Trata de un programa de formación médica continuada destinado a especialistas en Medicina Interna, cuyo principal objetivo es trasladar los últimos avances en el tratamiento integral de la DM2, ofreciendo herramientas a los especialistas para el manejo de pacientes pluripatológicos con DM2.
Redacción farmacosalud.com
El Programa MIDpoint dedica un capítulo especial al uso de los inhibidores de DPP-4 en el tratamiento de la DM2. El doctor Demetrio Sánchez Fuentes, Coordinador Científico del Programa MIDpoint defiende que esta clase de fármacos son una opción razonable para añadir a la metformina cuando ésta y un adecuado estilo de vida no logran alcanzar el control glucémico deseado.
La diabetes, una enfermedad multifactorial
La diabetes tipo 2 es una de las enfermedades con mayor prevalencia en todo el mundo y su abordaje terapéutico requiere unos conocimientos y habilidades específicas por parte del profesional sanitario. En los servicios hospitalarios de Medicina Interna, donde habitualmente se atiende a este tipo de pacientes, el manejo clínico de la diabetes se complica por las condiciones pluripatológicas que suelen presentar los mismos.
Las comorbilidades más frecuentes en los pacientes con diabetes tipo 2 son la cardiopatía isquémica, la depresión, los trastornos musculo-esqueléticos y situaciones dolorosas.
"Varios estudios epidemiológicos han mostrado que aproximadamente el 80% de los pacientes con DM2 tienen al menos otro proceso crónico asociado. En el 15% de los casos, los pacientes tienen cuatro o más de estos procesos", señala el doctor Demetrio Sánchez Fuentes, Coordinador Científico del Programa MIDpoint y Jefe de Medicina Interna del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles (Ávila).
Prevenir procesos crónicos
El experto apunta que conseguir un adecuado control glucémico, especialmente en las fases iniciales de la diabetes, es la mejor manera de prevenir la incidencia de otros procesos crónicos que pueden acompañar la diabetes.
"La presencia de comorbilidad aumenta los riesgos del paciente: tiene menor calidad de vida y la probabilidad de tener peor evolución de la enfermedad aumenta", añade el médico internista.
Además, el Dr. Sánchez Fuetes advierte que "la multimorbilidad suele hacer necesario el uso de múltiples fármacos, por lo que aumenta el riesgo de interacciones y efectos adversos de la medicación".
Por ello, los tratamientos propuestos deben ser acorde con las características y perspectivas del paciente, y deben tenerse especialmente en cuenta los criterios de seguridad de los fármacos, sin olvidar su eficacia.