Redacción Farmacosalud.com
La compañía Grifols ha anunciado el inicio de un ensayo clínico en España para evaluar la seguridad y eficacia de un nuevo medicamento que tiene como base la inmunoglobulina Gamunex®-C y que contiene anticuerpos policlonales anti-SARS-CoV-2 obtenidos de donantes de plasma que han superado la enfermedad COVID-19. El medicamento proporcionaría una protección de efecto inmediato postexposición al virus que sería especialmente útil como complemento de la vacuna en la fase temprana tras la vacunación. Además, podría proteger a personas mayores y personal sanitario, así como a pacientes inmunodeficientes cuya vacunación no está recomendada. También contribuiría a ayudar a contener brotes en lugares donde no se haya iniciado la vacunación o ésta no haya sido completada.
Grifols prevé que los primeros resultados de este ensayo clínico, liderado por los investigadores Oriol Mitjà y Bonaventura Clotet, del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), puedan conocerse en primavera. En el estudio participarán alrededor de 800 individuos asintomáticos pero positivos de SARS-CoV-2 en test diagnóstico, a quienes se les administrará por vía subcutánea la inmunoglobulina de Grifols rica en anticuerpos frente al virus.
Facilidad de conservación en nevera
La inmunoglobulina de Grifols, Gamunex®-C, en su forma para administración intravenosa, intramuscular o subcutánea ha demostrado seguridad y eficacia en la prevención de diversas enfermedades infecciosas en pacientes inmunodeficientes,utilizándose desde hace más de 15 años con este fin. Para el Dr. Mitjà, “este tratamiento con las inmunoglobulinas como base proporcionaría una combinación de anticuerpos policlonales que, frente a los monoclonales, presentan una mayor diversidad que podría mejorar la capacidad de protección frente al virus”.
Por su parte, el Dr. Antonio Páez, director médico de Grifols, destaca que “su facilidad de conservación en nevera y la administración subcutánea favorecerían la distribución y utilización de esta potencial terapia, que podría administrarse en cualquier consultorio médico evitando la visita a un centro hospitalario. Si se confirma su eficacia, la nueva terapia se podría administrar a personas que hubieran dado positivo en test de antígenos y PCR en hospitales y redes sanitarias de atención primaria”.
Bamlanivimab + VIR-7831
Por su parte, Eli Lilly and Company, Vir Biotechnology, Inc. y GlaxoSmithKline plc (GSK) han anunciado que han firmado un acuerdo de colaboración para evaluar una combinación de dos tratamientos para el COVID-19 en pacientes de bajo riesgo con COVID-19 de leve a moderado. Lilly ha ampliado su ensayo BLAZE-4 en curso a una fase de extensión para evaluar la combinación de bamlanivimab (LY-CoV555) 700 mg y VIR-7831 (también conocido como GSK4182136) 500 mg, dos anticuerpos neutralizantes que se unen a diferentes epítopos de la proteína spyke del SARS-CoV-2.
Bamlanivimab es un anticuerpo neutralizante que actúa sobre la proteína spyke del SARS-CoV-2 para bloquear la unión y la entrada del virus en las células humanas y de esta forma neutralizarlo. Bamlanivimab surgió de la colaboración entre Lilly y AbCellera para crear terapias con anticuerpos para la prevención y el tratamiento del COVID-19. Bamlanivimab está autorizado por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos para uso de emergencia como tratamiento antiCOVID-19 de leve a moderado en pacientes con alto riesgo de progresión a COVID-19 grave y/o de hospitalización. VIR-7831 es un anticuerpo monoclonal de doble acción que fue seleccionado para su desarrollo clínico por su potencial para bloquear la entrada del virus en las células sanas y destruir las células infectadas, así como por su baja probabilidad de generar resistencia.
Tratamientos oncológicos que dejarán de ser curativos para ser paliativos
“Un tumor que avanza sin tratamiento reduce la ventana de oportunidad, limita la finalidad del propio tratamiento, ya que puede pasar de ser curativo a paliativo, y afecta negativamente a la calidad de vida posterior del paciente”, destaca el Dr. Ignacio Gil Bazo, codirector del Departamento de Oncología Médica de la Clínica Universidad de Navarra en la sede de Pamplona. Y es que muchas personas han evitado salir de sus casas para someterse a cribados tumorales por temor a contagiarse por el coronavirus SARS-CoV-2.
A la luz de los últimos datos publicados a finales de diciembre por varias instituciones, como SEOM, SEOR o AECC, en el que se muestra un descenso del 21% en el diagnóstico de nuevos casos entre marzo y junio de 2020 por efecto de la pandemia, los co-directores de Oncología Médica de la Clínica Universidad de Navarra reflexionan sobre el impacto que conlleva este retraso en el diagnóstico en los pacientes con cáncer. “Todo tumor nace en un órgano concreto de forma aislada y, si no se trata, va avanzando. No es lo mismo que el paciente comience con síntomas y busque ayuda en marzo a que lo haga tres meses después”, añade el Dr. Antonio González, codirector del Departamento en la sede de Madrid.
En plena tercera ola, ambos especialistas explican que habrá que esperar para conocer cuáles serán las consecuencias globales, después de un año marcado por la pandemia: “El descenso del 21% de nuevos diagnósticos está acotado a marzo-junio de 2020; necesitaremos nuevos estudios para saber cuál ha sido el impacto real, pero es razonable pensar que para cuando termine la tercera ola estaremos en torno al 30%”, explica el Dr. Gil Bazo.
“De marzo a junio, todo se paró. Pero en los siguientes meses, muchas personas seguían teniendo miedo y han evitado salir de sus casas y acudir a los hospitales. No solo en el caso de tener algún síntoma o cambio en el cuerpo, sino que han dejado de realizar los cribados de tumores tan prevalentes como el cáncer de mama, colon o pulmón. Y los efectos de ese retraso los conoceremos en el futuro”, indica.