Redacción Farmacosalud.com
Un artículo de revisión publicado en la prestigiosa revista ‘The British Medical Journal’ sostiene que el 14% de la población adulta y el 12% de los niños son adictos a los alimentos ultraprocesados, lo que implica un nivel de adición “sin precedentes” nunca registrado en población infantil. El estudio, en el que han participado la Dra. Susana Jiménez, jefa de la Unidad de Psicología Clínica del Hospital de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona), e investigadora del IDIBELL, y el Dr. Fernando Fernández Aranda, coordinador de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del HUB y también investigador del IDIBELL, recoge el conocimiento actual sobre el poder adictivo de los alimentos ultraprocesados y las implicaciones que puede tener a nivel clínico y social.
“El caso de la adicción a los alimentos ultraprocesados es especialmente sensible, puesto que hay cuestiones de justicia social únicas. En el caso, por ejemplo, del consumo de drogas adictivas podemos tratarlas de cierta manera, ya que éstas no son necesarias para la supervivencia. Sin embargo, la comida sí lo es, y, por tanto, su adicción debe ser tratada desde otro prisma”, apuntan los investigadores.
Las comidas ultraprocesadas son alimentos industriales que contienen ingredientes no disponibles en la cocina de casa. Suelen ser alimentos ricos en carbohidratos refinados y grasas, dos componentes que inducen la misma liberación de dopamina en el cerebro que la nicotina o el etanol. Esto hace que el ‘enganche’ a estos alimentos siga los mismos mecanismos fisiológicos de los del alcohol o el tabaco. “Consumir productos como bollería industrial o comidas preparadas activa circuitos neuronales de recompensa de manera similar a como lo hacen otras sustancias -explica la Dra. Jiménez-. Esto implica el desarrollo de comportamientos impulsivos, la desregulación de las emociones, una salud física-mental deficiente y una calidad de vida más baja”. Además, este tipo de alimentos se presentan en una estructura en la que carbohidratos y grasas son absorbidos muy fácilmente, lo que les permite actuar sobre el cerebro mucho más rápidamente.
¿Qué convierte a los alimentos ultraprocesados en adictivos?
Para determinar si un alimento es adictivo se utilizan criterios como la falta de control en su consumo o el uso continuado a pesar de las consecuencias negativas que implican para la persona afectada. Según los investigadores, no puede explicarse el poder adictivo de los alimentos ultraprocesados por un solo componente individual, ya que hasta ahora no se ha encontrado un componente concreto que los convierta en objeto de consumo compulsivo, como podría ser la nicotina en el caso del tabaco.
"Creemos que es la combinación de muchos componentes lo que genera su consumo sin control -asegura el Dr. Fernández Aranda, psicólogo experto en trastornos de la conducta alimentaria-. Estudiar como la combinación de diferentes ingredientes y aditivos, unido con varios formatos y presentaciones, incrementan el potencial adictivo de los alimentos ultraprocesados, es un campo de investigación con mucho futuro".
¿Qué hacer para reducir el impacto social y en la salud de los ultraprocesados?
Los autores del artículo detallan que existen varios factores que fomentan el consumo de ultraprocesados. Por un lado, el bajo precio hace que su ingesta en las regiones más desfavorecidas se multiplique. También se incrementa su presencia en aquellas zonas en las que es más difícil conseguir alimentos frescos seguros. En el trabajo, los expertos proponen aplicar medidas para incrementar la accesibilidad y asequibilidad de los alimentos mínimamente procesados, como por ejemplo aplicar tasas a los productos ultraprocesados o limitar su marketing. Paralelamente, los investigadores sugieren que se establezcan nuevas normas para etiquetar alimentos ultraprocesados como adictivos.
Para el Dr. Fernández-Aranda, otra de las medidas clave sería desarrollar guías clínicas para el tratamiento, gestión y prevención de la afición desmesurada a este tipo de productos. "Un ejemplo de la necesidad de crear estas guías es el caso de las personas con obesidad o trastornos de la conducta alimentaria que suelen presentar manifestaciones mucho más severas cuando van acompañadas de una adición a los alimentos ultraprocesados. Necesitamos unas directrices claras de cómo abordar este tipos de casos para prevenir y reducir el impacto".
Artículo de referencia
Gearhardt AN, Bueno NB, DiFeliceantonio AG, Roberto CA, Jiménez-Murcia S, Fernandez-Aranda F. Social, clinical, and policy implications of ultra-processed food addiction, BMJ. 2023; 383: e075354.