Redacción Farmacosalud.com
“Tradicionalmente, la Enfermería ha sido una profesión altamente feminizada, pero estamos atendiendo a un aumento ligero de hombres en la profesión, como ocurre en muchas otras profesiones en las que puede variar la proporción de forma natural conforme la sociedad va evolucionando”, afirma José Luis Cobos, nuevo presidente del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE). Cobos, que es el primer enfermero español que preside el CIE, también destaca que “las enfermeras de países en vías de desarrollo cuentan con pocos recursos, infraestructuras o equipamientos, a lo que se suma que trabajan en entornos de alta presión, con poca protección laboral, donde predominan sistemas de salud debilitados”.
“Otro problema añadido es el de la migración de profesionales, generalmente de los países menos favorecidos hacia aquellos que pueden ofrecer mejores condiciones laborales, lo que, en muchas ocasiones, agrava el problema de escasez de estas profesionales en varias zonas del mundo”, agrega el experto.

José Luis Cobos
Fuente: Consejo General de Enfermería (CGE)
-Usted es el primer enfermero español que preside el CIE, el organismo que representa a las más de 30 millones de enfermeras de todo el mundo. ¿Cómo afronta el reto de representar a tantas profesionales sanitarias?
Con gran responsabilidad, pero también con un profundo sentimiento de compromiso con las enfermeras y con la profesión. Ser el primer enfermero español en este cargo es una oportunidad para hacer visible el papel fundamental de las enfermeras en todo el mundo, pero también para lograr todos los retos y desafíos que la profesión tiene pendiente alcanzar y superar. Afronto esta nueva etapa con humildad y teniendo claro que la escucha activa de nuestras profesionales será la clave para diseñar políticas y marcos de actuación que impulsen y empoderen a la Enfermería en todos sus contextos y en todos sus ámbitos de actuación.
-¿Grosso modo, qué diferencias hay entre la Enfermería practicada en los países occidentales y en el resto del mundo (países en vías de desarrollo y países económicamente desfavorecidos?
Los recursos, las condiciones laborales o el acceso a la formación son las principales diferencias que destacamos, o por lo menos las más notables en la actualidad. Las enfermeras de países en vías de desarrollo cuentan con pocos recursos, infraestructuras o equipamientos, a lo que se suma que trabajan en entornos de alta presión, con poca protección laboral, donde predominan sistemas de salud debilitados. Ellas se convierten en las únicas figuras sanitarias al alcance de la población y esto implica asumir responsabilidades y funciones complejas sin los medios necesarios, careciendo también de la suficiente formación y especialización. En los países occidentales, sin embargo, atendemos a una profesión mucho más autónoma que participa en la toma de decisiones, que lidera programas de salud y que, en definitiva, ve como su rol está más reconocido, a pesar de que aún queda un gran camino por recorrer.

Cobos durante la presentación de su candidatura para presidir el CIE
Fuente: CGE
Otro problema añadido es el de la migración de profesionales, generalmente de los países menos favorecidos hacia aquellos que pueden ofrecer mejores condiciones laborales, lo que, en muchas ocasiones, agrava el problema de escasez de estas profesionales en varias zonas del mundo.
-Además de la falta de personal, el panorama sanitario actual viene marcado por el envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades crónicas, las desigualdades sanitarias… ¿qué es lo que más le preocupa de todo ello?
Las enfermeras somos el motor de los cuidados; por lo tanto, somos imprescindibles en el buen funcionamiento del sistema sanitario. Sin nuestra presencia toda la cadena se debilita. Por ello, una de nuestras principales preocupaciones es la escasez de profesionales en este sentido. Es un problema global que afecta a todos los países del mundo, porque las necesidades de cuidados de la población, con el envejecimiento y la cronicidad como factores asociados, no dejan de aumentar. En muchos países en vías de desarrollo la enfermera es el único profesional sanitario al que los ciudadanos tienen acceso, pero las profesionales existentes no son suficientes para prestar todos los cuidados que se precisan. Es un mal endémico que debemos solucionar a nivel global.
-Usted quiere modernizar las competencias de Enfermería.
Nuestro objetivo es redefinir el impacto de las enfermeras en la salud pública y comunitaria. Esto pasa por impulsar su desarrollo profesional, integrarlas en los diferentes niveles de decisión y capacitarlas y formarlas para que puedan liderar cada vez más equipos. Asimismo, resulta fundamental diseñar estrategias y políticas sanitarias que mejoren la atención y los cuidados a la población. Precisamente para esto existe el CIE: para transformar la vida de las enfermeras, pero también de la población a la que tratamos y cuidamos.
Vamos a impulsar el liderazgo enfermero, promover una mayor autonomía profesional y apoyar la investigación y la formación avanzada, especialmente para la Enfermería joven, que, en definitiva, son el futuro de la profesión. Nuestro objetivo es poner en marcha un CIE que empodere a las enfermeras y que defienda, por ejemplo, la prescripción enfermera como un derecho, no como una aspiración. No queremos enfermeras que pidan permiso para liderar, sino que lo hagan con garantías y con la seguridad de saber que son imprescindibles para el funcionamiento del sistema.

Un momento de la asamblea del CIE
Fuente: CGE
-¿Cómo puede influir el CIE en las políticas sanitarias mundiales?
El CIE es un actor clave en el diálogo mundial. Nuestro rol es el de aportar evidencia, escuchar a nuestras enfermeras y trasladar sus peticiones, preocupaciones y demandas a los órganos que toman las decisiones políticas, con el fin de situar a la Enfermería en el centro de la reforma de la Sanidad. Somos referentes y tenemos las competencias para hacer todo eso.
Desde el CIE vamos a hacer más visible a esta profesión; inspiraremos confianza, sostenibilidad y transparencia y, por supuesto, garantizaremos la participación activa de todas las Asociaciones Nacionales de Enfermería, sin importar su tamaño, su ubicación geográfica o sus recursos. Sólo uniendo las voces de toda la profesión lograremos influir en las políticas mundiales y en la salud global.
-¿La Enfermería sigue siendo una profesión muy feminizada, o bien cada vez más hombres se animan a trabajar en esta disciplina sanitaria?
Tradicionalmente, la Enfermería ha sido una profesión altamente feminizada, pero estamos atendiendo a un aumento ligero de hombres en la profesión, como ocurre en muchas otras profesiones en las que puede variar la proporción de forma natural conforme la sociedad va evolucionando. Resulta evidente que, en el año 2025, no existen profesiones propias de ‘hombres’ o de ‘mujeres’. La enfermera o el enfermero es un profesional sanitario cualificado con un rol fundamental en la atención a las personas. Eso es lo importante.