Redacción Farmacosalud.com
Descompresión percutánea por láser intradiscal: así se llama, técnicamente hablando, el innovador tratamiento mínimamente invasivo que se incluye dentro de las nucleoplastias y que está indicado para el abordaje de las hernias discales lumbares contenidas. De acuerdo con el Dr. Ignacio Moya, cirujano ortopédico especialista en columna del Hospital El Pilar (Barcelona), la nucleoplastia por láser puede llegar a hacer desaparecer completamente el dolor derivado de este tipo de lesiones, dado que, “cuando está bien indicada y bien ejecutada, puede dar lugar a la resolución total del cuadro clínico (y por tanto del dolor)”. Además, la edad del paciente “no supone ningún impedimento” para la aplicación de dicho procedimiento, asegura a www.farmacosalud.com el Dr. Moya.
La novedosa técnica que aplica el Servicio de Traumatología del Hospital El Pilar, perteneciente al grupo Quirónsalud de Barcelona, consiste en realizar una pequeña punción en la piel para poder acceder, con una aguja, al disco herniado. A través de la aguja, se introduce una sonda capaz de emitir un láser que genera un aumento de calor dentro de la porción discal. “Al producir dicho calor se origina una evaporación de la parte líquida del disco, lo que hace disminuir de forma significativa la presión dentro del mismo y, a su vez, la presión que se ejerce sobre las raíces nerviosas. De esta forma, se produce una descompresión de dichos nervios”, explica Moya, cirujano que dirige el único equipo que lleva a cabo estas operaciones desde comienzos del presente año, y que ha tratado ya a un total de 21 pacientes, con muy buenos resultados.
Se puede aplicar sedación, sin necesidad de anestesia general
“La gran ventaja que supone este tratamiento es su bajísima agresividad. No es necesario realizar incisiones, ya que la sonda se introduce a través de una aguja pequeña y el procedimiento es mucho más breve. Por tanto, se puede realizar bajo sedación, sin necesidad de realizar una anestesia general, y el paciente puede ser dado de alta poco después del mismo”, añade el especialista, quien destaca mediante un comunicado que la recuperación es mucho más rápida que la observada con la cirugía convencional. Además, los riesgos intraoperatorios del nuevo tratamiento son drásticamente menores y el retorno laboral -igual que el deportivo en caso de practicarse deporte- llegan de una manera significativamente más rápida.
Actualmente existen diferentes tipos de nucleoplastias, siendo las más frecuentes las que se realizan por radiofrecuencia o bien utilizando alcohol. Sin embargo, las que se llevan a cabo con láser presentan ciertas ventajas. De hecho, la aplicación del láser es mucho más precisa, lo que permite al equipo quirúrgico controlar más concienzudamente todo el proceso, "a diferencia del alcohol, que puede salirse del disco y acabar siendo muy irritativo. De esta forma tenemos un procedimiento más seguro y que minimiza los riesgos”, precisa el facultativo.
Bajo riesgo de recidiva con la aplicación de la novedosa técnica
Moya insiste en que la nucleoplastia por láser debe emplearse sólo en hernias contenidas, es decir, en las que no se ha extruido un fragmento del disco hacia dentro del canal: “siempre hablamos de que tienen que ser hernias contenidas, no extruidas. Y al ser un tratamiento de descompresión indirecta, la técnica no está indicada en casos en los que la hernia es muy voluminosa o hay un déficit motor establecido, en cuyo caso es mejor realizar una descompresión abierta”.
Si bien la nucleoplastia por láser no garantiza resultados de por vida, puesto que hay un riesgo de reaparición de la hernia operada, hay que aclarar que se trata de un riesgo más bien remoto. “Por desgracia, la única forma de garantizar la desaparición de cualquier tipo de hernia es la retirada total del disco y su sustitución por un implante tipo prótesis o caja intersomática. Los procedimientos de nucleoplastia tienen un riesgo de recidiva, aunque bajo”, expone el Dr. Moya.
Lesión discal: aparece cuando se forma una prominencia que sobrepasa los límites del anillo fibroso
Una hernia discal lumbar se produce cuando parte del disco intervertebral, por lo general el núcleo, se desplaza fuera de su sitio, formando una prominencia que sobrepasa los límites del anillo fibroso. Habitualmente, las hernias discales se forman en la parte posterior-lateral del disco, donde se halla el saco dural con las raíces nerviosas lumbares. Esta es la razón por la que las hernias discales lumbares generan un dolor que irradia por las piernas, lo que se conoce como ciática.
A lo largo de la vida, los discos intervertebrales sufren una serie de cambios degenerativos. “Uno de los cambios que pueden sufrir consiste en una rotura del anillo fibroso. Cuando esto se produce, dicho anillo tiene una ventana a través de la cual parte del contenido del núcleo pulposo puede migrar”, explica el experto del centro hospitalario El Pilar.
El tratamiento convencional de esta patología contempla la realización de reposo, la administración de medicación analgésica, la rehabilitación y, últimamente, la cirugía. La opción quirúrgica tradicional, llamada microdiscectomía, consiste en practicar una incisión en la zona lumbar, una disección de la musculatura y un orificio en la parte posterior de la vértebra, lo que permite la extracción de la hernia y la descompresión del nervio afectado. No obstante, este procedimiento requiere anestesia general y, además, se genera una herida que posteriormente se debe suturar, con lo que, habitualmente, dicha operación “conlleva una o dos noches de ingreso” hospitalario, apunta Moya, quien recuerda a renglón seguido que la opción del láser intradiscal ofrece más ventajas debido a la rápida recuperación derivada del carácter mínimamente invasivo de la intervención.