Redacción farmacosalud.com
El virus de la gripe puede agravar los síntomas de los niños con alergia y asma y desembocar en una crisis que requiera su hospitalización, según han informado fuentes de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP). La SEICAP recomienda extremar la precaución y recuerda la importancia de la vacunación y del cumplimiento del tratamiento preventivo.
El virus de la gripe puede generar una amplia variedad de síntomas, desde leves a graves, y provocar complicaciones “que es cuando hay fiebre alta, malestar general o dificultad para respirar, lo que imposibilita la vida normal del niño, llegando a necesitar la hospitalización”, explica el doctor Luis Moral, miembro del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria de la SEICAP. La población infantil forma parte “de uno de los principales grupos de riesgo sobre todo debido a su contagiosidad e inmadurez, especialmente los que tienen asma o algún tipo de alergia que afecta a las vías respiratorias, porque es más probable que se produzca una enfermedad grave o complicada”, añade. De hecho, según este especialista, “diversos estudios observan como un alto número de pequeños hospitalizados por gripe son asmáticos”.
Asociación entre asma y gripe A
El asma también se asocia con un mayor riesgo de contagio de gripe A en niños, según confirma una investigación realizada por la Clínica Mayo de EEUU y publicada en ‘The Journal of Asthma’, en la que se comprobó su asociación con la infección grave por este virus. De hecho, una de las enfermedades más comunes que prevalecen entre los hospitalizados por gripe A es el asma, según otro estudio publicado en la revista ‘Morbidity and Mortality Weekly Report’, del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU. “Estos pacientes pueden empeorar sus síntomas de asma y desencadenar crisis que pueden conducir a la hospitalización o incluso la muerte, con lo que se recomienda que los niños asmáticos a partir de seis meses reciban la vacuna antigripal”, afirman los autores.
Entre las medidas de precaución que recomiendan los alergólogos pediátricos se encuentran además de la vacunación, “nuestro gran campo de batalla: el cumplimiento de la medicación preventiva”, advierte el doctor Moral. Los niños con asma son pacientes crónicos y, “sin embargo, muchos padres olvidan que deben seguir un tratamiento o simplemente lo dejan porque no son conscientes de su importancia”, comenta. De hecho, el tratamiento de control permite al menor proteger mejor sus bronquios y sus pulmones ya inflamados frente a la acción de virus como el de la gripe o el resfriado, “lo que puede ser determinante para que los síntomas no se agraven”, afirma. Otras recomendaciones para luchar contra el contagio son “en la medida de lo posible, evitar el contacto directo con personas ya enfermas y evitar el tabaco dentro del hogar y en los ambientes que frecuenta el niño”, indica el doctor. En cualquier caso, “es muy importante que exista una vigilancia de los síntomas y un control por parte del pediatra de atención primaria y del pediatra alergólogo”, añade.
No confundir catarro y rinitis alérgica
Los pediatras alergólogos también recomiendan estar alerta “ante los posibles casos de rinitis alérgica camuflados en forma de resfriados, muy habituales entre los niños en esta época”, comenta la doctora Ana María Plaza, presidenta de la SEICAP. Un catarro común no suele durar más de 15 días y pueden producirse entre dos y cuatro al año. Si en cuatro semanas no desaparecen los síntomas hablamos de rinitis alérgica, que puede manifestarse durante una sola estación o durante todo el año, indica esta especialista. “La mejor manera de distinguirlo es el picor de nariz; si el niño lo manifiesta de forma leve, es un resfriado. Si es intenso y muy molesto es rinitis”, concluye.