Redacción farmacosalud.com
Según datos recogidos por la Asociación Española de Urología (AEU), 6 de cada 10 pacientes de cáncer o de riñón son varones y un 33% mujeres. En cuanto a la relación con enfermedades de riesgo asociadas, casi la mitad de ellos presentan sobrepeso y un 28% obesidad. Asimismo, el 52% es hipertenso y un 4,5% sufre una insuficiencia renal. En cuanto a los hábitos de vida, el 43% es fumador o está expuesto al humo del tabaco, indican las mismas fuentes.
Por edades, más de la mitad de los pacientes tienen más de 60 años; el 22% entre 50-60 años; el 12% entre 40 y 50 años y el 6% son menores de 40 años. El doctor Miguel Unda Urzáiz, coordinador del Grupo de Trabajo de Urología Oncológica de la AEU, explica que “la mayor parte de cáncer renal, entre el 80-85%, se dan en estadios localizados, por lo que son potencialmente curables. Saber esto nos ayuda a definir mejor el tratamiento en cada caso. Hasta hace poco, excepto la cirugía, no existían terapias disponibles para este tumor, ya que ni la radioterapia ni la quimioterapia son efectivas; sin embargo, actualmente se han comercializado fármacos que están demostrando beneficios en fases avanzadas de las enfermedad”.
La tendencia en tratamientos, la cirugía mínimamente invasiva
La cirugía continúa siendo el tratamiento de elección en tumores localizados. Tal y como explica el doctor José Luis Alvarez-Ossorio, coordinador del Grupo de Endourología, Laparoscopia y Robótica de la AEU, “la tendencia es optar por la cirugía mínimamente invasiva, que permite ser más conservadora. Es decir, se extirpa sólo el tumor y se mantiene el órgano, ya que hasta ahora lo que se hacía normalmente era quitar el riñón entero, sólo se conservaba en tumores pequeños, de hasta cuatro centímetros, y ahora hemos logrado hacerlo con tumores de hasta siete centímetros”.
Existen otras técnicas mínimamente invasivas, como son la crioterapia y la radiofrecuencia, que permiten preservar el órgano, pero sólo se llevan a cabo en pacientes muy seleccionados, de edad avanzada, y con tumores pequeños. Las técnicas laparoscópicas y la cirugía robótica son opciones que, frente a la cirugía abierta, permiten que el paciente se recupere más rápido y se incorpore antes a su vida diaria “Han aportado en este sentido muchos beneficios. La robótica sobre la laparoscópica aporta visión tridimensional, seguridad para el paciente, evita el temblor y aporta mayor comodidad al cirujano. En el cáncer renal parece que aporta además mayor velocidad en la sutura, por lo que en los casos de nefrectomías parciales, el riñón está menos tiempo sin vascularización.”, señala el doctor Unda Urzáiz.