Redacción Farmacosalud.com
Mientras dure la crisis sanitaria del coronavirus y el estado de alarma decretado por el Gobierno, la atención dental que se presta en España se limita a las urgencias odontológicas, que engloban los siguientes supuestos:
• presencia de inflamación oral importante acompañada de signos preocupantes (la inflamación avanza por encima del ojo, afecta al cuello, produce dificultades para tragar)
• hemorragia o sangrado resultante de una intervención previa o de un traumatismo dental u orofacial severo
• presencia de dolor dentario severo que no cede con la medicación habitual
• cualquier otra circunstancia que, por su carácter específico, y a criterio del profesional, requiera una atención que no puede demorarse en el tiempo
El Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas de España, viene a decir que esos criterios de cobertura han sido elaborados por iniciativa propia “ante la ausencia, desde el inicio de la crisis, de un pronunciamiento de las autoridades sanitarias a nivel nacional” sobre las actividades que las clínicas dentales tienen permitidas durante el estado de alarma y el período de confinamiento.
“Las recomendaciones del Consejo General de Dentistas han ido siempre en la línea de limitar la actividad clínica exclusivamente a las urgencias dentales reales. Con fecha 19 de marzo de 2020, este Consejo General emitió el Protocolo de Actuación Urgente dirigido a todos los profesionales, documento en el que se especifican las recomendaciones para la buena práctica en situación de urgencia”, señala Castro. Así pues, actualmente las urgencias dentales se limitan a los cuatro grandes supuestos apuntados anteriormente, cuya aplicación se ha aprobado en consenso con el resto de asociaciones dentales internacionales.
“Miles de dentistas han donado sus escasas existencias de material de protección”
Igual que otros sectores vinculados a la salud y el ámbito asistencial, los profesionales de la odontología están necesitados de materiales para prevenirse de un posible contagio por coronavirus, el causante de la enfermedad COVID-19. “Desgraciadamente, y como viene ocurriendo con el resto del personal sanitario, en estos momentos hay un grave déficit de material de protección para los dentistas. A pesar de todos los esfuerzos realizados ante los proveedores habituales y ante el Ministerio de Sanidad, continúan faltando mascarillas del tipo FFP2, batas desechables, gafas y viseras de protección ocular e, incluso, en algunos casos, hasta guantes. Obviamente, los dentistas que no dispongan del equipamiento adecuado no deben atender a ningún paciente. Hay que señalar que, desde el principio de la crisis, son miles los dentistas que han donado sus escasas existencias de material de protección a la red pública sanitaria”, revela el facultativo.
Los odontólogos, por supuesto, también esperan como agua de mayo los test rápidos de diagnóstico de coronavirus para poder facilitar así la cuarentena a aquellos profesionales que puedan tener indicios de padecer el COVID-19 pero que todavía no sepan a ciencia cierta si sufren la infección. “Es básico que sepamos que los profesionales sanitarios que están en contacto con los pacientes no están infectados para evitar así contaminaciones cruzadas”, remarca.
Una llamada telefónica como método de cribado entre los pacientes
Según el nuevo protocolo, los dentistas españoles deben realizar una serie de verificaciones preventivas antes de atender los casos urgentes. De este modo, se han sumado a las recomendaciones internacionales que subrayan la necesidad de realizar un filtro o triaje (cribado) telefónico previo a los pacientes que requieren de cuidados urgentes. “En este sentido -especifica el Dr. Castro-, hemos remitido a todos los dentistas el protocolo que han de seguir para ese triaje, que incluye preguntas sobre signos y síntomas del COVID-19. Ningún paciente debe acudir a consulta sin pasar por la llamada telefónica previa. A través de unas preguntas básicas, el profesional podrá disponer de información valiosa para, posteriormente, proceder a la toma de decisiones”. Esas preguntas giran en torno a los síntomas más comunes del coronavirus (tos persistente seca y fiebre):
1. ¿Tiene fiebre o la ha tenido en los últimos 14 días?
2. ¿Ha tenido problemas respiratorios (incluyendo tos) en los últimos 14 días?
3. ¿Ha estado en contacto con alguna persona con confirmación de coronavirus?
4. ¿Ha estado en contacto estrecho con personas que presentaban cuadro respiratorio agudo en los últimos 14 días?
¿Cómo se atiende una urgencia si el paciente sufre coronavirus o puede estar sufriéndolo?
También puede darse el caso de que una persona sospechosa de sufrir el COVID-19 o que ya se haya confirmado que lo sufre requiera atención dental urgente. En este escenario, se le prestará el servicio sólo si los profesionales odontólogos disponen de las medidas de protección adecuadas, ya que si no es así se le derivará a un hospital. Y es que, de acuerdo con el presidente del Consejo General de Dentistas de España, toda precaución es poca: “Ya es conocido que, desgraciadamente, los casos asintomáticos del coronavirus existen y no son una rareza. Por ese motivo, las recomendaciones de protección individual deben extremarse con todos los pacientes. En caso de que el paciente esté infectado o sea sospechoso de estarlo, no se recomienda atenderlo en el marco de una clínica dental privada a no ser que se disponga de todas las medidas de protección. En caso de no tener el material protector necesario para garantizar la seguridad de profesional y enfermo, y si existiera una urgencia inaplazable, tendríamos que tramitar su atención en un hospital”.
En cuanto a la repercusión económica que está teniendo la crisis del coronavirus en el ámbito de los odontólogos o dentistas, aún no hay ni cifras ni datos concretos, “pero parece obvio que el impacto económico en el sector dental (como en otros muchos sectores) está siendo enorme. En estos momentos sabemos que la inmensa mayoría de las clínicas dentales han suspendido su actividad clínica, limitándola exclusivamente a los pocos casos de urgencias dentales reales y solamente en el caso de contar con los equipos de protección individual necesarios”, refiere el experto.
“Tenemos constancia de que, en estos momentos, la gran mayoría de los dentistas españoles no disponen de mascarillas FFP2 ni de otro material imprescindible para poder garantizar una atención adecuada, ni siquiera en los casos de urgencias. La población ha entendido perfectamente que no son momentos para solicitar una asistencia dental que no sea la estrictamente urgente e inaplazable”, manifiesta el Dr. Castro.