Redacción Farmacosalud.com
En el tratamiento integral de la dermatitis atópica, el pilar básico es la higiene diaria: son niños que han de mantener una higiene diaria, preferiblemente con baño o ducha que no sean muy largos (10-15 minutos, los baños muy largos favorecen la sequedad en la piel), que el agua no sea muy caliente (el agua más caliente elimina la poca hidratación natural que se tiene), baño preferiblemente antes de ir a dormir (por motivos de relajación), y en caso de que haya heridas por rascado, cubrirlas previamente con vaselina; asimismo, es preferible usar jabones poco espumosos (Syndet), baños coloidales o aceites mejor que jabón espumoso, y es mejor lavarse con la mano (las esponjas van deshidratando esa piel ya dañada), y también se aconseja “hacer un secado suave (mejor envolver al pequeño en un albornoz o toalla que hacer un frotado enérgico)”, señala el doctor Vicente García-Patos, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Vall d’Hebron (Barcelona).
Si la piel es seca, debe aportarse el hidratante que falta, ya sea a base de emolientes (proporcionan una película de grasa, lo que evita que el agua de la piel natural se evapore), como los aceites y las cremas de Karité, o ya sea con humectantes (tienen capacidad de retener agua, ocurre con muchos productos de avena). Los hidratantes no sólo están en forma de cremas o de lociones, los propios baños ya pueden tener un efecto hidratante con avenas coloidales o aceites de baño; en paralelo, existen cremas hidratantes con ácido láctico, ceramidas o vaselina, pensadas para reponer esa película grasa que falta en los niños con piel atópica. En el tratamiento integral es fundamental prevenir el picor, puesto que “son niños con piel excitable, lo que fácilmente desencadena el rascado”, explica el doctor, quien añade que “muchos papás dicen que el problema más importante de los niños con dermatitis atópica es el insomnio que ocasiona” esta enfermedad cutánea. Entre las medidas indicadas: usar sustancias para aliviar el picor, tener cuidado con la ropa (las ropas sintéticas o de algodón desencadenan ese picor), por lo que deben usarse ropas ligeras (el calor desencadena ese tipo de molestias), eliminar las etiquetas (es muy frecuente que causen eccema en los niños atópicos), usar calzado transpirable y en algunos casos poner guantes de algodón para dormir con el fin de evitar el rascado.
La importancia de la hidratación
Como antipruriginosos, o sustancias para el picor, hay preparados tópicos (los propios baños y los antihistamínicos orales, estos últimos los más utilizados a pesar de que no siempre son útiles). En lo que concierne al tratamiento de la inflamación, “ya estamos en un niño con brote de eccema atópico, ya estamos siendo reactivos y no preventivos; para esto hay dos sustancias: cremas con cortisonas y otras moléculas más modernas que no tienen los efectos de la cortisona pero que, con menor eficacia, nos dan más seguridad a largo plazo… sirven para controlar los brotes leves y, de alguna manera, cuando empiezan los síntomas, evitan que éstos vayan a más”, explica García-Patos, catedrático de Dermatología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y vicepresidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).