Redacción Farmacosalud.com
El Hospital Universitario de Torrevieja (Alicante) ha incorporado VertiGuard®, un novedoso sistema de diagnóstico y rehabilitación con neurofeedback vibrotáctil para pacientes con vértigo que tienen un riesgo medio-alto de sufrir caídas, explica a www.farmacosalud.com la Dra. Aurora López Llames, jefa del Servicio de Otorrinolaringología de dicho centro hospitalario. Mediante un cinturón con un giroscopio y almohadillas vibratorias, el sistema analiza cómo afecta la enfermedad del paciente a la estabilidad y control postural, estima el peligro de caída y ofrece un plan de ejercicios personalizado para las sesiones de tratamiento. La inestabilidad o alteración del equilibrio puede tener su origen en el aparato vestibular localizado en el oído, pero también puede ser un síntoma de otras afecciones localizadas en órganos diferentes.
El vértigo y el mareo -dos motivos de consulta muy frecuentes- afectan en algún momento de la vida a aproximadamente el 30% de la población general. Estos síntomas merman la calidad de vida y propician que aumente el riesgo de precipitarse al suelo, sobre todo en el caso de los ancianos.
No apto para sujetos que no se mantienen de pie, o con deambulación muy limitada
“El VertiGuard® se puede utilizar tanto para diagnosticar como para tratar/rehabilitar a pacientes con trastornos del equilibrio de diferentes orígenes que puedan aumentar el riesgo de caída. En nuestro centro la elección del candidato se realiza en la consulta de Otoneurología. Allí realizamos la exploración clínica y se solicitan las pruebas complementarias necesarias para intentar llegar al diagnóstico del trastorno del equilibrio. También estimamos el riesgo de caída mediante la escala Downton, y la discapacidad por vértigo mediante el cuestionario DHI (Dizziness Handicap Inventory)”, detalla López Llames.
El nuevo dispositivo no estaría indicado para pacientes con déficits orgánicos que impidan mantenerse de pie, o en personas que tengan una deambulación muy limitada (la deambulación es imprescindible para realizar la prueba).
De acuerdo con la jefa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario de Torrevieja, el software utilizado “es muy intuitivo y los resultados son relativamente sencillos de interpretar”. El programa calcula el riesgo individual de caída en porcentajes. Inicialmente, el paciente realiza la prueba estándar de déficit del equilibrio (SBDT). Las personas mayores de 60 años realizan la prueba con condiciones modificadas (gSBDT).
Los colores rojo, amarillo y verde simbolizan el peligro de desplome
El resultado se expone como un semáforo usando los colores rojo, amarillo y verde. El verde muestra un riesgo de caída bajo y se relaciona con un rango de 0% a 40%. “En este caso no es necesario hacer ejercicios de rehabilitación con VertiGuard®”, sostiene. El amarillo señala un riesgo de caída intermedio de entre el 41% y el 60% y una luz roja indica un riesgo de caída de más del 60%. En estos dos últimos escenarios, “el paciente se balancea considerablemente más de lo esperado para su grupo de edad y género, con los que los ejercicios de neurofeedback vibrotáctil están indicados”, señala la Dra. López Llames. Además del riesgo de caída individual, se muestra en porcentaje la fracción de los componentes sensoriales (vestibular, visual, propioceptivo) en la función de equilibrio durante la prueba diagnóstica.
El examen estándar del equilibrio consta de 14 pruebas de postura y marcha en diferentes condiciones sensoriales. El software selecciona los seis peores resultados en los test, sobre los que se realiza la rehabilitación. El novedoso sistema ofrece un plan de ejercicios personalizado para el programa de tratamiento. Así, la terapia aplicada comprende ejercicios motores, oculares y vestibulares que activan receptores periféricos del equilibrio, con lo que, a través de la habituación, repetición y adaptación, se logra mejorar la estabilidad.
“Un ejemplo de un ejercicio motor que ofrece el dispositivo son las ‘levantadas’: la persona, sentada en una silla normal sin reposabrazos, se levanta sin ningún apoyo. Un ejercicio ocular incluido en las pruebas es caminar 3 m. a velocidad normal con los ojos abiertos y girando la cabeza. Un ejemplo de ejercicio vestibular clásico que también incluye el Vertiguard® consiste en estar de pie sobre ambas piernas con los ojos cerrados. También existe la posibilidad de realizar este último ejercicio sobre una estera de espuma o foam”, precisa la facultativa. Las actividades enmarcadas en el programa de rehabilitación pueden ser realizadas en el domicilio del paciente y en el hospital. Algunos de esos ejercicios necesitan de un apoyo instrumental.
El nuevo sistema también ayuda a combatir la inestabilidad relacionada con el envejecimiento, la enfermedad de Parkinson y los accidentes cerebrovasculares: “Basta y colaboradores publicaron en 2011 un estudio multicéntrico, a doble ciego y controlado por placebo sobre 105 pacientes con inestabilidad de diferente origen (envejecimiento, Parkinson, accidentes cerebrovasculares…) Observaron una mejoría significativa en la estabilidad postural y en los síntomas subjetivos después del tratamiento. Rossi y colaboradores concluyeron en 2014 que este sistema es útil para identificar a los pacientes con Parkinson que tienen un riesgo de caída mayor”, subraya la Dra.