Redacción Farmacosalud.com
El 87% de personas que han sufrido un ictus no presentan las pautas de vacunación antigripal y neumocócica recomendadas después de la afección, según advierte el Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Bellvitge (l´Hospitalet de Llobregat, en Barcelona) y la Atención Primaria de la Gerencia Metropolitana Sur (GTMS). El dato se ha extraído en el marco de Strack, un proyecto pionero en Europa centrado en la atención integral del paciente pluripatológico crónico superviviente de un accidente cerebrovascular. “Los episodios cardiovasculares, como el ictus, pueden desencadenarse por infecciones respiratorias como la gripe. De hecho, las personas no vacunadas tienen un 18% más de riesgo de sufrir un ictus que las personas vacunadas de la gripe”, recuerda la Dra. Violeta Poltorak, especialista del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitari de Bellvitge.
La identificación de esta problemática ha permitido potenciar una campaña masiva de contacto con los enfermos para su inmediata vacunación, centrada especialmente en los menores de 65 años con enfermedades cardiovasculares. El hallazgo, que ha sido posible gracias a la estrecha colaboración entre el Servicio de Medicina Preventiva y la Atención Primaria, enmarcada en el proyecto Strack, permitirá llevar a cabo una rápida actuación durante las próximas semanas.
Control intensivo por parte del Servicio de Neurología y AP
En Strack se realiza un seguimiento intensivo, por parte del Servicio de Neurología y la Atención Primaria (AP), de los distintos factores de riesgo vascular y su correlación después de recibir el alta del centro hospitalario de Bellvitge (HUB). El nuevo programa pone especial énfasis en el primer año después del ictus, momento crítico para la evolución del estado de salud en el futuro, mediante el seguimiento personalizado, la monitorización remota y el trabajo en red entre hospital y AP. Merced al mejor control de los parámetros clínicos, analíticos y biométricos, se reducen reingresos y visitas, aumenta la adherencia al tratamiento y se mejora la rehabilitación física y cognitiva, lo que acaba facilitando la toma de decisiones y la coordinación entre dispositivos asistenciales.
“En el proyecto Strack el paciente es el centro del proceso asistencial del ictus y, más allá de los profesionales o el centro que le atienda, el paciente se apodera de su patología, mejorando la adherencia a los tratamientos y adoptando hábitos vitales más adecuados para su salud”, subraya el Dr. Pere Cardona, director de la Unidad de Ictus y del Programa Neurovascular del Hospital de Bellvitge. Strack se enmarca en el programa de Proyectos de Compra Pública de Innovación en el Sistema Sanitario Integral de utilización pública de Cataluña (SISCAT), y está subvencionado por el Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Además, Roche Diagnostics es el socio tecnológico del proyecto.
Desde 2020, el Hospital Universitario de Bellvitge está certificado como centro de referencia en ictus por la European Stroke Organisation, la sociedad europea más prestigiosa de la especialidad. Además de atestar la Unidad de Ictus, esta distinción otorga al hospital la categoría de Centro de Atención Integral de Ictus (Comprehensive Stroke Center o Stroke Center).
Una alteración brusca de la circulación de la sangre en el cerebro
El accidente cerebrovascular es una alteración brusca de la circulación de la sangre en el cerebro, producida por la obstrucción o la rotura de una arteria. Puede producir daños en determinadas zonas del cerebro, cada una de las cuales tiene una función determinada, que pueden dejar de funcionar. Así pues, por ejemplo, el ictus puede afectar al habla, al movimiento de las extremidades, a la visión, entre otros, ya sea de una forma transitoria o más permanente.
Se calcula que una de cada seis personas sufrirá un ictus en algún momento de su vida. Este tipo de evento cerebrovascular es la primera causa de discapacidad en el mundo, así como la primera causa de mortalidad en las mujeres. El ictus isquémico agudo representa el 85% del total. Aunque en los últimos años se ha demostrado que los tratamientos de reperfusión consiguen consistentemente la recanalización arterial en el 85% y 90% de los casos, más del 50% de los sujetos tratados desarrollan una discapacidad de moderada a grave. En este contexto, existe una clara necesidad médica de desarrollar nuevos fármacos con efecto neuroprotector con el fin de mejorar los resultados del ictus, en paralelo a los tratamientos de reperfusión.