Redacción Farmacosalud.com
La clasificación del cáncer de próstata se basa en una serie de parámetros: un valor analítico (PSA) y el estadio clínico (estructurado en base al tacto rectal y a los resultados de una biopsia prostática), mientras que “el grado de agresividad del tumor se clasifica fundamentalmente de acuerdo al patrón de agresividad que interpretamos en la biopsia prostática”, ha comentado el doctor Ángel Borque, médico de la Unidad de Urología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
En declaraciones a www.farmacosalud.com con motivo del LXXIX Congreso Nacional de Urología, Borque ha explicado que sobre estos parámetros iniciales “lo que hacemos es indagar la extensión local o a distancia del tumor” y, en determinadas ocasiones, cuando los parámetros iniciales son de alto riesgo, “establecemos pruebas diagnósticas, como un escáner, resonancia magnética o incluso un gammagrafía para ver la potencia de la afectación ósea del tumor”. Para el facultativo, clasificar el tumor es importante “porque en función de la extensión del tumor podremos hacer un tratamiento ajustado para ese paciente en concreto: si es un tumor intraprostático, si tiene una extensión local al espacio pelviano o si está diseminado a ganglios o a huesos. Cada paciente, cada tumor, tiene un tratamiento específico”.