Redacción Farmacosalud.com
El nuevo presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER-Reumatología), el Dr. Marcos Paulino Huertas, participa en la elaboración de un programa de Inteligencia Artificial (IA) que busca detectar precozmente a enfermos con patologías reumáticas graves. “Con ello se pretende que, ante problemas de recursos humanos o de falta de personal, sea el sistema de IA el que, fiscalizado por un experto humano”, detecte esta tipología de pacientes, explica el Dr. Paulino. “Quiero decir que la Inteligencia Artificial, bien entendida y bien manejada, puede ser de mucha ayuda en momentos de déficit de personal”, subraya.
La Inteligencia Artificial no es el único avance que va estableciéndose en el campo de la Reumatología, en tanto que para la artrosis ya hay varias moléculas en estudio “que podrían llegar incluso a regenerar los tejidos que se van perdiendo o desgastando y que hasta ahora eran imposibles de recuperar”, sostiene Paulino, quien agrega que, si bien esos ensayos clínicos todavía están “en fases precoces” de investigación, el futuro que se vislumbra es “esperanzador”.
-Usted, una vez designado nuevo presidente de los reumatólogos españoles, se ha propuesto “trabajar por la dignidad e independencia de la Reumatología, defendiendo los intereses de la especialidad frente a las consejerías, gerencias, farmacias, aseguradoras…” ¿A qué se refiere exactamente?
Yo creo que, en el campo de la salud en general y en el de la Reumatología en particular, los médicos son profesionales que necesitan un tiempo muy largo para formarse, ya que para capacitar a un médico especialista se necesitan unos 12 años. Asimismo, son profesionales que, además de estar en formación continuada porque la Medicina va avanzando y se tiene que estar al día, ejercen una labor que entraña una gran responsabilidad. Por lo tanto, los facultativos somos como una especie de tesoro para las Administraciones y las autoridades, y es por ello que considero que se nos tiene que tratar como nos merecemos, es decir, dándonos las herramientas necesarias para poder hacer nuestro trabajo con excelencia y con la garantía de que podamos conocer, a su debido tiempo, todas las innovaciones que van apareciendo.
Hay que visibilizar nuestra especialidad ante las autoridades, es necesario que se den cuenta de la importancia que tiene la Reumatología, puesto que es una especialidad que potencialmente puede tratar a 11 millones de personas en España… y es que 1 de cada 4 españoles padece una enfermedad reumática. Y no solamente eso, sino que este tipo de patologías son la segunda causa de consulta al médico de cabecera, y la primera de jubilación, lo que tiene unas implicaciones económicas y costes tremendos.
Con respecto al tema de las aseguradoras, lo que queremos es que desde el mundo de la medicina privada estas compañías se actualicen en lo concerniente a los baremos aplicados, que están congelados desde hace 30 años. Y, lógicamente, queremos que las aseguradoras contemplen también el nomenclátor de los médicos y terapeutas de nuestra especialidad para que, de este modo, los reumatólogos podamos brindar a sus asegurados una medicina moderna, actualizada, innovadora y de calidad.
-También pretende garantizar el relevo generacional con el fin de evitar una “Reumatología vaciada en amplias zonas de España”. ¿Tan desigual está la especialidad desde un punto de vista territorial?
Sí, hemos elaborado un estudio en el que hemos analizado la ratio de reumatólogos por habitante en las diferentes Comunidades Autónomas (CCAA), y a partir de aquí hemos detectado que algunos de esos territorios realmente están muy por debajo de la media. Por ejemplo, en comunidades como Castilla-León, Aragón, Comunidad Valenciana, Baleares y Andalucía los porcentajes observados son muy deficitarios, lo que repercute en la asistencia que se da a la población.
A nivel general, hemos visto que en los hospitales comarcales -que son también muy importantes para las redes sanitarias de las CCAA- se está registrando una infradotación importante de personal sanitario, no únicamente de reumatólogos. De ahí que los habitantes de esas zonas más rurales o más periféricas reciban una asistencia de menor calidad porque, en muchas ocasiones, la red asistencial no dispone ni de especialistas en Reumatología ni de otras disciplinas médicas.
Hay que intentar trabajar con las Consejerías, el Ministerio de Sanidad y organismos pertinentes con el objetivo de incentivar la cobertura de esas plazas, en principio menos atractivas desde un punto de vista meramente profesional. Se pueden ofrecer incentivos dando ayudas en becas, premiando el tiempo en el que los profesionales permanecen en esos puestos mediante el otorgamiento del doble de puntuación para su carrera, facilitando la fiscalidad o dando ventajas para el alquiler, prestando apoyo a nivel formativo, etc. Con todo ello, debemos ser capaces de paliar el problema de falta de médicos que tenemos hoy en día en los centros hospitalarios comarcales.
A todo esto se le suma el déficit general de profesionales sanitarios que, más allá de las áreas rurales, está afectando a toda la Medicina española. De hecho, se están jubilando muchos más efectivos de los que están incorporándose a la carrera, con el agravante, además, de que 20.000 facultativos se han ido a ejercer al extranjero en los últimos 5 años en busca de mejores condiciones laborales… tenemos que intentar redistribuir mejor los recursos de que disponemos e instaurar un sistema más equitativo, con el fin de que no haya desigualdades entre usuarios de la sanidad únicamente por el lugar de residencia.
-De hecho, su antecesora en el cargo, la Dra. Sagrario Bustabad, comentaba hace un par de años que, en vista del alto número de jubilaciones previstas para los próximos años, la intención era seguir trabajando para lograr la creación de más plazas de reumatólogos, básicamente mediante dos medidas: incrementando la presencia de la especialidad en las universidades y fomentando la contratación estable de profesionales. ¿Ese es el camino a seguir?
Ese es uno de los caminos. Hay que dar visibilidad a una especialidad que trata más de 200 afecciones distintas y, en esa línea, se tiene que procurar que en las facultades sean los reumatólogos los que den las clases de Reumatología, y trabajar para que los estudiantes de Medicina se sientan atraídos por una disciplina -la Reumatología- que yo creo que es muy atractiva.
Y, por otro lado, obviamente el hecho de generar más plazas MIR (Médico Interno Residente) va a facilitar que podamos implantarnos de una manera más óptima en los hospitales y frente a otras especialidades, y defender así nuestra competencia. En ese sentido, hemos hecho un gran esfuerzo junto al Ministerio y la comisión nacional de la especialidad, dado que en 2014 salieron 48 plazas de Reumatología en el ámbito MIR, mientras que en 2024 han salido 88, es decir, se ha producido un incremento de un 83%. Aun así, sigue siendo una cifra insuficiente, y en parte lo es por el tema ya apuntado de las jubilaciones y también porque la población española es de las más envejecidas del mundo, y, lógicamente, al vivir más tiempo, padecemos más enfermedades degenerativas y más enfermedades reumáticas, con lo cual necesitamos una mayor asistencia y un mayor número de profesionales para poder prestarla.
-¿A grandes rasgos, qué novedades terapéuticas en Reumatología están ya avanzadas para su próxima llegada a España?
En nuestro Congreso Nacional, celebrado hace poco en Gran Canaria, fundamentalmente lo que se vio es que los laboratorios van a seguir trabajando, sobre todo, en el desarrollo de moléculas para tratar enfermedades autoinmunes sistémicas, tipo lupus o vasculitis. Son patologías complejas y un poco huérfanas de tratamientos para las que se está haciendo un gran esfuerzo en investigación con el propósito de que los reumatólogos dispongan de más herramientas terapéuticas y, de esta manera, pueda mejorarse la vida de los pacientes. Aparte de las enfermedades autoinmunes, también están apareciendo nuevos tratamientos para afecciones tan frecuentes como la osteoporosis… y ojalá que lleguen a buen puerto las prometedoras terapias para la artrosis (dolencia caracterizada por el desgaste de las articulaciones), que es la patología reumática más frecuente. El futuro es, en mi opinión, esperanzador.
En concreto, en el ámbito de la artrosis hay varias moléculas en estudio que podrían llegar incluso a regenerar los tejidos que se van perdiendo o desgastando y que hasta ahora eran imposibles de recuperar. Crear algún tratamiento eficaz en una patología tan importante y tan frecuente como la artrosis sería un cambio de paradigma absoluto en la especialidad. Así, ya hay en marcha varios ensayos clínicos, aunque en fases precoces, en los que se analizan diferentes vías de acción, como por ejemplo actuar sobre los condrocitos (tejido cartilaginoso). Sí que es cierto que son líneas de trabajo todavía muy teóricas, pero es que hace unos años esas teorías ni tan siquiera se vislumbraban en las líneas de investigación abiertas por aquel entonces.
-En relación al lupus, precisamente días atrás -el 10 de mayo- se celebraba el Día Mundial dedicado a esta enfermedad, una dolencia autoinmune sistémica en la cual el sistema inmunológico se ‘confunde’ y produce anticuerpos que atacan el propio organismo…
Hace unos años salió un fármaco para el lupus, pero es que hasta ese momento llevábamos 50 años sin ningún medicamento para esta patología. Y ya después han aparecido otras propuestas farmacológicas que ya están en desarrollo, por lo que, a diferencia de la artrosis, aquí sí que tenemos fármacos que, más allá de la teoría, pueden ser -y de hecho son- eficaces, seguros y útiles en una enfermedad que puede ser tremendamente grave. Yo creo que para las 80.000 personas en España que sufren lupus, el hecho de tener un horizonte inmediato de nuevos tratamientos es algo fantástico.
-¿Hasta qué punto están presentes las afecciones reumáticas en las enfermedades raras?
De las más de 200 patologías que atendemos los reumatólogos, hay algunas que son enormemente frecuentes, pero también hay otras muy raras como las de carácter autoinflamatorio o las autoinmunes (vasculitis, por ejemplo). Independientemente de que sean enfermedades raras o ultrarraras, de lo que tenemos que estar orgullosos actualmente es de que se estén creando tratamientos para los pacientes que las sufren.
-Reumatología e Inteligencia Artificial (IA)… ¿qué puede decirnos acerca de ello?
La IA es un mundo aparte. Sin ir más lejos, ya se está trabajando en programas de IA en los que se introducen datos recogidos mediante aplicaciones con el fin de realizar un diagnóstico de imagen, es decir, se analizan radiografías y otras pruebas para ver qué diagnósticos hace la máquina y comprobar también cómo de fiables son tales diagnósticos en relación al ojo humano.
Asimismo, en el centro hospitalario donde trabajo (Hospital General Universitario de Ciudad Real) estamos desarrollando, junto con la Universidad de Castilla-La Mancha, un programa para la detección precoz de enfermos con patologías reumáticas graves. Con ello se pretende que, ante problemas de recursos humanos o de falta de personal, sea el sistema de IA el que, fiscalizado por un experto humano, detecte a los pacientes que, en función de los volantes y las derivaciones que traen consigo, sean sospechosos de padecer una afección reumática grave. Una vez detectados, lo que se busca es que el sistema genere una especie de alarma para que podamos atender a esas personas de una manera muy temprana. Quiero decir que la Inteligencia Artificial, bien entendida y bien manejada, puede ser de mucha ayuda en momentos de déficit de personal.