Redacción Farmacosalud.com
La ministra de Sanidad, Mónica García, y el ministro de Derechos Sociales y Consumo, Pablo Bustinduy, han mantenido una reunión de trabajo con la organización ConELA (Confederación Nacional de Entidades de Esclerosis Lateral Amiotrófica) para presentarles el borrador de un plan de despliegue de la Ley ELA en España, informa el Ministerio de Sanidad mediante un comunicado. Se trata de un documento que ambos ministros quieren desarrollar de forma conjunta con las asociaciones de personas afectadas por la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), y también en coordinación con los gobiernos autonómicos sobre los que recae la aplicación de la norma. Una de las medidas incluidas en el borrador contempla ampliar la cobertura de fisioterapia para estos pacientes.
El objetivo del nuevo plan es ofrecer una hoja de ruta que permita hacer efectiva la Ley ELA, aprobada meses atrás en las Cortes Generales con el voto a favor de todos los grupos políticos. Este documento pretende acelerar el cumplimiento de la norma con varias medidas que buscan mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por esta patología, así como la de sus familiares y la de las personas y profesionales que cuidan de ellas. El plan fija, además, un calendario de implementación de los compromisos que marca la ley y establece los mecanismos de coordinación con los gobiernos autonómicos para acelerar las actuaciones estipuladas.
Primera fase
El despliegue de la Ley 3/2024, de 30 de octubre, para mejorar la calidad de vida de personas con Esclerosis Lateral Amiotrófica y otras afecciones o procesos de alta complejidad y curso irreversible (Ley ELA) está dividido en dos fases. La primera, que ya está en curso, desarrolla ocho actuaciones para agilizar los trámites de valoración que permitan acelerar el acceso a los servicios y prestaciones vinculados con la discapacidad y la dependencia.
Asimismo, también se pretende abordar la necesidad de dar una formación específica a los profesionales del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) que les permita tratar a las personas con esta enfermedad.
También en esta fase inicial, se activarán y coordinarán las actuaciones que marca la ley para otros ministerios, lo que se traduce en acciones como incrementar las cotizaciones de las cuidadoras familiares y su inclusión como colectivo prioritario en las políticas activas de empleo del Ministerio de Trabajo y el de Inclusión, Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, y concretar las actuaciones del Instituto de Salud Carlos III a través del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, así como las actuaciones sobre personas electrodependientes (aquellas que, por motivos de salud, requieren un uso intensivo de aparatos eléctricos), por medio del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Dentro del primer ciclo también se enmarca la mejora de la coordinación sociosanitaria para establecer un marco de referencia que permita definir un objetivo común con las comunidades autónomas. Es en el marco de esta coordinación donde se debe avanzar hacia la provisión de servicios especializados durante las 24 horas del día, una de las principales demandas de los colectivos que representan a los enfermos de ELA.
Segunda fase
La segunda fase, que está en preparación y se activará cuando se apruebe el desarrollo normativo de la ley, se centra en adecuar la atención y prestaciones a las necesidades de las personas afectadas y suponen, por tanto, medidas que deben movilizar los gobiernos autonómicos, como responsables de ofrecer los servicios a las personas afectadas. Esas medidas se centran en:
• Crear una mesa de trabajo con las CCAA dentro del Consejo Territorial del SAAD para coordinar los trabajos de esta fase.
• Actualizar la cartera de servicios del Sistema, ampliando la cobertura en fisioterapia y rehabilitación.
• Elaborar un Registro Estatal de Enfermedades Neurodegenerativas.
Se necesitan 100.000 enfermeras en España para equipararse a la media de la UE
En otro orden de cosas, según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), en España hay 345.969 profesionales de Enfermería: un 85,5% mujeres, un 14,5% hombres y el 53% tiene menos de 44 años. Entre 2014 y 2022, el número de enfermeras en España experimentó un crecimiento notable en todos los ámbitos evaluados: un 11% en atención primaria, un 36,9% en urgencias y emergencias (112/061), y un 27,2% en hospitalaria. Estos datos, que ponen de manifiesto la intención de las comunidades autónomas de incrementar el número de este tipo de profesionales sanitarias en los últimos años, siguen siendo insuficientes si los comparamos con los países de nuestro entorno. En estos momentos la ratio en España es de 6,3 enfermeras por 1.000 habitantes, frente al promedio de la UE (Unión Europea), que alcanza las 8,5 enfermeras por 1.000 habitantes.
De acuerdo con el informe ‘Situación actual y estimación de la necesidad de enfermeras en España, 2024’, se necesitarían al menos 100.000 enfermeras adicionales para que España alcance la ratio promedio de la UE, una situación que, al ritmo actual de crecimiento, tardaría en alcanzarse entre 22 y 29 años. Esto, sin tener en cuenta que el 39,4% de las enfermeras encuestadas en el estudio ‘Situación laboral y necesidades percibidas por las enfermeras en España 2024’ manifestó la intención de dejar la profesión en los próximos 10 años.
Además, sólo el 34,5% de las enfermeras especialistas trabaja en un puesto acorde a su preparación, según se desprende de una encuesta realizada a más de 55.000 enfermeras en todo el territorio español. De ellas, el 22,3% cuenta con una especialización, aunque únicamente el 34,5% ejerce en su área de especialidad, establece el Ministerio de Sanidad.