Redacción Farmacosalud.com
Según el Dr. Antonio Hidalgo, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Salud de Lucena (Lucena, en Córdoba), la pauta flexible de tratamiento para el asma permite disminuir la medicación y las exacerbaciones. Hidalgo participó en un simposio formativo sobre patología asmática en Atención Primaria (AP) que fue auspiciado por la cátedra INSPIRA-UAB y FUCAP, emitido por www.farmacosalud.com, patrocinado por Pfizer y moderado por el Dr. Vicente Plaza, director de la Cátedra INSPIRA-UAB.
-¿Cuándo utilizar una estrategia de tratamiento flexible o una fija?
Cuando se habla de pautas de inhalación para el asma, se habla de pautas de la combinación budesónida / formoterol en el mismo dispositivo. Se conoce como pauta fija la inhalación de 2 puff cada 12 horas. En cambio, el régimen flexible consiste en un puff cada 12 horas cuando el paciente tiene un buen control, pero cuando este control se pierde y aumentan los síntomas, se puede llegar hasta los 4 puffs cada 12 horas, siempre durante un máximo de 2 semanas. “Distintos estudios nos vienen a decir que la pauta flexible permite reducir la medicación, consiguiéndose también una disminución en cuanto a las exacerbaciones”, aseguró el Dr. Antonio Hidalgo.
Si bien el modelo flexible disminuye la cantidad de medicación usada y la aparición de agudizaciones, cabe decir que “no es una pauta para todo el mundo”, sino que resulta necesario diseñar un plan de acción que pasa por el “adiestramiento del paciente” y por la modificación de “la dosis en función de su sintomatología y de la cifra arrojada por el pico-flujo. Por lo tanto, es una pauta que puede ser una opción en pacientes motivados y siempre en el contexto de un plan de acción”, señaló el Dr. Hidalgo.
Acto seguido, el facultativo expuso algunos detalles de 3 ensayos de corta duración y de 2 ensayos de una duración mayor:
-¿Cómo seleccionar el mejor inhalador para el paciente?
Hay que elegir, lógicamente, un dispositivo que contenga el fármaco seleccionado para el paciente, procurando que dicho inhalador se adapte lo mejor posible a las características y preferencias del usuario (y de acuerdo al consenso alcanzado entre médico y paciente), en tanto que todo ello aumenta la adhesión terapéutica. A la hora de valorar de forma individualizada qué dispositivo puede ser más adecuado, deben plantearse 3 cuestiones básicas: ¿el paciente es capaz de inhalar de una forma voluntaria? ¿puede realizar una inspiración enérgica (igual o superior a un volumen inspiratorio de 30 l/minuto)? ¿existe buena coordinación entre la inhalación y la activación del dispositivo?
Actualmente, se dispone de 4 mecanismos de inhalación distintos para tratar el asma. Dependiendo de las tres preguntas anteriores:
Aparte de esas tres cuestiones fundamentales, a la hora de elegir el inhalador deben tenerse en cuenta otros aspectos como la edad del paciente, o la presencia de limitaciones físicas que puedan influir en la capacidad de realizar una inspiración adecuada. Cuando este tipo de asmático, además, tiene una disminución de su conciencia, procede plantearse sustituir la boquilla por una mascarilla. También es importante saber si el paciente ha tenido experiencia previa o no con los inhaladores, “ya que distintos estudios nos dicen que los pacientes que han utilizado un inhalador prefieren el que ya conocen”, y, si hay cambios, debe procurarse que el nuevo dispositivo sea lo más parecido posible al anterior, argumentó el galeno del Centro de Salud de Lucena. Los que no lo han utilizado nunca -agregó-, se inclinan más por elegir dispositivos de polvo seco, lo que puede guardar relación “con la no necesidad de coordinación en la maniobra”.
En caso de que el asmático necesite más de un medicamento, hay que intentar administrar el menor número posible de fármacos y, si es posible, usar sólo uno. Siempre que se tenga contacto con un paciente, “deberíamos comprobar” su técnica inhalatoria, remarcó el Dr. Hidalgo. Asimismo, aconsejó que el inhalador escogido sea fácil de utilizar para el paciente, y, en caso de que haya más de un dispositivo, usar aquellos que tengan un mecanismo de funcionamiento similar.
Por último, se recomienda dedicar un tiempo al ‘entreno’ del asmático en el ejercicio de tales maniobras.
-¿Cuándo derivar al especialista?
De acuerdo con el consenso alcanzado por las sociedades de AP, neumología y alergología, estaría indicado derivar desde AP a la atención hospitalaria en los siguientes supuestos:
a) cuando se requiera confirmar el diagnóstico de asma porque en AP no se dispone del aparato para hacer una espirometría, o bien cuando la realización de esta prueba no tiene la calidad suficiente. También puede ocurrir que “con la prueba broncodilatadora no consigamos el diagnóstico”, ni “tampoco lo consigamos midiendo la variabilidad del flujo espiratorio máximo”, comentó Hidalgo. O puede pasar que, para llegar al diagnóstico, se tenga que objetivar hiperrespuesta bronquial o inflamación bronquial, “y en AP no disponemos de esos recursos”, aseguró.
b) para investigar comorbilidades (rinosinusitis/poliposis nasal, reflujo, apnea, etc.) y tal estudio no pueda ser completado desde Atención Primaria
c) ante pacientes con asma grave y asma no controlada. Estos son los criterios de asma no controlada:
d) en situaciones especiales, como: una sospecha de asma alérgica. Los factores que inducen a pensar en esa afección son: no responder al tratamiento, o que haya persistencia del estímulo desencadenante y dificultad para evitarlo. Asimismo, se debe sospechar de asma alérgica cuando existe una presentación de síntomas reiterados en determinados meses del año, o cuando la sintomatología es más perenne y se intensifica en el interior del domicilio, quizás por ácaros, mascotas u hongos; sospecha de asma ocupacional (por ejemplo, asma diagnosticada en la edad adulta -o primer diagnóstico en la edad adulta-); sospecha de asma desencadenada por fármacos antiinflamatorios e inhibidores de COX-1, entre ellos la aspirina; asma que no se controla durante el embarazo y por dudas planteadas durante la gestación, y asma asociada al ejercicio que no se confirma en AP.
e) para estudio de enfermedades simuladoras de asma que precisen de un diagnóstico diferencial que no se haya conseguido en AP.
Para conocer con más detalle la intervención del Dr. Hidalgo, acceder al siguiente video:
Acto seguido, el Dr. Hidalgo, junto con el Dr. Juan Antonio Trigueros, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Salud Menasalbas (Menasalbas, en Toledo), participaron en un debate cuyo contenido puede conocerse clicando la grabación correspondiente a la parte final del simposio:
La intervención del Dr. Trigueros se puede seguir a través de este video: