Redacción Farmacosalud.com
La administración de medicación intravenosa puede causar ansiedad, rechazo e incomprensión en los pacientes menores de edad, pese a los buenos cuidados de los profesionales. Estos factores se suman al sufrimiento inherente a la patología debido a la pérdida de calidad de vida y las largas estancias que los niños tienen que pasar en el hospital. En este sentido, el Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona) ha hecho una firme apuesta desde hace años para humanizar el tratamiento de los pacientes y ofrecerles la mayor calidad de vida y bienestar. Ahora, Vall d’Hebron implementará las cajas Superbox para revestir las quimioterapias, sueros, transfusiones y otras medicaciones, de tal manera que los pacientes pueden decidir con qué ilustraciones decorar las cajas. En una primera fase del proyecto, las cajas se están utilizando en los pacientes pediátricos oncológicos. Seguidamente, se ampliará su uso al resto de los niños y adultos que reciben este tipo de tratamientos.
Como explica el Dr. Pablo Velasco, del Servicio de Oncología y Hematología Pediátricas del Hospital Universitario Vall d’Hebron y coimpulsor del proyecto Superbox, “médicos, enfermeras, padres y madres y otros familiares veíamos que, cuando los niños vienen a recibir tratamiento con suero o quimioterapia, por ejemplo, muchos están inquietos porque saben que les tendrán que pinchar y que tendrán que estar horas recibiendo tratamiento”. Por este motivo, añade Eunice Blanco, coordinadora de Trabajo Social del Hospital Universitario Vall d’Hebron y coimpulsora del proyecto, “pensamos en crear una cobertura para los sueros de los pacientes con ilustraciones personalizadas y motivadoras que transformaran la percepción negativa del ingreso y del tratamiento, por la ilusión de que la medicación y la estancia en el hospital les dará la fuerza necesaria para mejorar su estado de salud”.
Equipo sanitario totalmente seguro
Para el desarrollo de este proyecto se ha seguido la metodología del Design Thinking, que ha demostrado su éxito en la generación de soluciones innovadoras en el entorno sanitario. De este modo, se integran perfiles que interdisciplinariamente aportan diferentes perspectivas y generan un valor añadido en el proceso de ideación y diseño. Por ello, en el proyecto Superbox han participado en los Think Tanks médicos, trabajadores sociales, enfermeras, psicooncólogas e ingenieros para desarrollar el diseño y garantizar que cumple con los requisitos que se exigen a un equipo sanitario.
Las cajas están fabricadas con un plástico seguro, ecológico, 100% reciclable y resistente a los productos de esterilización. “Garantizar la máxima seguridad es una de las claves de este proyecto –explica Velasco–. Las cajas Superbox permiten al profesional sanitario una manipulación segura de las bolsas de suero. En la parte posterior están descubiertas, lo que permite su correcta identificación, manipulación y monitorización. De este modo, además, se preserva el principal valor añadido de estas cajas: la humanización. Como se pueden personalizar, los niños disfrutan de algo que antes les generaba angustia y rechazo”.
La voz de los pacientes y las familias
Una de las fases más relevantes en la implementación de este proyecto ha sido la realización de un grupo focal, es decir, la implementación de las cajas en un grupo reducido de niños para hacer una evaluación previa a la implementación en el Servicio de Oncología y Hematología Pediátricas. Tal y como apunta Blanco, “hemos valorado el proyecto cuantitativamente con encuestas a pacientes, familiares y profesionales y cualitativamente mediante un grupo focal que mide la experiencia de los niños a través del método científico. Tanto los niños como los padres y los profesionales las han valorado muy positivamente”.
Por otra parte, también se ha constituido Superbox Think Tank, “un grupo de profesionales con perfil innovador como trabajadores sociales, médicos, enfermeras, psicólogas, profesionales del Servicio de Farmacia, profesionales del servicio de Medicina Preventiva y del Banco de Sangre, padres e ingenieros para evaluar continuamente la experiencia de los pacientes y actualizar las cajas en caso de que sea necesario”, explica el Dr. Velasco.
En los grupos de experiencia de paciente organizados durante el diseño de las cajas Superbox, se comprobó que cada paciente tiene una motivación diferente para cubrir su medicación con una ilustración que le ilusione. Su familia, su mascota, su equipo de fútbol o su cantante favorito son algunos de los motivos que ayudan a los pacientes a encontrar las fuerzas para afrontar los difíciles momentos en la administración de la medicación en el hospital. En otras ocasiones los usuarios prefieren expresar su tristeza o malestar, emociones que se pueden transmitir a través de las ilustraciones.
‘Cada pequeño triunfo es un éxito’, ‘Juntos hacemos un gran equipo’, ‘Vamos, lo estás haciendo más que bien’. Estos son algunos de los textos con el diseño de Mr. Wonderful que dan mensajes positivos y de fuerza a los pacientes mientras reciben el tratamiento. Mensajes que van de la mano de dibujos simpáticos como corazones, astronautas y animalitos, que tienen el objetivo de despertar una sonrisa en los niños. Se trata de diseños exclusivos de Mr. Wonderful para las cubiertas Superbox. La selección de las frases y las ilustraciones se ha hecho por tres grupos de edad para conectar de la mejor forma con los niños. De esta forma, los diseños se clasifican en tres grupos: entre los de 0 y los 6 años, con dibujos más infantiles y menos texto; entre los 6 y los 12 años; y mayores de 12 años, con más texto.
Eunice Blanco explica que este proyecto ha sido posible gracias a la gran familia Superbox. “Sin todos ellos no hubiéramos llegado tan lejos y, por eso, les queremos reconocer a todos ellos su generosidad y profesionalidad. Asimismo, este agradecimiento se lo queremos devolver a nuestros pacientes. Los beneficios de Superbox se destinarán a la investigación de la leucemia infantil, por todos ellos y por la sonrisa de los que ya no están”. La empresa Vecmedical ha sido la responsable del desarrollo y la fabricación de las cajas. También ha colaborado de una forma muy importante la Fundación Anima (Olga Adell y Ferran Martínez).