Redacción Farmacosalud.com
Un total de 868 pacientes con Enfermedad Renal Cónica que se encuentran en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS), es decir, diálisis o trasplante, se han contagiado en las últimas semanas por el coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19) según los datos recopilados por la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), que ha creado un registro de pacientes afectados por esta enfermedad para analizar su incidencia y evolución.
Estos 868 pacientes representan un 1,3% del total de las personas que se encuentran en nuestro país en tratamiento de diálisis o con trasplante renal (unas 66.000 personas), una cifra a tener en cuenta, ya que la Enfermedad Renal Crónica afecta en su mayoría a pacientes mayores de 65 años, que son precisamente también la mayor población de riesgo ante el coronavirus. En la actualidad, el coronavirus tiene una incidencia acumulada en la población en España de 190 casos por cada 100.000 habitantes. Es por ello que los nefrólogos señalan la importancia de los protocolos de prevención y actuación que se han puesto en marcha en las unidades de diálisis españolas ante el COVID-19 como la principal causa de que la incidencia en los pacientes renales se haya situado hasta el momento en ese 1,3%.
La S.E.N. acordó hace tres semanas con el Ministerio de Sanidad y Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN) un protocolo de actuación que incluye una serie de medidas y precauciones a la hora de actuar y atender a los pacientes renales en las unidades y centros de diálisis. Estas medidas abarcan desde el transporte de los pacientes hasta su ubicación en las salas de diálisis, pasando por la protección de los profesionales sanitarios y las instrucciones de limpieza y desinfección. “El objetivo de este protocolo es prevenir y proteger frente al coronavirus a los pacientes renales en diálisis y a los profesionales que los atienden, y debemos seguir insistiendo en ello para que la incidencia en nuestros pacientes no siga creciendo, y los servicios de Nefrología de nuestros hospitales puedan continuar ofreciendo sus servicios de calidad con seguridad y normalidad”, afirma la presidenta de la S.E.N., Dra. María Dolores del Pino.
De los pacientes infectados, el 20% del total ya se ha curado y el 23% ha fallecido
La S.E.N. pide, no obstante, extremar las precauciones y medidas de protección tanto para los profesionales sanitarios como para los pacientes, para así reducir el número de nuevos contagios por COVID-19. “Es muy importante no bajar la guardia y seguir el protocolo para evitar que la infección genere nuevos casos entre este tipo de pacientes”, añade la Dra. Del Pino. Hasta el momento, 103 hospitales y centros sanitarios de todas las comunidades autónomas han notificado los más de 800 casos de COVID-19 en los pacientes que están en diálisis o trasplante en nuestro país, siendo la Comunidad de Madrid la que aporta un mayor número de casos al registro de la S.E.N. (36%), seguida de Cataluña (18%), Castilla La Mancha (12%) y Andalucía (9%).
De los pacientes infectados, el 20% del total ya se ha curado (173 personas) y el 23% han fallecido (198), mientras que el 57% restante permanece en situación de infección activa. El registro señala que la infección por COVID-19 ha afectado hasta ahora en mayor medida a hombres (2/3 del total), y que la edad media de los contagiados es de 67 años. La modalidad de Tratamiento Renal Sustitutivo más representada entre los pacientes infectados es la hemodiálisis realizada en centro sanitario (63%), seguida de los pacientes trasplantados (33%) y los pacientes en diálisis peritoneal (4%).
Los principales síntomas de los pacientes renales contagiados fueron fiebre (76%), la infección de vías respiratorias altas (68%) y la disnea o dificultad para respirar (43%), mientras que sólo el 8% estaban asintomáticos. Durante la infección, el 72% de los pacientes desarrollaron una neumonía y el 80% una linfopenia (un número más bajo de lo normal de linfocitos en la sangre).
Según los datos recopilados por los nefrólogos de la S.E.N., el periodo de incubación medio de la infección fue de 7 días. Un 30% de los pacientes renales infectados tuvieron contacto previo conocido con algún otro infectado, un porcentaje que se incrementa un 34% más en el caso de los pacientes en hemodiálisis en centro sanitario, siendo el 24% en diálisis peritoneal y 22% en los pacientes trasplantados.
En cuanto a la atención sanitaria, el 85% de los pacientes renales con COVID-19 requirió ingreso hospitalario, un 8% de ellos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los centros hospitalarios. Por último, el registro también incluye los factores predictores de mortalidad de la infección en este tipo de pacientes, como la edad y el desarrollo de una neumonía, aunque como factores independientes.
Limitación del número de pacientes sanos que pueden compartir ambulancia
Entre las medidas más destacadas del protocolo de actuación para las unidades de diálisis, se incluye la limitación del número de pacientes sanos que pueden compartir ambulancia para llegar a las unidades de diálisis (4 en total), con la recomendación de que, siempre que sea posible, el traslado se realice con un familiar en vehículo propio. Estos pacientes no compartirán ambulancias con pacientes sanos, se evitará su permanencia en la sala de espera, no podrán estar acompañados por familiares y, si es posible, no compartirán sala de diálisis.
Asimismo, el protocolo reduce al mínimo el número de trabajadores sanitarios y no sanitarios en contacto con pacientes renales infectados o sospechosos por COVID-19, evitando las rotaciones del personal asignado e insistiendo en las medidas y equipos de protección que deben tener los profesionales asignados a estos pacientes. Igualmente, el documento indica que se tomarán medidas expresas para la detección nuevos casos entre los pacientes en diálisis y los confirmados serán comunicados según lo establecido en cada Comunidad Autónoma.