Redacción Farmacosalud.com
A principios del próximo año dará comienzo en España una prueba piloto en la que se ensayará la digitalización de algunos prospectos médicos en el ámbito hospitalario, iniciativa que contempla prescindir del papel como formato de consulta. En cualquier caso, si el ensayo tuviera éxito y se decidiera la supresión total del papel de todos los prospectos médicos -incluidos los que pueden consultar los usuarios que adquieren su medicación en farmacias ‘de calle’-, la medida no sería una realidad hasta dentro de, como mínimo, unos 6 años, según el pronóstico realizado por el Dr. Gonzalo Calvo, jefe del Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínic de Barcelona.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) impulsa un proyecto piloto sobre el acceso a la información electrónica de medicamentos de ámbito hospitalario y supresión del prospecto en papel. La iniciativa se pondrá en marcha a partir de enero de 2022, como se apuntaba, en el ámbito de los hospitales. Para el Dr. Calvo, este experimento “era perfectamente esperable en función de los proyectos que venía desarrollando la AEMPS y de los proyectos que está elaborando la Agencia Europea del Medicamento, donde la AEMPS es uno de los organismos que ostenta una posición de liderazgo. Lo que creo es que, quizás, el nuevo ensayo se ha sacado un poco de contexto (por la expectación generada) porque es un proyecto que afectará sólo a 55 medicamentos de los más de 2.000-3.000 que hay en el mercado”.
Además, son fármacos de ámbito hospitalario que únicamente se utilizan dentro de un hospital, dado que en estos recintos hay otras medicaciones -las que se dispensan en la farmacia ambulatoria y que el paciente no ingresado se lleva a su casa- que no están incluidas en la prueba piloto. Así pues, el proyecto únicamente involucra a medicamentos que se administran al paciente hospitalizado, quien, ya de por sí, “jamás lee la ficha técnica o el prospecto, porque simplemente recibe la medicación, sin más”, argumenta Calvo.
Una prueba sólo para profesionales, no para usuarios
Lo que se pretende con la implantación de la nueva medida es ver cómo funciona la digitalización de esa clase de información médica, pero únicamente desde la experiencia de los efectivos de farmacia hospitalaria y otros profesionales del hospital. En otras palabras, y abundando en lo anteriormente apuntado: que en los escenarios hospitalarios el paciente sin ingreso seguirá yendo a la farmacia hospitalaria a recoger su medicación y se irá a casa con sus prospectos en papel. “Es simplemente un ensayo sobre fármacos que se administran a personas ingresadas. Por ello, el contexto es bastante restringido, afectará a un grupo muy reducido y seleccionado de medicamentos”, expone el especialista.
En la nota de la AEMPS, se recoge que el objetivo del proyecto piloto es ‘valorar a nivel nacional el impacto de la supresión del prospecto en papel, con el fin de orientar futuras revisiones de la regulación farmacéutica, especialmente teniendo en consideración el avance de las nuevas tecnologías y su puesta en marcha en el sector farmacéutico’. En opinión del Dr. Calvo, esta argumentación podría querer decir que se está planteando la posibilidad de suprimir el soporte físico de todos los prospectos, incluso los de los medicamentos dispensados en farmacias ‘de calle’, o establecimientos accesibles a todo tipo de usuarios. Eso sí -puntualiza-, la llegada de esa hipotética supresión masiva iría para largo: “Podría llegar a largo plazo… hablamos de unos 6-10 años; ahora mismo, no se aplicaría en ningún caso… y además lo sé, porque dispongo de información de primera mano sobre este proyecto”.
La modernización de los prospectos busca la inmediatez en la actualización de la información
La idea de los impulsores de la iniciativa es promover el acceso a una plataforma digital en la que la información se pueda manejar de una manera ágil, y no desplegando un papel que contiene una letra minúscula y de difícil lectura. Información, asimismo, que pueda actualizarse de manera automática y que, por tanto, libere de tener que esperar a que se reimpriman todos los prospectos actualizados para volverlos a introducir en los recipientes que contienen los fármacos. Se busca, en ese sentido, la inmediatez en los procesos de renovación documental.
De todos modos, las agencias reguladoras tienen en mente el problema de la denominada ‘brecha digital’ (distribución desigual en el acceso, en el uso, o en el impacto de las tecnologías de la información). “El cambio no se hará de manera abrupta… se irá testando y, en el momento en que se detecte que se puede implementar, se implementará, pero siempre con la salvaguarda de que quien necesite su copia en papel, la tendrá. Por razones de brecha digital, actualmente el acceso virtual a los prospectos médicos no es factible para todos los usuarios. Y, en el caso de que a años vista se produzca el relevo y se suprima el papel de estos documentos, se tendrá que ofrecer una alternativa, como podría ser que desde la misma farmacia o el mismo paciente pudieran imprimir el prospecto en papel”, sostiene el jefe del Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínic.
“Es decir -prosigue-, que no se va a producir un vacío, sino que se va a facilitar que, a través de un código QR -que con los años será el estándar-, uno pueda acceder a todo el prospecto y pueda buscar aquellos aspectos del documento que más le interesen, como la información relativa a enfermedades concomitantes, posibles reacciones adversas, etc”. En definitiva, que los prospectos físicos seguirán existiendo en los próximos años, y, si en algún momento se llegaran a eliminar, siempre existirá la posibilidad de obtener una copia escrita en la farmacia, hospital o en la propia casa del usuario. “Pero no va a haber ningún vacío de información… eso se lo puedo asegurar”, garantiza el Dr. Calvo.
La digitalización, posible solución para aquellos a los que les cuesta leer la letra pequeña del papel
También hay que decir que, hoy en día, entrando en internet y tecleando nombres de fármacos en un buscador tipo Google ya se puede acceder digitalmente y en español a multitud de prospectos médicos. A este respecto, el experto no puede asegurar que dicha entrada digital exista para el 100% de los medicamentos existentes, “pero sí para el 99,9 y algo más%”.
Entre los colectivos más -por decirlo de algún modo- 'perjudicados' por la supresión del papel en este tipo de documentos estarían, lógicamente, los ancianos y la población no tan mayor que no se maneja bien con las nuevas tecnologías o bien tiene dificultades de acceso a ellas (brecha digital). No obstante, el Dr. Calvo matiza que el cambio hacia la digitalización podría ser incluso beneficioso para todo ese conjunto de personas: “Dentro del proyecto, una de las prioridades es que el formato del prospecto electrónico que finalmente se apruebe sea legible, fácil y ameno para el paciente”, y que ello se transfiera a la versión imprimida en caso de que haya personas que necesiten o requieran su lectura en soporte físico. “Y es que, si uno padece los efectos de la brecha digital, muy posiblemente también esté sometido a una brecha visual, de manera que un señor de 80 y tantos años a lo mejor no es capaz de leer el prospecto, aunque se lo den en papel (a menudo la letra es muy pequeña). Aquí la idea es que exista la posibilidad de obtenerlo en formato físico y que, además, la legibilidad de su fuente (el soporte electrónico) mejore sustancialmente”.
“Por tanto, yo es que no le veo ningún riesgo a todo esto. Nadie va a tener en toda su vida, en el siglo en el que estamos, ningún riesgo de no tener acceso a su medicamento en el formato que quiera”, manifiesta.
Hablando de peligros… ¿deberemos temer la irrupción de ataques informáticos contra los servidores que contienen los prospectos electrónicos? ¿Puede haber piratas o hackers que puedan dificultar el acceso a tales informaciones sobre medicamentos, e incluso modificar esas informaciones con algún fin inconfesable? Calvo se permite, en este punto, la licencia de ironizar: “Si hay piratas que son capaces de influir en las elecciones americanas hackeando el Pentágono, ¿quién dice que esto no pueda ocurrir con los prospectos?”
Sea como fuere, este profesional de farmacia recuerda que los prospectos médicos están a disposición pública, sustentados por un backup (copia de seguridad o copia de reserva), y que, por tanto, se pueden reponer y también actualizar de manera inmediata. “Yo no lo veo como un riesgo real, ya que esos documentos contienen una información para consulta pública que no es ni sensible ni confidencial. De ahí que no tengan un interés económico como para que alguien se plantee un secuestro informático con el que pedir después un rescate”.
¿Bajará el precio de los medicamentos por el ahorro derivado de la supresión del papel?
Por último, cabe preguntarse si la medida de eliminación del papel podría bajar, ni que fuera mínimamente, el precio de los medicamentos por el ahorro derivado de la desaparición de los costes asociados al soporte físico documental. “Eso es como discutir si a una mosca se la debe matar a cañonazos… ¿que el precio debe bajar? Bien, los sistemas de salud tienen que arbitrar una fórmula para que los precios de los medicamentos se establezcan con una visión más a largo plazo, racionalizando su coste. Otros fármacos quizás tengan un precio demasiado bajo, como los genéricos, que se están dejando de fabricar y estamos desbastecidos de ellos”, remarca Calvo.
“Ahora bien -comenta a renglón seguido-, estudiemos el caso de algún medicamento que cuesta 6.000 euros al año (un anticuerpo monoclonal)… ¿bajará su precio porque se deje de introducir un papelito en su recipiente o caja? Pues creo que, en esos casos, el impacto será tan mínimo como poco apreciable. En fin, que calculo que la desaparición de los prospectos en papel no será un factor que vaya a tener una repercusión importante en el precio del producto. La verdad es que ahora mismo desconozco cuál sería, para una compañía farmacéutica, el impacto económico de dejar de introducir documentos físicos en el estuche de sus fármacos”.