al VIH la combinación de tenofovir disoproxil fumarato más emtricitabina (TDF/FTC) frente a tenofovir alafenamida (TAF / FTC). Los resultados del estudio han sido presentados en la reciente Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI), uno de los principales encuentros científico-sanitarios del mundo sobre la infección por VIH y sus comorbilidades y está actualmente en proceso de revisión en una revista biomédica de amplio impacto.
Trasplante fecal: avance para personas con VIH
A todo esto, un estudio multicéntrico internacional liderado por expertos españoles -vinculados en su mayoría a GeSIDA- señala las ventajas que aporta trasplantar microbiota intestinal mediante cápsulas en personas con VIH, en las cuales mejoró la composición de las bacterias intestinales y un indicador de permeabilidad intestinal, lo que podría tener efectos beneficiosos a largo plazo. Los resultados de este trabajo de investigación han sido publicados recientemente en la revista científica ‘Nature Communications’.
El VIH es una enfermedad inflamatoria crónica en la que la disfunción inmunológica crónica, que parece estar influenciada por el microbioma, conduce a una inflamación persistente y contribuye a un mayor riesgo de mortalidad. El sistema inmunológico de las mucosas queda devastado después de una infección aguda por VIH. Durante muchos años se ha perseguido reducir estos daños en aras de controlar las consecuencias clínicas negativas de la inflamación a largo plazo.
“Hoy en día se acepta ampliamente que las comunidades microbianas intestinales no son pasivas cuando se enfrentan a la infección por el VIH, sino que desempeñan un papel activo en la progresión de la enfermedad, incluida la susceptibilidad a la adquisición del virus, la eficacia de la profilaxis previa a la exposición o la inflamación crónica, entre otros. Por lo tanto, se persigue modular la microbiota intestinal como una estrategia para mejorar los resultados clínicos en personas que viven con el VIH”, señala el Dr. Sergio Serrano, del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y coordinador del nuevo estudio.
Probióticos y simbióticos, sin diferencias en los resultados evaluados
Hasta el momento, múltiples investigaciones han evaluado la suplementación dietética de diversos productos nutricionales, como prebióticos y probióticos, en personas con VIH. Sin embargo, los dos grandes ensayos aleatorizados que evaluaron los efectos de los probióticos o simbióticos (una combinación de prebióticos y probióticos) sobre este tipo de pacientes que seguían correctamente su tratamiento contra el VIH no lograron detectar diferencias en ninguno de los resultados evaluados.
En este trabajo se planteó la hipótesis de que el trasplante de microbiota fecal sería más eficaz que las intervenciones nutricionales previas destinadas a moldear la microbiota en las personas con VIH y mejorar los marcadores de inflamación. Debido a que una intervención de este tipo no se había explorado antes, se llevó a cabo un estudio piloto controlado en el que una treintena de personas con esta patología que seguían correctamente su tratamiento antirretroviral recibieron ocho ciclos de microbiota fecal vía oral o un placebo y posteriormente se siguieron durante 48 semanas.
El resultado principal fue que el trasplante de microbiota fecal mediante una estrategia no invasiva y segura de administración es una intervención bien tolerada, no está relacionada con eventos adversos graves y atenúa las alteraciones en la microbiota intestinal secundarias al VIH. En los análisis exploratorios se describió una mejora significativa en el grupo que había recibido el trasplante de la proteína de unión a ácidos grasos intestinales (IFABP), un biomarcador de daño intestinal que predice de forma independiente la mortalidad.