Redacción Farmacosalud.com
“La EPOC precisa de muy pocas pruebas rebuscadas en su manejo, en su diagnóstico y evolución… casi todo depende de nosotros, de nuestra mano”. Así se expresó el Dr. Daniel Ocaña, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Centro de Salud Algeciras-Norte (Cádiz), en el marco de un simposio formativo sobre agudizaciones de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) atendidas en Atención Primaria. La sesión, que tuvo como moderador al director de la Cátedra INSPIRA-UAB (Barcelona), el Dr. Vicente Plaza, estuvo impulsada por INSPIRA-UAB y FUCAP, y patrocinada por Chiesi. Por su parte, el Dr. Enrique Mascarós, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Consultorio Auxiliar Arquitecto Tolsá (Valencia), fue el otro ponente invitado.
Dr. Daniel Ocaña
1. ¿Qué le debo preguntar al paciente en una exacerbación?
El primer paso que hay que dar es establecer un diagnóstico fehaciente de agudización de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), valorar su gravedad y hallar la etiología del episodio para poder determinar si el manejo debe ser hospitalario o bien ambulatorio, en el domicilio del paciente. Estudiar si el inicio de los síntomas es muy rápido o progresivo “puede ayudar en el diagnóstico diferencial”, ya que “la exacerbación por EPOC pura no se presenta de una forma súbita”, afirmó el Dr. Ocaña. De ahí que un desarrollo muy agudo de la crisis pueda hacer pensar en un tromboembolismo pulmonar, una cardiopatía isquémica o algún otro desencadenante.
Por supuesto, actualmente toda atención médica debe tener en cuenta las normas asistenciales impuestas con motivo de la pandemia de coronavirus, por lo que, ante unos síntomas respiratorios, hay que aplicar el ‘Protocolo Atención COVID’. Así, el médico debe preguntar al paciente por su entorno y verificar si ha tenido contacto con algún positivo para poder sospechar o bien descartar un posible contagio por SARS-CoV-2.
Por otro lado, hay que indagar sobre las comorbilidades previas del paciente porque el sujeto afectado de EPOC puede presentar “otras muchas patologías y, de hecho, suele tener muchas comorbilidades asociadas”, como son cardiopatía isquémica reciente, arritmia cardíaca previa, insuficiencia cardíaca crónica, diabetes, cardiopatía de cualquier tipo, hepatopatía moderada-grave, enfermedad renal crónica, u otras comorbilidades destacadas (por ejemplo, existencia de anemia previa), detalló el experto.
Saber la situación basal del enfermo también puede ser de gran ayuda para el facultativo. En caso de que el paciente hubiera acudido por un empeoramiento o una recaída ya atendida en días previos, es importante conocer cuál fue la medicación que tomó para ese episodio anterior. “Es una cosa a tener en cuenta porque el mal manejo, muchas veces el error en el tratamiento, o el incumplimiento del paciente” pueden ser causas de esta mala evolución, certificó el Dr. Ocaña.
2. ¿Qué exploración física debo practicar y qué pruebas complementarias básicas solicitar?
Ante una persona con EPOC que está sufriendo una agudización, resulta básico valorar su nivel de conciencia para poder establecer la gravedad de la crisis. En este sentido, la valoración “debe indicar de una forma muy clara la situación y el agotamiento” detectados en aquel momento en el paciente, apuntó el Dr. Ocaña.
En paralelo, hay que proceder a la toma de constantes, y por ello “el uso del pulsioxímetro es fundamental”, remarcó el especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Centro de Salud Algeciras-Norte.
La realización de pruebas complementarias es un paso que se da “no tanto para el diagnóstico concreto” de la exacerbación de EPOC, sino para descartar o diagnosticar “una causa secundaria de esta exacerbación” (neumonía, cardiopatía isquémica, traumatismo torácico…), especificó Ocaña. “Todo paciente con EPOC y disnea no siempre" tiene exacerbación por EPOC, advirtió. Por último, puede plantearse la necesidad de llevar a cabo una prueba complementaria (ECG o radiografía de tórax) y, una vez descartadas otras causas secundarias de disnea, puede procederse a la implementación de un diagnóstico etiológico de la agudización (etiología bacteriana, vírica, o bien etiología desconocida).
3. ¿Cómo establezco que la exacerbación es grave?
Existe una tabla que determina en base a una serie de parámetros lo que es una agudización grave, moderada o leve:
“La EPOC precisa de muy pocas pruebas rebuscadas en su manejo, en su diagnóstico y evolución… casi todo depende de nosotros, de nuestra mano”, como es proceder, por ejemplo, a la realización de una “anamnesis detallada” y una exploración física del paciente, recordó Ocaña.
Se puede seguir toda la intervención del Dr. Ocaña accediendo al siguiente video: