Redacción Farmacosalud.com
La terapia con testosterona para los hombres de edad avanzada se ha incrementado sustancialmente en la última década. Ante la posibilidad de que este tratamiento pudiera comportar un mayor riesgo de accidente cardiovascular, tal como se había apuntado en varios informes estadísticos, un estudio de la Universidad de Texas (Estados Unidos) ha llegado a la conclusión de que los hombres de más edad que han sido tratados con testosterona intramuscular no parecen tener un mayor riesgo de infarto de miocardio.
También se ha deducido que para los hombres con alto riesgo de infarto de miocardio, el uso de la testosterona ofrece una protección modesta contra esta dolencia coronaria.
En el estudio, liderado por el doctor Jacques Baillargeon, se analizó la incidencia del infarto de miocardio en 6.355 pacientes tratados con inyección de testosterona y 19.065 no usuarios de esta terapia.
Terapia contra el hipogonadismo tardío
Una de las indicaciones de la administración de testosterona es el hipogonadismo tardío, patología asociada al envejecimiento del hombre. En los pacientes de hipogonadismo tardío van disminuyendo progresivamente los valores de la hormona testosterónica, lo que se traduce en pérdida de deseo sexual, aparición de disfunciones eréctiles e incremento de la grasa abdominal, además de cambios de ánimo como la aparición de irritabilidad, entre otras alteraciones.