Redacción Farmacosalud.com
Un total de dos millones de personas en España tienen disfagia, un trastorno caracterizado por la dificultad para tragar, ya sean alimentos sólidos y/o líquidos o incluso la propia saliva que se produce por una afectación estructural o funcional de una o más fases de la deglución. La logopeda del servicio de rehabilitación foniátrica del Centro de Neurología Avanzada (CNA), Anelise Sanchis, pone el acento en que esta alteración, “por distintos y variados motivos, puede afectar a las personas a cualquier edad y que su diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado son fundamentales para que no tenga consecuencias de gravedad”.
Según Sanchis, una de cada 17 personas sufrirá un problema de disfagia a lo largo de su vida. La prevalencia de este problema se estima entre el 2% y el 16% de la población, e incluso se ha podido observar que cerca del 90% de las personas que sufren esta dificultad en la deglución no está ni diagnosticada ni correctamente tratada. La disfagia tiene consecuencias para la salud, que afectan considerablemente a la calidad de vida de las personas, ya que se manifiesta desde complicaciones respiratorias, deshidratación, desnutrición, o bien por un problema súbito relacionado con infecciones, principalmente respiratorias o urinarias e incluso episodios de asfixia que pueden llevar al fallecimiento.
Navidad: comidas copiosas y menús menos adecuados y personalizados
“Se trata de un trastorno muy frecuente que puede surgir en cualquier momento de la vida y que afecta especialmente a ancianos”, sostiene la experta, quien agrega que esta afección se agrava en Navidades, ya que “las comidas copiosas son más abundantes y los menús son menos adecuados y personalizados”. Por ello, “es importante no bajar la guardia y tener precaución sobre todo con los platos que presenten texturas mixtas con productos sólidos y líquidos a la vez, ya que son mucho más complicados para tragar y pueden conllevar por su dificultad a posibles atragantamientos”, subraya.
Entre las principales manifestaciones clínicas observables puede aparecer babeo, restos de comida en la boca, tos mientras se come, sensación de ahogo, regurgitación nasal, arcadas o dolor al tragar, atragantamiento claro o fiebre sin motivo aparente. La disfagia del área orofaríngea, en la que se afecta más la deglución de los líquidos, abarca el 80% de todas las disfagias. Además, la dificultad en la deglución está presente en pacientes que han sufrido ictus, enfermedades degenerativas, parálisis cerebral o cáncer.
Para rehabilitar la capacidad del paciente para tragar con seguridad, el logopeda puede indicar ejercicios de sensibilidad y mejorar el rendimiento muscular y oral durante el tratamiento de la disfagia neurogénica. También se pueden recomendar ajustes posturales que eviten la entrada y aspiración de alimentos en las vías respiratorias. El logopeda especializado en esta área está calificado para actuar en la prevención, evaluación y tratamiento de los trastornos de la deglución en todos los ciclos de vida, priorizando el bienestar del paciente, minimizando los riesgos y maximizando los beneficios relacionados con la salud.