Redacción Farmacosalud.com
A veces en medicina el futuro ya es presente, y el presente ya es futuro. La prótesis de retina Argus II ya es una realidad aunque parezca un producto futurible, casi de ciencia ficción, y ese presente abre las puertas a realizar nuevos descubrimientos de ahora en adelante en el ámbito de la oftalmología. Así las cosas, Argus® II ya ha sido implantada en España con éxito en un caso de retinosis pigmentaria, una patología que provoca diferentes grados de ceguera. En declaraciones a www.farmacosalud.com, el vicepresidente de la Asociación Retina Madrid-Fundación Retina España y afectado de retinosis pigmentaria, Asier Olabarri, considera que el dispositivo “es un avance magnífico”. Según Olabarri, aun cuando los afectados de esta enfermedad son conscientes de que la prótesis de retina no puede implantarse a todo el colectivo porque para ser candidato al tratamiento hay que cumplir con una serie de requisitos (por ejemplo, tener ceguera severa pero conservando un punto de luz en la vista), no por ello niega que se esté ante un “avance tremendo”, dado que “da la posibilidad de ver formas”.
Olabarri explica que, por ahora, él no es candidato al dispositivo porque todavía conserva un “resto visual”, pero agrega que con el paso del tiempo podría necesitar dicha prótesis. “La retinosis pigmentaria condiciona mucho; si bien hay que reconocer que socialmente se está mejor que hace unos años, hay que decir que la sociedad no está totalmente preparada en términos de calidad de vida para nosotros. Cuando sales de casa a veces tienes que pedir ayuda… con esta discapacidad visual es muy difícil ubicarte en un sitio que no conoces”, relata este afectado de la enfermedad.
Dejar de ser ciego por retinosis pigmentaria ya es posible
Argus® II es la única prótesis de retina que ya ha sido implantada en España con éxito. En concreto, se ha beneficiado de ella una paciente afectada de retinosis pigmentaria, quien está en fase de rehabilitación y sometida a las primeras pruebas de estimulación de la retina. Tras unas semanas de entrenamiento, la paciente podrá ver siluetas, luces y sombras, contornos, detectar movimientos… Por ejemplo, localizará vehículos aparcados, paradas de autobús, tendrá la capacidad de bordear una acera, cruzar por un paso de peatones, detectar una ventana, separar la colada de la ropa, identificar letras y números grandes e incluso leer palabras impresas de gran tamaño. Fuentes de IMEX, la empresa distribuidora de Argus II, han apuntado a www.farmacosalud.com que el dispositivo está indicado para personas con retinosis pigmentaria que conservan “un punto de luz” en la visión. Los pacientes que utilizan dicha prótesis “no ven en color y ven en 2D, sin profundidad”, han precisado las mismas fuentes.
La prótesis de retina, fabricada por la multinacional americana Second Sight, está aprobada por la FDA en EE.UU y la UE para Retinosis Pigmentaria. También se está llevando a cabo un trabajo final para la aplicación en pacientes invidentes por Degeneración Macular.
Una tecnología casi futurista
De acuerdo con un comunicado de IMEX, el dispositivo está compuesto por un chip que se implanta en la retina del paciente, unas gafas especiales que tienen una microcámara en el puente de la nariz y un receptor de señales en la patilla, conectado todo a un miniordenador, que se lleva colgado en el hombro o la cintura. El sistema funciona de manera que la cámara de las gafas capta la escena delante del invidente y envía el vídeo al miniordenador, que procesa la información y la reenvía a la antena de las gafas y de ésta al circuito dentro del ojo. Allí, el chip convierte las señales en pequeños pulsos de electricidad que estimulan las células de la retina interna no dañadas (las dañadas están en la parte externa de la retina). Los estímulos se transmiten mediante el nervio óptico al cerebro, que los decodifica e identifica qué se ve.
La retinosis pigmentaria, para cuyos afectados está indicado este sistema, es una patología genética que no tiene cura hoy en día. Es una de las causas más frecuentes de ceguera en las personas que no tienen una edad avanzada -se estima que en España puede afectar a entre 8.000 y 10.000 personas-. Puede aparecer a una edad diferente en cada paciente y evolucionar más o menos rápido. Se degeneran las células de la retina y, por ello, se va perdiendo capacidad y campo de visión hasta llegar a la ceguera.