Redacción Farmacosalud.com
El tiempo es oro. Y más aún cuando se habla del temido shock séptico, que es letal en muchos casos. Sin ir más lejos, se acepta que es necesaria una intervención terapéutica precoz para mejorar la supervivencia en la sepsis severa y el shock séptico. Pero para hacer esto posible, es mandatorio poder realizar un diagnóstico clínico, rápido y a pie de cama de estos cuadros[1]. Pues bien. Un equipo de investigadores valencianos ha creado HistShock, un innovador kit de diagnóstico y pronóstico de shock séptico que permitirá reducir el impacto que causa este grave trastorno de origen infeccioso. Y como el tiempo es oro, HistShock es capaz de aportar una primera información valiosa -desde que se extrae la muestra de plasma hasta que se obtienen los resultados del análisis- en un período de tiempo que oscila entre las 2 y las 4 horas. Además, los clínicos pueden aprovechar esa información para diseñar sus estrategias terapéuticas en apenas 5 horas, lo cual es un gran avance respecto al tiempo de incubación de los hemocultivos y demás pruebas de carácter microbiológico, según afirman los desarrolladores del kit. El tiempo es oro.
El nuevo sistema de diagnóstico y pronóstico de shock séptico se basa en la detección de histonas, unas proteínas que se liberan a la sangre en el curso de una infección. La concentración de histonas aumenta según progresa la sepsis. El dispositivo mide los niveles de esas proteínas mediante la técnica de espectrometría de masas, que se complementa con un software que traduce los resultados de la espectrometría. Todo ello permite ajustar los tipos de medicamentos y sus dosis con el fin último de tratar de evitar el shock.
“Con nuestro kit se ofrece una mayor capacidad decisoria a los intensivistas”
Por ahora, el nuevo método no se ha utilizado en un entorno clínico, de modo que sólo se han hecho pruebas de concepto. “Nuestra intención es que se facilite el proceso de desescalado a la hora de ajustar las dosis de antibióticos permitiendo reducir el uso de los de amplio espectro. Además, nuestra idea es aumentar los criterios clínicos para decidir qué tipo de terapias son las óptimas para los pacientes (como por ejemplo, terapia de reemplazo renal, uso de anticoagulantes…)”, comenta a www.farmacosalud.com el doctor Carlos Romá-Mateo, profesor e investigador post-doctoral de la Universitat de València (UV) integrado en el equipo multidisciplinar (UV, Fundación INCLIVA, CIBER de Enfermedades Raras, Unidad de Medicina Intensiva del HCUV y Universidad Europea de Valencia) que ha participado en el desarrollo de HistShock.
“En todo caso, hay que recordar que la etiología del proceso séptico es muy variada y las condiciones clínicas del paciente afecto también lo son. Por lo tanto, la experiencia del equipo clínico seguirá siempre siendo fundamental. Con nuestro kit se ofrece una mayor capacidad decisoria a los intensivistas”, especifica el doctor Federico Pallardó, catedrático de Fisiología de la Universitat de València y director del grupo de investigación UV-INCLIVA-CIBERER.
El nuevo dispositivo podría evitar “una proporción importante de muertes”
HistShock, que está en trámite de patente europea, posibilitará minimizar el impacto de un tipo de episodios que provocan más de 5.000.000 de muertes en el mundo cada año. Con todo, por ahora resulta muy complicado realizar un cálculo sobre cuántas muertes podría evitar el dispositivo, ya que “las cifras en sepsis son difíciles de concretar y varían mucho entre países según su nivel de recursos. Por lo pronto, nuestro método permite dar la voz de alarma sobre los pacientes con peor pronóstico, y en nuestro entorno particular esto permitirá que los clínicos pongan en marcha actuaciones que de otro modo podrían demorar o incluso impedir la recuperación del paciente”, apunta Romá-Mateo. “Dada la elevada mortalidad del choque séptico -agrega el experto-, nuestro objetivo es reducir dicho impacto negativo o, directamente, anticipar las acciones terapéuticas para reducir el número de pacientes que evolucionen clínicamente a una situación patológica con grave riesgo de muerte. En todo ello, la contribución del kit sería sustancial”.
El doctor Pallardó tampoco ve claro tratar de cuantificar, ni que sea aproximadamente, el número de vidas que podrían salvarse gracias a HistShock, más que todo porque es un dato que no se puede “saber con seguridad” y, además, “la idea de ‘qué hubiera pasado’ es siempre discutible”. Asimismo, advierte, “hay que tener en cuenta que al estado de choque séptico se puede llegar desde distintos procesos fisiopatológicos y no en todos el papel de las histonas es igual de importante. Todavía se desconoce en qué situaciones su presencia reviste mayor gravedad”. Sea como fuere, y sin dejar de lado la prudencia, Pallardó se muestra optimista y se atreve a pensar que con el uso del nuevo dispositivo se estará en condiciones de poder evitar “una proporción importante de muertes”.
La sepsis puede derivar en shock séptico. En el 30-50% de estos episodios se produce la defunción de las personas afectadas, siendo muy vulnerables la población pediátrica y los ancianos. Por el momento HistShock no se ha probado en niños y personas de edad muy avanzada. “No obstante, en los grupos de pacientes estudiados, con un rango de edad entre 40 y 70 años, el método es igual de efectivo. Teóricamente, no hay por qué pensar que la liberación de histonas al torrente sanguíneo en el curso de un proceso de sepsis tenga diferencias significativas según la edad del paciente, ya que sabemos que las histonas circulantes complican el pronóstico de la sepsis. Esperamos poder comprobar la efectividad del método en estas cohortes de pacientes en un futuro cercano, sobre todo en lo concerniente a la sepsis neonatal, que es un problema muy grave en sí mismo y con sus particularidades intrínsecas”, indica Romá-Mateo.
Los clínicos, con la posibilidad de diseñar sus estrategias en apenas 5 horas
En cuanto a la rapidez de acción de HistShock, el doctor Romá-Mateo explica que en las últimas pruebas realizadas se ha conseguido “reducir drásticamente los periodos de preparación de la muestra, así que barajamos un tiempo de análisis, desde que se extrae la muestra de plasma hasta que se obtienen resultados, de entre 2-4 horas. No obstante, dependerá en gran medida de la disponibilidad de este tipo de equipos en los hospitales: el tiempo será mayor si la muestra se tiene que enviar a otra institución para el análisis, mientras que en los hospitales con acceso a un espectrómetro de masas propio, los clínicos podrían estar en posesión de información muy valiosa para diseñar sus estrategias en apenas 5 horas, lo cual es un gran avance respecto al tiempo de incubación de los hemocultivos y demás pruebas de carácter microbiológico”. A este respecto, Pallardó añade que “la implementación de espectrómetros de masas en los hospitales y el interés por los mismos en los laboratorios clínicos centrales es un proceso imparable en los próximos años”.
Otro de los objetivos de HitShock es conseguir adaptar el tratamiento según la evolución clínica del enfermo (lo que se conoce como teragnosis) para así monitorizar la eficacia de la terapia, lo cual redundará en una mejor recuperación de los pacientes. “En este sentido, sabemos que las histonas circulantes contribuyen al daño endotelial y a la muerte por apoptosis de células de la inmunidad innata y de la inmunidad adaptativa. Por lo tanto, evaluar cómo van variando los niveles de histonas circulantes, en función de las terapias aplicadas, será esencial para mejorar el pronóstico del paciente”, sostiene el doctor José Luis García-Giménez, investigador post-doctoral del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBER-ISCIII), investigador emergente del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA e Investigador Principal del proyecto de Investigación.
La espectrometría de masas, económicamente ‘irresistible’
Parece claro que el nuevo kit abaratará los costes respecto a las técnicas actuales para el pronóstico de shock séptico. Según Romá-Mateo, “el grueso del gasto en los casos de sepsis se debe, principalmente, al tiempo que los pacientes pasan en las UCI, llegando a cifras de entre 10.000 y 55.000 euros por persona, dependiendo también -de manera importante- de los tratamientos aplicados; si nuestro método consigue reducir dicho tiempo, estaríamos hablando de una reducción del gasto considerable, pero es que, además, las pruebas que actualmente permiten la detección de histonas son más caras de lo que sería cada análisis por espectrometría de masas. Aquéllas se basan en métodos de ELISA, fundamentalmente, y además de su mayor coste económico, ofrecen unas desviaciones importantes en los valores medios obtenidos”.
Para García-Giménez, otro aspecto a tener en cuenta es que la implantación de las técnicas basadas en la espectrometría de masas “permitirá poco a poco reemplazar los actuales métodos de diagnóstico en los laboratorios clínicos basados en inmunoensayos”, con lo que se podrá “conseguir un ahorro considerable en los laboratorios de diagnóstico clínico de los hospitales”. De hecho, se ha establecido que la sustitución de los inmunoensayos por las técnicas de espectrometría de masas podría generar “un ahorro de más de 250.000 dólares americanos por año en cada laboratorio de análisis clínicos”, concreta el especialista.
Referencias
1. De la Cruz Pérez C., Estecha Foncea M.A. ‘SHOCK SÉPTICO’. Manual de urgencias y emergencias. www.medynet.com. Difusión online: http://www.medynet.com/usuarios/jraguilar/Manual%20de%20urgencias%20y%20Emergencias/sepsis.pdf