Redacción Farmacosalud.com
Preguntado por si la aspirina puede ayudar a prevenir el cáncer colorrectal, el doctor Antonio Antón, coordinador del 24 Simposio Internacional del Grupo de Tratamiento de los Tumores Digestivos (TTD), encuentro celebrado en Zaragoza, contesta que varios estudios parecen indicar que la aspirina, tomada entre los 50 y los 60 años de edad, “tendría un beneficio superior a los efectos secundarios adversos graves”. Esas investigaciones sostienen que “un consumo de aspirina a dosis bajas, alrededor de 100 miligramos al día, durante un período continuado, alrededor de 2’5-3 años, puede tener un beneficio”, explica el facultativo. De hecho, según revela Antón, uno de los ponentes del Simposio TTD afirmó “que tomaba aspirina para intentar hacer protección o prevención primaria del cáncer de colon”.
De todos modos, en los últimos tiempos se ha venido comentando que este fármaco, tomado en determinados supuestos, estaría asociado a ciertos riesgos hemorrágicos. Por ejemplo, unos estudios mostraron que la ingesta de 75 mg/día de aspirina induce hemorragia subclínica en la mucosa gástrica, sin que se desarrollen fenómenos de adaptación mucosa (descenso de la lesión con el tiempo) al observar que las tasas de hemorragia subclínica, medidas como concentración de hemoglobina en los lavados gástricos, se mantenían elevadas aun transcurridos 30 días del inicio de la terapia(16,17)[1]. Para Antón, “hay que balancear riesgos-beneficios”, ya que “parece ser que a partir de los 60” habría “la posibilidad de sangrado o de tener una hemorragia cerebral”, con lo que “a lo mejor hay que ser un poquito más cautos… pero en principio no la desaconsejaríamos (la aspirina)”.
Carne Roja, ¿sí o no?
Por otra parte, el coordinador del 24 Simposio Internacional de TTD ha abordado la presunta relación que puede haber entre el consumo de carne roja y el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. De acuerdo con un documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la carne roja ha sido clasificada como Grupo 2A, probablemente cancerígena para los seres humanos”. En el mismo documento se puede leer que esa “clasificación se basa en evidencia limitada procedente de estudios epidemiológicos que muestran una asociación positiva entre el consumo de carne roja y el desarrollo de cáncer colorrectal, así como una fuerte evidencia mecanicista. La evidencia limitada significa que una asociación positiva se ha observado entre la exposición al agente y el cáncer, pero que no se pueden descartar otras explicaciones para las observaciones (denominado técnicamente sesgo o confusión)”.
El doctor Antón ha citado a una de las participantes en el Simposio de TTD, la epidemióloga (Marina) Pollán, a la hora de aconsejar o bien desaconsejar el consumo de este tipo de comida. Y es que, según Antón, Pollán dijo que si se ingiere carne roja ésta debería estar “poco hecha”. En el siguiente vídeo se explica por qué.
A título personal, Antón es partidario de consumir carne roja “con cierta moderación y, a ser posible, poco hecha”. En cuanto a los productos tipo embutidos, de gran tradición en España, “posiblemente” haya que hacer un análisis o un estudio más profundo sobre “qué pasa con los embutidos o con el jamón serrano, o con los chorizos”, si bien probablemente “no tenga nada que ver una cosa con la otra y no se puedan meter en el mismo saco”, opina el galeno. El experto insiste en que, “con moderación, todo puede ser aceptable”.
Referencias
1. Lanas Arbeloa A. ‘Aspirina en dosis bajas y complicaciones gastrointestinales’. Expertos invitados, Revisiones. Salud(i)Ciencia, Año XIV, Vol. 13, Nº 6 – 2005. Difusión del artículo online SIIC Salud [Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC].