Redacción farmacosalud.com
El presente y futuro de los tratamientos radioterápicos se encaminan hacia una mayor precisión y mejor calidad de vida para los pacientes. El doctor Benjamín Guix, profesor titular de la Universitat de Barcelona y director médico del Instituto Médico de Onco-Radioterapia Fundación IMOR de Barcelona, ha explicado que la técnica de la braquiterapia -una forma de radioterapia- para tratar el cáncer de mama permite administrar una sola fracción en un solo día (proceso que dura unas pocas horas), cuando antes este tratamiento “duraba 3 o 4 días”. También en el caso de cánceres mamarios, en dicho centro recientemente se practica la denominada radioterapia intraoperatoria: “En el mismo momento de la operación quirúrgica se analiza como están los márgenes, se confirma que realmente sea un tumor y se irradia el lecho quirúrgico; si se confirma que el tumorcito es de buen pronóstico, ya no hay que hacer ningún otro tratamiento”, ha concretado Guix.
El doctor, asimismo, ha aludido a la técnica de la radioterapia estereotáctica de cuerpo, consistente en seguir los movimientos de los órganos mientras se va aplicando el tratamiento, “por ejemplo para tratar tumores pequeños de pulmón: se siguen los movimientos respiratorios del paciente o los latidos del corazón mientras dura el tratamiento para evitar efectos secundarios e irradiar sólo el tumor”. Esta terapia “es muy, muy precisa”, ha señalado.
Curaciones de casi el 100% en cáncer de próstata
“Cada vez hacemos los tratamientos con mayor precisión”, ha declarado el onco-radioterapeuta, quien ha destacado la braquiterapia de cálculo de dosis en tiempo real (se calcula la distribución de dosis, lo que es más rápido y preciso) y la braquiterapia de próstata con semillas radioactivas, mediante la cual el paciente es dado de alta el mismo día del tratamiento.
Para este experto, la braquiterapia es ideal para combatir el cáncer de próstata: “Es un tratamiento mucho más preciso que cualquier otro, hecho muy a la medida de cada paciente; la fuente que emita las radiaciones se sitúa en íntimo contacto con el tumor en el interior de la próstata y permite curar casi prácticamente el 100% de los casos sin producir, prácticamente, efectos secundarios, ni secuelas, ni riesgo de causar disfunción eréctil, incontinencia urinaria ni sangrado, permitiendo por tanto una excelente calidad de vida”.
Radioterapia y quimioterapia, mejor combinadas en ciertos casos
Pero la radioterapia, según el doctor Guix, no debe ser la única opción terapéutica en determinados casos de cáncer, ya que “la mayor parte de las veces” radioterapia y quimioterapia “son complementarias”.
La combinación de tales tratamientos se rige por criterios de localización del tumor, expectativas de curación y perspectivas de mejora de la calidad de vida del enfermo. “Para decidir en cada caso hay que individualizar a cada paciente. Por ejemplo, si hay ganglios positivos en un cáncer de mama es conveniente la quimioterapia, y una vez acabada hay que hacer radioterapia si se ha hecho un tratamiento conservador. En cambio, en cáncer de próstata la quimioterapia tiene muy poquito papel y son fundamentalmente radioterapia y braquiterapia las que consiguen los mejores resultados”, ha asegurado el especialista.
Novedades en el enfoque de las dosis de radioterapia
Recientemente se ha celebrado en Berlín un congreso de radioterapia, donde se ha llegado a la conclusión de que hay que adoptar ciertos cambios a la hora de aplicar esta técnica. “Hasta ahora el tratamiento estándar en radioterapia externa era dar dos unidades de radioterapia Gy (‘grays’) al día, 5 veces a la semana, que son 10 Gy a la semana. Ahora se ha visto que no todos los tumores responden igual al tratamiento -prosigue el doctor Guix-, ya que hay casos en que es mejor tratar con dosis más altas por fracción y hacer menos fracciones de tratamiento”.
Según ha remarcado, hasta hace unos años esto “no se podía hacer porque producía más efectos secundarios (dosis de más de dos Gy por fracción), pero “ahora las nuevas tecnologías permiten administrar, puntualmente, estas dosis altas a pequeños volúmenes con gran precisión y sin producir efectos secundarios”.
Avances en radiocirugía
De hecho, se ha visto que existen “muchos tumores que responden mejor a estas dosis más altas de radiación”, ha asegurado el doctor. “Los avances más espectaculares se han conseguido en tumores que antes eran de mal pronóstico, por ejemplo tumores de pulmón; ahora, en muchos casos, cuando el nódulo es pequeño (de hasta 4 centímetros de diámetro) y el paciente tiene otras comorbilidades (ha fumado y tiene enfermedad pulmonar obstructiva, tiene tos, etc.), cosas en definitiva que impiden una cirugía, se puede curar administrando radioterapia una sesión por semana, 5 sesiones en total”, ha explicado Guix. “Esto es exactamente igual que operar al paciente, por eso estos tratamientos se llaman radiocirugía”, ha añadido.
Aparte del pulmón, se puede administrar esta técnica en lesiones no muy grandes (hasta 4-5 centímetros de diámetro) que estén cerca de órganos críticos, y sirve también para tratar tumores de hígado.