Redacción Farmacosalud.com
“La sanidad privada es fundamental para el sostenimiento del SNS (Sistema Nacional de Salud); sin su colaboración sería imposible hacer frente a la demanda asistencial actual”, afirma categóricamente Cristina Contel, presidenta de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), vicepresidenta de la Unión Europea de Hospitalización Privada y presidenta de la Comisión de Sanidad y Asuntos Sociales de la CEOE. “Imagínese lo que pasaría si, a la situación actual de presión asistencial que soporta la sanidad pública, se sumaran los 10 millones de ciudadanos que están siendo atendidos por la sanidad privada. Sin lugar a dudas, la sanidad pública quedaría colapsada de inmediato”, advierte la presidenta de ASPE.
Contel lamenta que a la sanidad privada se la suela asociar con pacientes ricos (económicamente bien aposentados). Así, asegura que esa percepción, “abonada por ideologías políticas y partidistas que hacen de la sanidad un arma arrojadiza”, se ha convertido en un “estigma” que “ha calado hondo”. “El 63% de la facturación de la provisión privada procede de las pólizas de salud de las personas que pagan una doble cobertura. Si bien es cierto que existe un copago voluntario adicional en estos casos, no lo es menos que el importe de una póliza de salud está muy por debajo de los importes con los que todos los ciudadanos contribuimos a la sanidad pública con nuestros impuestos”, sostiene Contel.
-La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) es una patronal de la sanidad privada en España que agrupa a casi 600 entidades sanitarias privadas, entre las que se encuentran hospitales y clínicas, centros especializados, laboratorios, empresas de transporte sanitario, etc. ¿En líneas generales, cuál es la situación de su sector en España, qué radiografía haría?
La sanidad privada es fundamental para el sostenimiento del SNS (Sistema Nacional de Salud); sin su colaboración sería imposible hacer frente a la demanda asistencial actual. España cuenta con 8,2 millones de asegurados, cifra que asciende a más de 10 millones de usuarios de la sanidad privada, si contamos con los funcionarios que -bajo el régimen de mutualismo administrativo- optan en un 85% ser atendidos por la provisión sanitaria privada.
Por apuntar algunas cifras más que ayuden a comprender la importancia de la sanidad privada, me gustaría destacar que en nuestro país da empleo a más de 265.000 personas y representa en torno al 3,5% del Producto Interior Bruto (PIB). Por otro lado, supone el 57% del total de los centros hospitalarios de nuestro país y el 33% del total de camas.
-En sintonía con sus palabras, se dice que, gracias a las mutuas de la sanidad privada, en ciertas comunidades autónomas (CCAA) no se ha alcanzado el colapso total o colapso crítico en la sanidad pública…
Y se dice bien. Imagínese lo que pasaría si, a la situación actual de presión asistencial que soporta la sanidad pública, se sumaran los 10 millones de ciudadanos que están siendo atendidos por la sanidad privada. Sin lugar a dudas, la sanidad pública quedaría colapsada de inmediato. Desde ASPE apostamos por la utilización de todos los recursos sanitarios existentes, sin importar el origen de su titularidad… el objetivo es atender en tiempo y forma y con seguridad y calidad asistencial al paciente, que en la inmensa mayoría de casos desconoce de dónde proceden los recursos con que se le atiende.
Es por ello que pedimos a los políticos altura de miras, que dejen a un lado las ideologías y gobiernen pensando en lo que beneficia al ciudadano, propiciando además una mayor colaboración público-privada que mejore la eficiencia y reduzca las listas de espera.
-¿Cuál es el grado de innovación médica de la sanidad privada en España?
El sector hospitalario privado tiene en la actualidad una mayor capacidad de inversión, y en este sentido apuesta claramente por la inversión en equipos de alta tecnología, como lo demuestra el hecho de estar en posesión de:
• El 56% de los equipos de RM
• El 48% de los PET
• El 36% de los TAC
En la sanidad privada hay una sana competencia que motiva a introducir mejoras constantemente, entre otras cosas en lo referente a la innovación tecnológica y a la formación de sus profesionales, en claro beneficio de la atención y calidad asistencial que ofrece.
-A la sanidad privada se la suele asociar con pacientes ricos (económicamente bien aposentados) ¿Eso es un problema, una virtud, o bien una realidad que no es ni negativa ni positiva?
Desgraciadamente, el estigma ha calado hondo y la percepción que muchos tienen es la que usted plantea, abonada por ideologías políticas y partidistas que hacen de la sanidad un arma arrojadiza… pero nada más lejos de la realidad. El 63% de la facturación de la provisión privada procede de las pólizas de salud de las personas que pagan una doble cobertura. Si bien es cierto que existe un copago voluntario adicional en estos casos, no lo es menos que el importe de una póliza de salud está muy por debajo de los importes con los que todos los ciudadanos contribuimos a la sanidad pública con nuestros impuestos.
Existen conciertos por parte de las Administraciones públicas con la sanidad privada, en mayor o menor grado, en todas las CCAA, y su existencia obedece a dos motivos fundamentales: los costes más bajos de la sanidad privada y la capacidad que ésta tiene de asumir la actividad asistencial que se le concierta. Si no fuera así, no existirían.
En España tenemos un Sistema Nacional de Salud que está formado por un sector público y otro privado. Y su complementariedad nos sitúa en los primeros lugares de los rankings de Sistemas Sanitarios más eficientes de Europa y del mundo. Cuanta mayor colaboración público-privada exista, en mejor disposición estará nuestro SNS a la hora de reducir las listas de espera y aprovechar todos los recursos sanitarios en beneficio de la ciudadanía. Colaboración que debe existir a todos los niveles, y especialmente en el ámbito de los profesionales sanitarios, con el fin de permitirles trabajar indistintamente en uno y otro sector sin importar en la comunidad autónoma en la que ejerzan.
-Por cierto, cuando se habla de ‘privatización’ de la sanidad, parece que haya unos pocos que salen ganando, y otros muchos que salen perdiendo. ¿Por qué el concepto de ‘privatización de la sanidad’ arma tanto revuelo?
Porque dependiendo de quién emplee el término ‘privatización’ y desde la ideología en que lo haga, se está refiriendo a cosas diferentes. Gestionar entidades sanitarias públicas utilizando instrumentos empresariales que tienden a optimizar los resultados e incrementar la eficiencia, mientras la propiedad y el servicio asistencial continúan siendo públicos, en mi opinión, nada tiene que ver con ‘privatizar’. Y, sin embargo, se tilda de privatización.
En cambio, cuando son hospitales públicos los que desde sus estructuras sanitarias realizan actividad sanitaria estrictamente privada, creando un doble acceso, no podríamos afirmar en este caso que nos encontramos ante una ‘privatización’ realizada desde la sanidad pública.
Más allá de utilizar el concepto ‘privatización de la sanidad’ para sacarle rédito político, considero que lo importante no es ni privatizar ni publitizar, sino que cada uno de los dos sectores público y privado aporte lo mejor de sí mismo, en un ámbito de complementariedad, para hacer sostenible y excelente al SNS al que ambos sectores se deben.
-Las percepciones cambian cuando se firman conciertos con centros privados y ello permite descongestionar la sanidad pública. Parece que con esto pasa como -salvando las distancias- con la policía: se suele criticar al agente que nos multa, pero cuando el agente multa a alguien que nos ha causado un perjuicio, entonces la visión cambia espectacularmente…
Como comentaba anteriormente, los conciertos sanitarios -en mayor o menor medida presentes en todas las CCAA- son un claro ejemplo de colaboración y complementariedad público-privada. El ciudadano quiere ser bien atendido, con celeridad, profesionalidad, seguridad y calidad asistencial, y la Administración pública debe garantizar la protección de la salud. La Constitución no distingue entre provisión pública y privada: ¿por qué los políticos nos sitúan en esa disyuntiva? Tal vez, el determinante peso económico de la sanidad en los Presupuestos autonómicos tenga algo que ver.
-¿Los mejores médicos están en la sanidad privada?
Los médicos, en mi opinión, no son públicos o privados, son profesionales de la medicina, y pueden ser más o menos buenos por méritos y cualidades técnicas y profesionales, pero eso no es patrimonio del sector sanitario público o privado. Hay excelentes médicos tanto en la privada como en la pública. Históricamente, su formación ha venido siendo pública, porque apenas existían Universidades Privadas, cosa que ha cambiado en la actualidad. Pero el origen de su formación, o que estén en uno u otro sector, no es determinante de que sean o no los mejores. Muchos médicos prestan sus servicios en ambos sectores, lo que me parece una gran ventaja para los pacientes, para los profesionales y para las instituciones donde trabajan.
Desde ASPE defendemos que los médicos deberían cumplir los mismos requisitos en todas las CCAA de nuestro país, para poder compatibilizar así el ejercicio de su profesión en la privada y en la pública, en beneficio de todos. Resulta un agravio y una discriminación injustificada que en determinadas autonomías se les dificulte dicha compatibilización, máxime si tenemos en cuenta la grave escasez de profesionales y especialistas que estamos sufriendo en el sector. Como antes adelantaba, cuando hablamos de aprovechar todos los recursos existentes, también nos referimos a los excelentes profesionales que hay en nuestro país, tanto en la pública como en la privada.
-¿Cuál es el futuro de la sanidad privada en España?
El futuro de la sanidad privada viene muy mediatizado por la utilización que de ella hacen los diferentes grupos políticos. Desgraciadamente, en nuestro país pesan demasiado las cuestiones ideológicas y algunas de las decisiones que se han tomado en el último año -como el caso de Ribera Salud- han obviado los buenos resultados y datos objetivos que la propia Sindicatura de Cuentas Valenciana han presentado. El futuro de la sanidad, tanto privada como pública, estará condicionada por los siguientes retos:
• Ser capaces de incrementar las sinergias de colaboración público-privada.
• La atención a la cronicidad, debido al progresivo incremento de la esperanza de vida.
• Consolidar la continuidad asistencial entre niveles sanitarios y sectores en el ámbito sociosanitario.
• Incorporar de forma sostenible la innovación y los constantes avances clínicos, tecnológicos y farmacéuticos.
• El uso de las TIC para el seguimiento y el control de la salud y del autocuidado.
• Inversión en prevención y educación sanitaria.
Es preciso que concentremos nuestras fuerzas, las de todos los sectores, en dar solución a los importantes retos que se nos plantean, y nos dejemos de desgastes internos que no llevan a ninguna parte. El nuevo año nos tendría que traer mayores y más altas perspectivas.