Redacción Farmacosalud.com
Al cáncer de piel le ha salido un duro contrincante. Yervoy® (ipilimumab) ha sido aprobado en España como primera línea de tratamiento de melanoma avanzado (irresecable o metastásico), convirtiéndose así en el primer fármaco inmunológico disponible en territorio español para el tratamiento en primera línea de pacientes con diagnóstico de melanoma avanzado. “Es una buena noticia para los pacientes puesto que se trata de un tratamiento con evidencia de beneficio objetivo y supervivientes a largo plazo. Cabe pensar que en breve otros regímenes de inmunoterapia reemplazarán al aprobado ahora, pero esta noticia constituye un hito”, asegura el doctor Ignacio Melero, catedrático de Inmunología de la Clínica Universidad de Navarra. A este respecto, el doctor Alfonso Berrocal, jefe de Sección de Oncología del Hospital General de Valencia, indica que “ipilimumab ha demostrado eficacia en todo tipo de pacientes, con independencia de si presentan mutaciones en B-RAF o no”, y en paralelo la tasa de supervivencia se mantiene en el tiempo a partir de los tres años, por lo que se puede comenzar a hablar de “largos supervivientes”.
A juicio de Melero, las ventajas que puede aportar la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer de piel con respecto al resto de tratamientos existentes se centran “sobre todo en la evidencia de un porcentaje de pacientes (en torno al 15-25%) que presentan supervivencia a muy largo plazo”. Los datos que han motivado la aprobación del fármaco proceden de dos estudios observacionales retrospectivos (N = 273 y N = 157) que incluyen pacientes *naïve a cualquier tratamiento que han recibido ipilimumab 3mg/kg y en los que, además, el 12,1% y 33,1% de los casos presentaban metástasis cerebrales en el momento del diagnóstico de melanoma avanzado. En estos estudios realizados en práctica clínica habitual con ipilimumab 3 mg/kg en monoterapia, la tasa estimada de supervivencia a 1 año fue del 59,2% (IC: 95%: 53,0- 64, 8) y 46,7% (IC 95%: 38,1-54,9), respectivamente. Por otro lado, para esta aprobación en primera línea, se evaluó también el análisis agregado de un grupo de pacientes que no habían recibido previamente quimioterapia (N = 78) y que fueron incluidos en tres ensayos clínicos Fase 2 y dos ensayos clínicos Fase 3. Para esta población la tasa estimada de supervivencia a 1, 2 y 3 años fue de 54,1% (IC 95%: 42,5 - 65,6 ), 31,6% (IC 95%: 20,7 - 42,9 ) y 23,7% (IC 95%: 14,3 - 34,4), respectivamente.
Pasos de gigante de la inmunoterapia contra el cáncer
Ipilimumab es un anticuerpo monoclonal anti-CTLA-4 completamente humano que hasta ahora estaba disponible en la prestación farmacéutica del SNS para pacientes con melanoma avanzado como tratamiento en segunda línea, es decir, una vez que el paciente había progresado en su enfermedad después de recibir otros tratamientos sistémicos con indicación en melanoma, incluida la quimioterapia, precisa la compañía Bristol-Myers Squibb. Sobre ipilimumab, además, no está todo dicho, ni mucho menos. Recientemente, un equipo de investigadores han logrado eliminar un melanoma en ratones mediante una nueva estrategia: la combinación de ipilimumab (inmunoterapia) y dos terapias moleculares (dabrafenib y trametinib). “Es una línea de investigación de gran interés. El primer ensayo clínico de este tipo de combinación tropezó con toxicidad hepática pero en este momento hay varios ensayos clínicos en marcha cuyos resultados se aguardan con enorme interés”, manifiesta Melero en declaraciones a www.farmacosalud.com.
Las perspectivas de la inmunoterapia como arma contra los tumores malignos son excelentes. Por ejemplo, hasta hace poco se pensaba que el cáncer de pulmón era un tumor poco inmunogénico, pero poco a poco se están produciendo pasos de gigante contra esta enfermedad, según refiere Melero: “El bloqueo de los receptores PD-1 y PD-L1 tiene clara actividad terapéutica. Un anticuerpo anti-PD-1 (nivolumab) ha recibido aprobación de la FDA para el tratamiento del carcinoma epidermoide de pulmón en segunda línea. Los ensayos clínicos arrojan resultados enormemente prometedores en esta enfermedad tan prevalente y letal”. A modo de avances contra el cáncer, el inmunólogo destaca también “el uso de terapia celular adoptiva con linfocitos transducidos con receptores quiméricos de antígeno para el tratamiento de neoplasias hematológicas” y “el uso de vacunas basadas en vectores virales para el cáncer de próstata”.
Problema del sistema inmune: ‘cada persona es un mundo’
Sin embargo, el procedimiento de potenciación del sistema inmune aplicado contra el cáncer (inmunoterapia) presenta sus propios problemas. De acuerdo con Melero, “se puede despertar autoinmunidad en forma de efecto adverso, no disponemos de biomarcadores predictivos y el coste va a suponer un esfuerzo económico importante para los sistemas sanitarios”. Por si esto fuera poco, hay que recordar la máxima según la cual ‘cada persona es un mundo’, de manera que lo que funciona para unos puede que no funcione para otros. “El reto es poder identificar a los pacientes respondedores mediante biomarcadores antes de tratar; hay una intensa investigación en ese sentido”, explica.
Puestos a marcarnos retos… ¿Llegará un día en que ‘vacunarse’ contra el cáncer será un procedimiento habitual? Según Melero, “no parece probable a la luz de los datos disponibles que vayamos a tener vacunas profilácticas universales. Sí se va a desarrollar el campo de vacunación terapéutica (es decir, en pacientes que tienen ya la enfermedad) y en particular en estadios de enfermedad mínima residual. Los antígenos más relevantes parece que van a ser no compartidos entre tumores de distintos pacientes y requerirán aproximaciones personalizadas”.
* Naïve: no tratado previamente