Redacción Farmaosalud.com
La sanidad pública española financiará dentro de unas semanas vareniclina, uno de los medicamentos que se utilizan para ayudar a dejar de fumar. Así lo ha anunciado la ministra de Sanidad en funciones, Maria Luisa Carcedo. La entrada en la cartera de servicios de los tratamientos para dejar el tabaco es una reivindicación histórica de los facultativos españoles, por lo que varias organizaciones médicas -como la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) o la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)- se han congratulado del anuncio. Ahora bien… ¿Qué requisitos o condiciones se impondrán para acceder a la financiación de vareniclina? ¿Será de acceso universal para todos aquellos que quieran abandonar el hábito tabáquico, o bien la medida sólo quedará reservada -de entrada- a los casos más graves de tabaquismo?
Es decir, en el caso de que se restrinja a los casos más graves: ¿la financiación quedará acotada a aquellos pacientes que, bajo control médico, ya llevan un determinado tiempo intentando dejar de fumar sin conseguirlo? ¿Se limitará a aquellos sujetos que ya han desarrollado alguna enfermedad respiratoria -por ejemplo la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)- y continúan consumiendo cigarrillos? “Quedamos a la espera de cómo se va a implementar la medida -señala a www.farmacosalud.com el Dr. Carlos A. Jiménez-Ruiz, neumólogo y presidente de SEPAR-. Para nosotros, y eso es algo que también hemos comentado ya con el Ministerio, lo mejor sería que esta medicación fuera abierta para todo el mundo (lógicamente, excepto en casos de contraindicación). Y que, desde luego, fuera una medicación que se ofertara dentro de un programa protocolarizado de tratamiento del tabaquismo”.
En ese sentido, Jiménez-Ruiz recuerda que la estrategia terapéutica para dejar de fumar implica la aplicación de un tratamiento farmacológico para combatir la dependencia física por la nicotina, en combinación con el seguimiento y acompañamiento del paciente (consultas y consejos médicos a modo de apoyo): “Cuando un fumador está dispuesto a hacer un serio intento de abandono del consumo de tabaco, debe recibir todo el apoyo por parte de los profesionales sanitarios. No hay que olvidar que el tabaquismo mata cada año en España a casi 60.000 personas. Esto quiere decir que el tabaquismo mata en nuestro país a más de mil personas cada semana… por ello es tan importante que abordemos los procesos de deshabituación de manera adecuada”.
40.000 sujetos podrían dejar de fumar gracias a la financiación universal del fármaco
Vareniclina interfiere en los mismos receptores que, a nivel cerebral, activan la nicotina, con lo que el paciente, cuando deja de introducir la nicotina en su cuerpo, no tiene los síntomas del síndrome de abstinencia. Con el uso de vareniclina dentro de un programa de tratamiento antitabáquico, las posibilidades de éxito giran en torno a un 45-50%. Se calcula que, actualmente en España, entre unos 60.000-70.000 fumadores estarían dispuestos a hacer un serio esfuerzo de abandono del consumo de tabaco y por ello estarían dispuestos a utilizar vareniclina. De ahí que, aplicando el mencionado porcentaje del 45-50%, unos 30.000 -o incluso 40.000- individuos podrían dejar de fumar merced a la financiación universal de este fármaco. “Son personas que, de otra forma, no lo conseguirían… y eso es muy importante”, afirma el presidente de SEPAR. De hecho, se estima que hasta un 15% del total de fumadores tienen interés en abandonar el hábito tabáquico, si bien en torno al 75% de ellos fracasan en el intento. Sólo el 5% de los fumadores consiguen abandonar el tabaco cuando recurren únicamente a su fuerza de voluntad.
Para el Dr. Jiménez-Ruiz, Sanidad debería financiar todos los tratamientos para abandonar el consumo de tabaco, por lo que, además de la vareniclina, también deberían estar incluidos el tratamiento a base de bupropion y la Terapia Sustitutiva con Nicotina o TSN (chicles, parches, comprimidos y espray bucal). Así lo sostiene SEPAR y también semFYC. Ambas organizaciones médicas coinciden en apostar, además, por aumentar los impuestos sobre los productos del tabaco y por tanto incrementar el precio de las cajetillas, incorporar el empaquetado genérico, extender la regulación del consumo de tabaco a otros espacios públicos (aumentar los espacios sin humo) y vigilar estrictamente el cumplimiento de las leyes relativas al consumo de cigarrillos.
La semFYC, asimismo, reclama potenciar las campañas antitabaco en medios de comunicación, prohibir y penalizar estrictamente la publicidad de los productos tabáquicos poniendo máxima alerta en las nuevas formas de publicidad online, y complementar la lucha contra el hábito de fumar con una formación en tabaquismo tanto a nivel pregrado como postgrado.
Por otro lado, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria ha valorado muy positivamente el hecho de que los centros de Atención Primaria hayan sido elegidos como línea asistencial para prescribir vareniclina una vez que el medicamento ya esté financiado por la sanidad pública.
Cigarros electrónicos: agravan los síntomas de asma
A todo esto, el uso de cigarros electrónicos en adolescentes, cada vez más frecuente, agrava los síntomas de asma en estos menores, tanto si los usan como si se exponen a su humo, según alerta la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP). Desde SEICAP se advierte de la relación entre el cigarro electrónico y los síntomas respiratorios como irritación de las vías aéreas, hipersecreción y respuesta inflamatoria, lo que resulta en un aumento de los síntomas en los niños y adolescentes con asma, pudiendo aumentar además las posibilidades de que el menor se convierta en un futuro fumador convencional.
Un reciente estudio confirma que los jóvenes diagnosticados de asma creen que el cigarrillo electrónico no es tan nocivo y 'vapean', lo que se asocia con ataques asmáticos y mayor gravedad de la enfermedad. Los efectos de los cigarros electrónicos en adolescentes pueden verse tanto en los que los usan como en los que se exponen a su vapor. Así, el ‘vapeo’ “provoca irritación de las vías respiratorias, hipersecreción de moco y respuesta inflamatoria, lo que causa a su vez cambios en la función respiratoria del menor y en sus mecanismos de defensa. La situación se agrava si el adolescente que los utiliza tiene asma”, sentencia el Dr. Luis Moral, coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria y Asma de la SEICAP.