Redacción Farmacosalud.com
El Grupo Gónadas, Identidad y Diferenciación Sexual de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (GT-GIDSEEN) ha elaborado el ‘Documento Estándar de calidad de las Unidades de Atención a Personas con Diversidad Sexual y de Género’ con el fin de poner al alcance de los profesionales los estándares de calidad que se deben cumplir, en relación a recursos humanos, materiales y formación, para garantizar una adecuada calidad asistencial en el manejo de las personas transgénero (‘trans’) o con diversidad sexogenérica. De acuerdo con el nuevo consenso, la intervención de otorrinolaringólogos y cirujanos plásticos forma parte de tales patrones de actuación, ni que sea a modo de recomendación.
El documento contempla ‘estándares de los recursos humanos, asistenciales y de actividad investigadora agrupados en dos tipos: clase A y clase B. Los de clase A se consideran esenciales y los de clase B se consideran aconsejables’. Así, en cuanto a recursos humanos, se marca como pauta cualitativa contar con la participación de un ‘otorrinolaringólogo/a conocedor del proceso de feminización de la voz, y con apoyo logopédico para tal fin. […] Para alcanzar los estándares clase B, deben llevarse a cabo, como mínimo, actividades para la feminización de la voz’.
Por otro lado, el manual remarca la conveniencia de disponer de un cirujano/a plástico/a ‘con experiencia en cirugía de masculinización de tórax y en mamoplastia de aumento*. […] Para alcanzar los estándares clase B, el/la profesional de la cirugía plástica debe realizar técnicas de vaginoplastia** y de faloplastia/metaidoioplastia***. En el caso de no realizar directamente las cirugías genitales deberá ser conocedor/a de los procedimientos y participar en el proceso de concierto de las técnicas más complejas a centros externos con mayor experiencia o centros privados concertados’.
* mamoplastia: procedimiento para agrandar o cambiar la forma de las mamas o senos
** vaginoplastia: para las mujeres transgénero, reconstrucción genital mediante cirugía de creación de una vagina
*** faloplastia/metaidoioplastia: faloplastia: construcción o reconstrucción de un pene / metaidoioplastia: prolongación de la uretra biológica hasta la punta del clítoris y la liberación de éste para recrear un micropene que permita la micción en posición bípeda (de pie) y la normal estimulación erógena […] Este miembro no tiene capacidad para la penetración
‘12 meses con Endocrinología y Nutrición, 12 pasos hacia la salud’
El nuevo informe se enmarca en la campaña ‘12 meses con Endocrinología y Nutrición, 12 pasos hacia la salud’ puesta en marcha por GT-GIDSEEN y centrada en la importancia de la Endocrinología para mejorar la vida de las personas transgénero. En este consenso, dicha organización científica incide en que la atención sanitaria dispensada en este ámbito no debe ser entendida sólo como una administración de fármacos, sino como un esfuerzo por lograr una mejoría integral de la salud de los sujetos ‘trans’.
En esta línea, el Dr. Marcelino Gómez Balaguer, coordinador de GT-GIDSEEN, afirma que “el endocrinólogo tiene que estar adecuadamente capacitado para poder coordinar la atención multidisciplinar de las personas transgénero y su trabajo debe de ir más allá de la mera dispensación de hormonas. La atención que prestemos debe ser integral y holística y no debe de olvidar los aspectos más psicosociales que pueden ser igual de importantes”.
Aunque la figura del endocrinólogo es una pieza central del engranaje asistencial, su labor debe apoyarse en otros profesionales, según establece Gómez Balaguer: “las modificaciones corporales que se consigan con nuestras actuaciones no sirven de nada si no se han atendido también los problemas que pueda haber asociados, por lo que el proceso de transición no puede ser entendido sin la atención de un equipo multidisciplinar”. El especialista sostiene también que las demandas de una persona transgénero son variables, por lo que algunos pacientes pueden requerir acompañamiento psicosexológico, terapia hormonal y quirúrgica, sólo una de estas opciones o incluso ninguna, por lo que en función de la demanda se precisan unos profesionales específicos. “No todas las personas transgénero tienen disforia ni la padecen en el mismo grado, por lo que las demandas y necesidades no son uniformes”, agrega.
Evitar “efectos indeseables”
La aplicación de terapia hormonal requiere una valoración continuada con consultas de seguimiento que incluyen valoración clínica y analítica, proceso que permite ajustar correctamente la dosis de los distintos tratamientos empleados. Además, en palabras del Dr. Gómez Balaguer, realizar un control de forma sucesiva “evita efectos indeseables como puede ser la poliglobulia, exceso de glóbulos rojos asociada al uso de testosterona en dosis altas en varones trans, o alteraciones en el perfil metabólico vinculadas con el uso no controlado de estrógenos en la mujer trans, o el riesgo oncológico”.
Sin embargo, el endocrinólogo lamenta que siga existiendo falta de investigación y, por lo tanto, evidencia clínica en relación a la mayoría de los tratamientos empleados. “Seguimos trabajando en base a la experiencia, pero con un bajo nivel de evidencia. Vamos mejorando poco a poco los protocolos y la tendencia es que las pautas farmacológicas sean menos agresivas y más seguras, pero se sigue avanzando poco”, sostiene el coordinador de GT-GIDSEEN.
Desde la SEEN, a través de GT-GIDSEEN, se desarrolla un programa docente dirigido a los endocrinólogos en formación y también a los sénior a la vez que se colabora con otras sociedades científicas en la elaboración de guías, consensos y protocolos de actuación. Además, GT-GIDSEEN trabaja con el Ministerio de Sanidad en diversos proyectos y, en esta línea -remarca Dr. Gómez Balaguer-, uno de los objetivos es colaborar con Atención Primaria, Medicina Familiar o Pediatría. Asimismo, el mencionado grupo de la SEEN pretende servir de soporte a otros profesionales que atienden a personas transgénero durante el proceso de transición y que no forman parte de las unidades, como los médicos de Atención Primaria, facilitando vías de comunicación ágiles para la resolución de dudas y posibilitando la realización de actividades de formación continuada. Estrechar lazos con las asociaciones de usuarios es también un objetivo prioritario.
No patologización, respeto a la libre autodeterminación de género…
Por último, desde GT-GIDSEEN se destaca que la atención sanitaria en la transición de género a los individuos con diversidad sexogenérica debe fundamentarse en los siguientes aspectos: no patologización, respeto a la libre autodeterminación de género, autonomía en la toma de decisiones tras una exhaustiva información, consentimiento adecuadamente informado, acompañamiento psicosexológico en aquellas personas que lo necesiten, y posibilidad de explorar de forma consensuada vías psicoeducativas alternativas a la medicina y trabajar esta vía psicoeducativa sobre todo en adolescentes.
Es por todo ello que, de acuerdo con GT-GIDSEEN, se requiere una actuación específica sobre las secuelas del estrés de minoría en el caso de que existieran, proporcionando además una atención sanitaria integral y de calidad según los mejores estándares disponibles. Esa asistencia debe ser garantista, igualitaria y llevada a cabo por profesionales con formación específica adecuada, en situación de proximidad y sin segregación, y fomentando la igualdad entre ciudadanos con independencia de su origen y lugar de residencia.