Redacción Farmacosalud.com
La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) ha publicado el Decálogo de la Espasticidad, en el que se señala que ‘la fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ser muy útiles para mejorar la capacidad funcional y recuperar el movimiento’. Según la Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales (WFOT), la terapia ocupacional se ocupa de la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación. El principal objetivo de este abordaje es capacitar a los pacientes para participar en las actividades de la vida diaria. “La pretensión es conseguir que las personas con restricciones en la participación en su entorno puedan desarrollar sus actividades cotidianas de forma independiente y autónoma. En este contexto, la terapia ocupacional es fundamental para el equipo de Rehabilitación, puesto que habilita al paciente a la hora de conseguir realizar el máximo de actividades posibles en su entorno, consiguiendo mayor independencia y autogestión”, comenta la Dra. Carolina De Miguel Benadiba, presidenta de SERMEF.
El nuevo documento ha sido elaborado con el objetivo de que los enfermos de espasticidad tomen conciencia de la importancia de la rehabilitación para la mejora de su calidad de vida. El decálogo, que ha sido presentado en el 61º Congreso de SERMEF -celebrado recientemente en Santander-, ha contado con la colaboración de la empresa biofarmacéutica AbbVie para su desarrollo. Cabe destacar que la calidad de vida de los pacientes de espasticidad mejora si se detecta a tiempo este problema, que afecta en torno al 40% de los sujetos que han sufrido un ictus1.
Un abordaje terapéutico que debe ser multidisciplinar
En el documento se apunta que ‘la espasticidad puede mejorar con el tratamiento adecuado, lo que permite seguir con tu vida’. A juicio de la Dra. De Miguel, ese abordaje terapéutico debe tener un carácter multidisciplinar: “sí, es necesario trabajar siempre en equipo para alcanzar los objetivos propuestos en las mejores condiciones para estos pacientes. El equipo de Rehabilitación necesario para atender adecuadamente la espasticidad debe estar formado por un médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación que coordine a un grupo multidisciplinario de profesionales expertos (fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, logopeda y neuropsicólogo), y que trabaje, además, en colaboración estrecha con los neurólogos”.
“Se deben establecer unos objetivos individualizados y explicar al paciente y a sus familiares cuáles son las metas que pretendemos alcanzar para su aceptación. La colaboración con la familia y con el cuidador es otro pilar fundamental”, argumenta la especialista.
El nuevo texto comprende diez puntos que se dividen a partes iguales en dos grandes apartados, 1-impacto y 2-abordaje, para que el enfermo comprenda de una forma sencilla que dicho impacto se reduce con un abordaje adecuado. “Los afectados mejoran considerablemente si se consigue detectar la espasticidad a tiempo y se establece un tratamiento adecuado consensuando las metas terapéuticas”, explica mediante un comunicado De Miguel. “Por ello -agrega-, los pacientes deben conocer la sintomatología para acudir al especialista ante los primeros síntomas”.
Dado que la espasticidad está producida por una lesión neurológica irreversible, los daños causados por esta alteración permanecen en el tiempo2. La espasticidad no tratada puede generar limitaciones funcionales que interfieren en las actividades de la vida diaria y en la percepción del dolor, lo que también repercute en la calidad de vida del enfermo3. Por ello, insiste la Dra. De Miguel, “es tan importante el abordaje temprano y establecer estrategias de tratamiento que reduzcan su intensidad y eviten la aparición de complicaciones”.
Infiltraciones periódicas con toxina botulínica, reeducación de la marcha…
“Debemos detectar la espasticidad lo más precozmente posible, debido a que la evolución natural tiende a la progresión con el tiempo. Las diferentes estrategias de tratamiento para reducir la espasticidad son: el tratamiento mediante infiltraciones periódicas con toxina botulínica en la musculatura afectada, la fisioterapia para conseguir disminuir el tono muscular, reeducar la marcha, el equilibrio y la coordinación, y la terapia ocupacional para recuperar las actividades de la vida diaria que se hayan visto afectadas. Debemos hacer un seguimiento estrecho del paciente para intentar controlar la aparición de las complicaciones, que suponen un déficit en la capacidad de movimiento y de ejecución motora de la musculatura perjudicada por la espasticidad”, detalla la experta a través de www.farmacosalud.com.
Los médicos rehabilitadores son vitales en lo que es la labor de los servicios sanitarios dedicados a este ámbito. En este sentido, la presidenta de SERMEF enmarca el papel del rehabilitador como “una figura encaminada a facilitar, mantener o devolver la mayor capacidad funcional e independencia posibles en cada paciente”. Por eso, este profesional gestiona el programa terapéutico junto con su equipo y el enfermo. El programa se irá modificando a medida que se alcancen las diferentes metas establecidas.
Tal y como apunta el decálogo, la espasticidad está provocada por lesiones en el sistema nervioso central y puede darse tras un ictus u otras afecciones neurológicas2. Consiste en un aumento de la resistencia al estiramiento pasivo de uno o varios músculos de la parte del cuerpo afectada3, lo que ocasiona rigidez muscular y dolor e influye en la capacidad motora del cuerpo para caminar, sentarse o coger objetos4,5. Esta alteración no tiene una cura definitiva, ya que es un síntoma y no una enfermedad2. Hasta un 40% de los individuos que sufren un ictus podrían acabar padeciendo algún grado de espasticidad1. Se estima que actualmente esta secuela afecta entre 180.000 y 230.000 personas en España, con mayor frecuencia en pacientes jóvenes6.
Además de insistir en la importancia de obtener un diagnóstico rápido y acudir a un médico rehabilitador para ello, el decálogo indica que el apoyo emocional que reciban los afectados por parte de familias, cuidadores o los profesionales de las asociaciones de enfermos resulta clave para su recuperación y bienestar.
Referencias
1. Sáinz-Pelayo MP, Albu S, Murillo N, Benito-Penalva J. Espasticidad en la patología neurológica. Actualización sobre mecanismos fisiopatológicos, avances en el diagnóstico y tratamiento. Rev Neurol 2020;70 (12):453-460. https://neurologia.com/articulo/2019474#ref_b06
2. Pedro Ignacio Tejada Ezquerro, “Impacto de la espasticidad post ictus en España”: https://neuroconectados.es/impacto-de-la-espasticidad-post-ictus-en-espana/
3. Fundació Ictus (Espasticidad): https://www.fundacioictus.com/es/viure/sequeles/espasticidad
4. Li S, Francisco GE, Rymer WZ. A New Definition of Poststroke Spasticity and the Interference of Spasticity With Motor Recovery From Acute to Chronic Stages. Neurorehabil Neural Repair. 2021 Jul;35(7):601-610.
5. Shaikh A, et al. Relationship Between Botulinum Toxin, Spasticity, and Pain: a Survey of Patient Perception. Can J Neurol Sci. 2016 Mar;43(2):311-5.
6. López de Munaín L, Juan-García FJ, Duarte E, Martín-Mourelle R, Rodríguez S, Moraleda-Pérez S. Tratamiento farmacológico temprano de la espasticidad postictus con toxina botulínica tipo A: recomendaciones de consenso basadas en la evidencia. Rev Neurol 2016;63 (08):363-369. https://doi.org/10.33588/rn.6308.2015472.